La industria de la fundición exporta el 70% de la chatarra
El Siglo de Torreón
Comarca Lagunera.- La Región Lagunera vive hoy una extrema dependencia del exterior. La inversión, la producción, el empleo e incluso el consumo están atados a las decisiones que se tomen en otras partes del mundo.
Una sencilla radiografía económica de dos sectores estratégicos de la región precisa aún más la idea de que La Laguna depende casi completamente de la exportación.
La industria metalmecánica regional y nacional tiene una gran dependencia de los insumos –chatarra- que provee el mercado americano, por lo que los empresarios laguneros consideran poco probable que México sea autosuficiente para abastecer esta materia prima en los volúmenes que demanda el ramo de la fundición.
Sergio Martínez Villarreal, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Transformación, delegación Gómez Palacio y empresario del ramo de la fundición, señala que esta industria importa el 70 por ciento de la chatarra que se requiere para hacer las piezas que demanda el mercado internacional, en tanto un 30 por ciento se provee con empresas nacionales.
La gran dependencia que existe dentro de esta industria con la economía de Estados Unidos se evidenció apenas en mayo de este año, período en el cual el precio del acero se encareció y con ello la materia prima que se utiliza para la fabricación de piezas con acero.
El industrial considera que siempre el mercado ha tenido altas y bajas, sin embargo, en 2004 se dio una situación coyuntural y que esperan no se repita nuevamente: el crecimiento explosivo de China y la demanda extraordinaria de acero para la construcción de infraestructura.
La confianza que existe en que los precios de los insumos vuelvan a estabilizarse dentro del ramo de la fundición es grande por parte de los empresarios, ya que consideran que resultaría difícil repetir nuevamente un incremento en la demanda mundial de acero.
Sergio Martínez comenta que hasta el momento ha sido imposible firmar contratos con los americanos para pactar la venta del insumo en un mediano o largo plazo, por lo que existe una incertidumbre dentro del mercado.
Globalización, la tendencia
Pese a que La Laguna ocupa el tercer lugar en el ramo de la fundición, después del Estado de México y Monterrey, el problema de los industriales se presenta al manejarse un precio globalizado del acero, por lo que ante alzas en tarifas de insumos no pueden trasladarse al cliente final y deben absorberse para no perder competitividad dentro del mercado mundial.
Sin embargo, el industrial considera que en México existe un gran potencial de crecimiento dentro de esta rama. Explica que la tendencia dentro del mercado americano es al cierre de plantas de fundición y se busca ser más comercializadores de marcas y de productos.
De acuerdo a Sergio Martínez esta política viene a reactivar la minería en México, pero también obliga a invertir en tecnología de punta en maquinaria y equipos.
“México está pegado a la Unión Americana por ser el mercado de consumo más importante en el mundo”.
Aunque no se descartan los esfuerzos para incursionar en el Viejo Continente, se reconoce que la lejanía que existe no lo hace muy atractivo por los costos de flete. El industrial hizo referencia que la única opción viable es hacia la especialización de la producción, enfocándose a un producto poco fabricado en el mundo para eliminar a los competidores como China.
Pese a los altibajos que muestra la economía americana, Sergio Martínez considera que la dependencia que existe de la industria de la fundición con este mercado es natural y continuará dándose por la cercanía geográfica y por ser el país consumidor más grande en el mundo.
Una relación histórica
La industria de prendas de vestir de la Comarca Lagunera es otra de las ramas productivas que tienen una dependencia natural e histórica con el mercado de Estados Unidos.
David Lack Villarreal presidente de la Cámara Nacional de la Industria del Vestido (CNIV), delegación Comarca Lagunera, comenta que se realizan esfuerzos para diversificar los mercados de exportación para los fabricantes de prendas de vestir regionales hacia el Viejo Continente y Japón, sin embargo, los mayores volúmenes de venta de productos en el exterior siempre seguirán siendo hacia la Unión Americana.
A su regreso de realizar una misión comercial a China y próximo a viajar a Montreal, Canadá, el empresario menciona que desde hace más de 40 años, es una tradición en La Laguna que las prendas de vestir sean exportadas a Estados Unidos, gracias a la proximidad geográfica y por ser el mercado más grande del mundo.
Sin embargo, David Lack reconoce que las condiciones del mercado internacional están cambiando, por lo que el fabricante de ropa sabe que el cliente americano busca productos más competitivos de bajo precio y mayor calidad en el mundo.
Haciendo referencia a que China es un competidor fuerte y que ha ganado presencia en la Unión Americana y que algunos contratos se han ido a Guatemala, el presidente de CNIV en la Comarca Lagunera asegura que los contratos para la confección de ropa han regresado poco a poco al país.
Actualmente los industriales del ramo están más abiertos a buscar nuevos mercados de exportación, como lo es la Unión Europea, sin embargo, saben que ahí existen proveedores naturales para el mercado europeo como Turquía.
Con la confirmación que cinco empresas laguneras realizarán la misión comercial en Montreal, David Lack comenta que existe la intención de cambiar un poco la gran dependencia que existe con el mercado americano a través de nuevos acuerdos comerciales, como lo es Japón. Se apunta que lo atractivo del mercado japonés es el poder vender productos con un mayor valor agregado y con precios más elevados.
Para el industrial la dependencia comercial con clientes americanos no es vista como una imposición, sino en forma natural, ya que “vivimos con él durante los últimos 40 años”.
Por primera vez no se crecerá
Este año, después de siete períodos anuales consecutivos de crecimiento –de un rango de dos a cuatro por ciento- la actividad lechera no se expandirá, incluso se perciben tendencias a decrecer, señala Felipe Cedillo Vela.
El ganadero explica que México es un país importador de ganado, -alrededor de un millón de cabezas-, lo cual no había sido problema, hasta que el año pasado en el mes de mayo Canadá prácticamente cerró sus fronteras a nivel internacional por el problema del mal de las vacas locas y en diciembre de ese mismo año se detectó otro brote en Estados Unidos y también cerró sus fronteras.
Esto hoy está perjudicando la reposición de ganado, de la cual México no es autosuficiente y tiene que importar alrededor del 20 por ciento y “si a esto le agregamos que el 80 por ciento de esa importación proviene de Estados Unidos” el escenario para este año no es halagador.
Esta situación los ha obligado a que sean más eficientes en la crianza del propio ganado, aquí se repone un 80 por ciento del ganado que se va desechando. Si partimos de la base de que hay 200 mil vacas en producción, se requieren 400 mil vacas adicionales al año, comenta.
“La señal que nos manda esto, es que México no puede depender de estar importando alimentos y debe buscar la forma de ser autosuficiente, tanto en la producción de leche, como en la reposición de ganado”.
El entrevistado señala que urge una soberanía alimentaria, aunque reconoce que el trabajo hecho por el Legislativo y el Ejecutivo han sido favorables en los últimos dos años.
No obstante, precisa que la actividad ha experimentado logros económicos “(hace siete años) empezamos en los ocho mil millones de litros al año y actualmente andamos en los nueve mil 800 millones de litros al año”.
Cedillo Vela precisa que durante muchos años este país fue el importador número uno de leche en polvo en el mundo pero desde el año pasado, Liconsa trae un programa de leche mexicana “y nosotros hemos estado trabajando con los legisladores y la comisión de ganadería, para que se siga comprando leche nacional”.
México consume alrededor de 32 millones de litros de leche diarios y produce 25 millones diarios, es decir hay un déficit de siete millones realmente no se ha podido revertir eso. Este año se viven las implicaciones de depender del exterior, agrega.
Y reitera: “no somos autosuficientes y ahorita tenemos restricciones a la importación de ganado. De todo el ganado que se importaba, Estados Unidos y Canadá surtían el 80 por ciento, actualmente la única opción que nos dejan es comprar ganado de Australia y Nueva Zelanda”.
El ganadero reconocer que esto implica un costo muy alto, además de que este ganado no tiene la calidad genética de la que produce Estados Unidos, “pero no hay otra alternativa. No quiero pensar que hubiera un problema similar en Australia y Nueva Zelanda, ahora si técnicamente México quedaría imposibilitado de importar ganado en el mundo”.
La política agroalimentaria ha sido buena, dice, pero aún se tiene la inercia de los últimos años, cuando se decía que Liconsa importe la leche que necesite y romper esa inercia ha sido el mayor logro.