MEXICO, D.F., (SUN-AEE).- La del "corazón tan cinco estrellas", a decir de Joaquín Sabina, o sea la Magdalena, no pasó desapercibida para ningún hombre, así fuera hijo de un Dios. Todos los evangelistas la nombran. Aparece como un símbolo del pecado que, una vez redimido, se transforma en santidad a través de la penitencia.
Entre la perdición y el arrepentimiento, María Magdalena es un personaje controvertido que ha inspirado no pocas obras de arte.
El origen de su nombre tiene varias versiones. Si bien María significa "Servidora de Dios", Magdalena puede aludir a la región de Magdala, cerca de Tiberias, en la costa oeste de Galiela, o bien, como cita la Enciclopedia católica, a "una expresión Talmúdica que significa "cabello crespo de mujer", aunque el Talmud la describe como una adúltera".
Las tres Marías de Lucas. Según la misma fuente hay una confusión en la plena identificación de María Magdalena. Lucas se refiere a ella en la unción de los pies de Cristo, por parte de "la pecadora" de la ciudad. Después, el evangelista habla de "María Magdalena", una mujer que siguió a Cristo y de la que habían sido exorcizados siete demonios. Posteriormente apunta la vista de Cristo a Marta y María en un pueblo que se cree que pudo ser Betania.
Lucas no da pistas de que las tres Marías sean una. Hugh Pope, autor del artículo, cree que pudo haber sido para proteger a una persona que, al tiempo en que era escrito el Evangelio, estaba viva.
San Juan identifica a María de Betania con la mujer que ungió los pies de Cristo, o sea la pecadora. Al referirse a una cena realizada seis días antes de la Pascua, San Juan habla de que María recibió una encomienda: "ella ha realizado una buena obra en mí... al ungir mi cuerpo para mi entierro... donde sea que este Evangelio sea predicado... que también lo que ella ha hecho por mí sea relatado en memoria de ella".
Pope junta las versiones y concluye que esta mujer aparece buscando el perdón, luego le exorcizan siete demonios, posteriormente está sentada a los pies de Cristo, quien les devuelve a su hermano, Lázaro. Lo invitan a cenar y repite la unción, lo acompaña en la Pasión, en la crucifixión, en el entierro y en la resurrección. En estos tres últimos pasajes coinciden todos los evangelistas.
La leyenda. A partir de ahí, la historia de María Magdalena está modelada por el imaginario popular. La Enciclopedia Católica sostiene que para los padres griegos, Magdalena se fue a Efeso con la Virgen, donde murió. Sus restos fueron trasladados a Constantinopla.
Por su parte, la versión gala apunta que Magdalena, Lázaro y algunos acompañantes se fueron a Marsella convirtiendo a la región de la Provenza. Magdalena se retiró a un cerro, La Saint- Baume, en donde vivió en penitencia por un periodo de 30 años.
En ese sitio murió y, a decir de la leyenda, fue llevada por los ángeles a Aix, en el oratorio de San Máximo, donde recibió el viático. En la colina se erigió un templo en 1600, en el que se presume que están sus restos, o al menos su cabeza que es la reliquia más visitada por la gente en el nuevo templo, construido en 1802.
Si bien la presencia de Magdalena en las representaciones plásticas de crucifixión es antigua, también destaca como personaje central de obras pictóricas dedicadas a recrear su leyenda. Varias de ellas pudieron ser apreciadas en 2001, en el Museo Nacional de San Carlos, en la exposición María Magdalena, éxtasis y arrepentimiento.
Los atributos que acompañan a la santa en general son el cabello suelto, el crucifijo, el espejo y las joyas rotas como símbolo de la vanidad, y un recipiente de perfume.