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La Masturbación

(Primera parte)

Como vimos ya en temas anteriores, para llegar a la masturbación tuvimos que haber llegado al cuadro de la soledad nociva, que a su vez viene de una decepción mal tratada. Pero veamos qué es la soledad. Es símbolo de separación de la vida social, así como Juan el Bautista vivía en el desierto ocupado y preocupado por su vida ascética, Jesús fue a la soledad, al desierto para luchar con Satanás y para orar. La persona con dotes de virtuosidad se atreve a ir a la soledad, que enaltece y edifica. Significa, paz, tranquilidad, lugar de reflexión, de hablar con uno mismo, de ver mas allá de las propias narices y mas acá del mismo ser físico. Es el llegar a la espiritualidad donde no se interponga nada ni nadie, incluso su propia persona. Esta es la soledad edificante.

Soledad nociva. Aquella actitud que da vaciedad del alma conduce a la soledad nociva, es la corrupción del espíritu, la degradación de la persona física, la negación de los más elementales valores, es la que convierte al ser humano en nada. Para recuperarse de una soledad nociva hay que entender el grado de caída, comprende y acepta que su degradación es inminente, que sí tiene aún un camino que lo puede salvar, que sólo la soledad edificante a base de no repetir sus actos, de soportar el dolor, de no reprimir el llanto hasta que inunde el alma y llegue al desahogo. Que su reacción llegará a ser irritable y soez con todo y con todos, que los demás lo agredirán más en este momento, pero que al final llegará el perdón, la libertad y la paz. Si no se tiene ese temple de carácter, entonces nos refugiaremos en esa soledad nociva y posiblemente en una masturbación, vicio tratando de recordar esos momentos vividos con la pareja perdida. Pero veamos que se ha dicho y dice de la masturbación.

Miedos ancestrales. Históricamente se ha condenado a la masturbación en forma general. En el pueblo judío, el sexo solitario llegó a ser condenado con la muerte. En el siglo XVII se aseguraba que la práctica causaba ceguera, catalepsia, neurosis, histeria, depresiones, parálisis y muchos otros males. Se difundió, en esa época, el castigo de la castración para los jóvenes que se masturbaban. En el siglo XIX se prescribía médicamente que los jóvenes usaran cinturón de castidad de día y anillos con clavos interiores en el pene para evitar la erección nocturna. Se introdujo la cliteridectomía (extirpación quirúrgica del clítoris) para curar de la ?terrible perversión? a las niñas sorprendidas acariciándose. Se ideó también la oferoctomía o extirpación de los ovarios. Se llegó a usar cataplasmas y varillas en los genitales para inhibir a los jóvenes. En la actualidad todavía hay quien piensa que la masturbación disminuye la capacidad mental o física y provoca cambios en el rostro o el cuerpo.

Discernir antes de condenar. Es necesario solicitar, tanto a los liberales que, indignados por los ataques históricos, promueven la práctica, como a los radicales que aun la condenan, que intenten ser especialmente analíticos y equilibrados con el tema. El manual Merck de diagnóstico y terapéutica, una de las obras científicas especializadas para médicos más serias de nuestra época, dice textualmente: ?La masturbación, antes considerada una perversión y una causa de enfermedad mental, se reconoce ahora como una actividad sexual normal durante toda la vida y se considera un síntoma sólo cuando sugiere una inhibición en el comportamiento orientado hacia la pareja. Su incidencia acumulativa se sitúa alrededor de 97 por ciento de los varones y 80 por ciento de las mujeres?. Este manual asegura que se trata de una actividad normal, puesto que la mayoría de las personas la han realizado alguna vez en su vida sin ninguna consecuencia negativa; sin embargo, también acota que se considera un síntoma (anormal) cuando sugiere un problema de comportamiento hacia la sexualidad de pareja. Y concluye: ?La masturbación, no es perjudicial, pero puede llegar a alterar la capacidad de funcionamiento sexual (por algunos factores psicológicos implicados en la práctica)?. Igualmente, la iglesia católica determina que la masturbación es un acto intrínseca y gravemente desordenado, pero en una postura de gran equilibrio aclara que, para emitir un juicio crítico sobre los sujetos que se masturban, es necesario tomar en consideración algunos factores psíquicos que reducen e incluso anulan la culpabilidad moral. En consecuencia, existen dos tipos de masturbación: una llamada filtro, totalmente inocua, y otra llamada vicio, que arrastra a la persona a un círculo de problemas sexuales.

Quien no supera la decepción o la confusión cae en una soledad nociva, pero antes de llegar al cuadro crítico puede recorrer una antesala conocida como ?masturbación filtro?. Este estadio posee una pequeña línea de escape hacia la espera edificante, así como una línea de bajada hacia la masturbación vicio. La masturbación es la autoestimulación de los genitales con el fin de obtener placer solitario. La masturbación filtro es practicada emergente y eventualmente por los jóvenes para desfogar su tensión genital, evitando así caer en situaciones más graves. La masturbación vicio la practica quien busca el placer erótico de forma obsesiva; suele estar acompañada de libertinaje sexual (uso de pornografía, aventuras fugaces, disfunciones, desviaciones) y promiscuidad venérea.

¿Cómo se cae en adicción a la masturbación? La hipófisis, controlador central de la producción endocrina, provoca en el organismo un determinado grado de sensibilidad ante los estímulos sexuales; los estímulos provocan reacciones (excitación) y éstas, a su vez, impulsan a la resolución (orgasmo). Si no existieran las condiciones hormonales, el cuerpo sería insensible a los estímulos, incapaces de provocar reacción alguna. Aun presentes las condiciones hormonales, si no hubiera estímulos sexuales, tampoco se produciría reacción. En ambos casos la masturbación no existiría. Por el contrario, al unirse carga hormonal y estímulos, la resolución (orgasmo) se convierte en una necesidad. Esta resolución eventual, lejos de ser dañina, puede ser incluso natural (filtro). La masturbación vicio comienza cuando el joven con una fuerte carga hormonal se procura diversos estímulos para autoinducirse reacciones y repetir obsesivamente la resolución orgásmica. Los estímulos más fuertes son las fantasías mentales, producidas al recordar o imaginar episodios cargados de erotismo. Estos episodios eróticos se encuentran en la pornografía, las aventuras sexuales, las orgías, las caricias profundas, etcétera.

¿También las mujeres? La sensibilidad hormonal hacia los estímulos es menor, por lo general, en las mujeres que en los hombres. Esto significa que para lograr la misma reacción masculina la mujer requiere un grado mucho mayor de estimulación. Así la libido femenina no estimulada sexualmente puede permanecer latente durante largos períodos. Si una jovencita no vive excitaciones sexuales inducidas por besos profundos, caricias, pensamientos eróticos o pornografía, no sentirá ningún deseo de masturbarse. En las niñas, sólo invitaciones muy especificas del medio pueden despertar ese deseo. Aunque existen excepciones, es conocido que los varones se masturban sobre todo en la adolescencia pues su sistema hormonal provoca una hipersensibilidad a los estímulos del medio. Por el contrario, las mujeres no suelen hacerlo sino hasta las últimas etapas de la juventud (25 a 29 años) y en especial en los inicios de la madurez (39 años), cuando, por lo común, los estímulos han llegado a niveles máximos. Según el Reporte Hite, algunas mujeres maduras la practican para sensibilizar su cuerpo y alcanzar una vida sexual más satisfactoria.

Los valores familiares son la vacuna más efectiva ante la vida tan rápida y tentadora que vivimos hoy día, pronto estaremos realizando un taller sobre ellos, gracias a las personas que nos han enviado sus cuestionarios, así como sus correos electrónicos, a todos ellos dimos ya contestación y pronto a través de una pagina de El Siglo de Torreón iniciaremos un chat con todos ustedes sobre temas ya publicados aquí, los invitamos a seguir contestando los cuestionarios (de preferencia en familia), la retroalimentación o exposición de casos que nos mandan al buzón de sugerencias está de manera permanente en la recepción de este diario con atención a los artículos Familia Sirviendo a la Vida, así como con Germán de la Cruz Carrizales: pmger@hotmail.com y pmger@latinmail.com. Reiteramos nuestro agradecimiento a quienes hacen posible estas publicaciones y sobre todo a usted amable lector, quien hace que este proyecto contribuya a fortalecer nuestras familias y sus valores. El próximo tema a tratar sera la segunda y última parte de Masturbación. Gracias por su atención.

?Quien no vive para servir, no sirve para vivir?.

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