MADRID, ESPAÑA.- En menos de una semana los ojos de miles de aficionados al futbol se dirigirán al viejo continente, para ser testigos del torneo más esperado, después del Mundial: la Eurocopa.
Esta competencia europea reúne tanto a astros del futbol mundial como a grandes conjuntos que pueden dejar huella en el balompié de todos los tiempos.
En veintitrés días, Portugal vivirá una fiesta en muchos sentidos. Será la oportunidad para reflejar el crecimiento de un país casi desconocido para gran parte del mundo, pero que los últimos años ha mostrado que en futbol tiene una historia que pocos países pueden contar. Con varios campeones de Europa, campeones juveniles mundiales y grandes promesas, Portugal puede ser uno de los protagonistas en este torneo.
A pesar de ser un torneo de reciente creación, las emociones y las hazañas marcan la historia de una aventura.
Inicia la lucha
La Eurocopa de naciones de futbol, cuya duodécima edición se disputará en Portugal, ha sido un "gigante" deportivo y económico que no ha cesado de progresar desde que nació en 1957 y que, en los terrenos de juego, ha tenido a Alemania como selección dominadora, con tres títulos en su poder.
La creación de un torneo continental de selecciones fue una idea que lanzó Henri Delauney, primer secretario general de la UEFA y secretario del Comité de Reglas de Juego de la FIFA, en la que colaboró estrechamente por Jules Rimet, aunque en principio no encontraba el respaldo suficiente.
Pese a estar muy enfermo, Henri Delauney consiguió que la UEFA enviara un antiguo reglamento elaborado por él mismo para que las federaciones nacionales informaran sobre su viabilidad.
Su muerte no acabó con esta pretensión, porque su hijo Pierre, con el que había trabajado los dos últimos años de su vida, le relevó en el cargo y recogió su testigo.
La UEFA creó una comisión para estudiar este asunto, cuyos miembros quedaron para presentar sus propuestas el 27 de febrero de 1957 en Colonia (Alemania), cuyas divergencias hicieron peligrar el futuro del proyecto.
La UEFA, con el respaldo de diecisiete federaciones nacionales, acordó finalmente en Estocolmo la creación del torneo tras una votación para el sistema de competición, que debería ser a doble partido y no exceder a los dos años de torneo.
Había nacido la Copa de Europa de Naciones bajo el nombre de su propulsor, Copa Henri Delauney, a propuesta de la Federación Francesa, que organizó la fase final de la primera edición.
Desde entonces el torneo ha evolucionado en todos los aspectos, deportivamente en número de participantes en la previa y en la fase final y económicamente hasta convertirse prácticamente en el torneo más rico del mundo al margen de los Mundiales.
Europa fue el último continente en crear su competición. Su antigüedad, por tanto, es muy inferior, por ejemplo, a la Copa América, pero su vigencia y poderío son tremendos.
Francia’60: Lev Yashin se corona con la URSS
La selección de la Unión Soviética, abanderada por el mítico guardameta Lev Yashin, conocido como la “Araña Negra”, aprovechó su condición de dominadora del balompié europeo para coronarse como el primer campeón continental de equipos nacionales.
La URSS accedió a la fase final de Francia’60 sin jugar la eliminatoria de cuartos ante España, porque el Consejo de Ministros de Francisco Franco impidió a los jugadores hispanos, que se habían desecho en octavos de Polonia, saltar al campo cuando ya estaban en Moscú para disputar la ida.
La final se disputó en un semivacío Parque de los Príncipes el diez de junio. La final desembocó en una prórroga en el que podía ocurrir cualquier cosa. No fue otra que, en medio del rodillo físico soviético, el segundo tanto de la URSS conseguido por Ponedelnik (114’).
La Unión Soviética se alzaba con la primera Copa de Europa de naciones.
España’64: España alcanza la gloria con el gol de Marcelino
La segunda edición de la Copa de Europa de Naciones entró con letras de oro en la historia del futbol español, que logró su primer y último gran título gracias al gol del gallego Marcelino Martínez que decidió la final, jugada en el Santiago Bernabeu ante la Unión Soviética.
El encuentro decisivo se disputó pese a la oposición de Francisco Franco, quien se negaba a jugar de nuevo contra los soviéticos, pero la “mediación” del ministro José Solís mantuvo la contienda.
Era 21 de junio y en un Bernabeu abarrotado, con más de cien mil espectadores, España sacó la casta que llevaba dentro y encontró el acierto necesario para acabar con el rodillo soviético que lideraba la “Araña Negra”, Yashin.
La lluvia hizo acto de presencia y cuando parecía que iba a llegar una nueva prórroga al mantenerse el empate, llegó la acción que entró en la historia del futbol español, Marcelino, en situación complicada, hizo un escorzo, giró el cuello y conectó un preciso cabezazo con el que el balón entró junto al poste izquierdo de Yashin, quien no pudo reaccionar. España alcanzó la gloria y desde entonces no lo ha vuelto a hacer en lo absoluto.
Italia’68: Italia sube al trono tras un sorteo y un desempate
La selección de Italia subió por primera vez al trono continental con un angustioso y sufrido triunfo en la edición de 1968, disputada en su país y en la que alcanzó el éxito tras un sorteo con una moneda y la repetición de la final ante Yugoslavia.
La “squadra azzurra” fue incapaz de superar a un equipo soviético que se había presentado muy mermado por las lesiones y el 0-0 desembocó en un sorteo porque no había tiempo para otro partido.
Se lanzó una moneda al aire y la fortuna sonrió al equipo que dirigía Valcareggi, que se metió de manera casi injusta en la final, en la que se enfrentaría a una Yugoslavia que comenzaba su etapa más dorada.
Los 69,000 espectadores que se reunieron en el Olímpico romano para ver la final que se tuvo que ir a otro encuentro, ya que la prórroga no desniveló la balanza y se tuvo que recurrir, 48 horas después, a un desempate, al que acudió menos de la mitad de público, quizá por tratarse de una jornada laboral.
Italia saltó al césped con rabia y arrolló a un equipo yugoslavo que se vio sorprendido por el futbol desplegado por los locales, que sentenciaron el triunfo en el primer periodo con goles de Gigi Riva y de Anastasi. Esta fue la primera ocasión en la que prosperaron las tesis de Stanley Rous de crear grupos clasificatorios. Las selecciones inscritas se distribuyeron en ocho grupos.
Bélgica’72: La máquina alemana comienza a funcionar
La cuarta edición de la Copa de Europa de Naciones, cuya fase final se celebró en Bélgica en 1972, fue la “elegida” por la entonces selección de Alemania Federal para engranar la maquinaria que le ha llevado a convertirse en la selección con más entorchados continentales.
El cuadro germano federal, que se preparaba para albergar el Mundial de 1974, se coronó como nuevo rey de Europa al imponerse a la Unión Soviética por 3-0 en la final de Bruselas.
Desde Sepp Maier hasta Gerd Müller, pasando por Frank Beckenbauer, Uli Hoeness, Günther Netzer, Paul Breitner y Jupp Heynckes, Alemania fue una aplanadora.
Alemania, debutante en una fase final, había hecho una irrupción estelar que tuvo su continuación en su Mundial, disputado dos años después.
Yugoslavia’76: El penalty de Panenka corona a Checoslovaquia
La final de la Eurocopa de Yugoslavia’76 pasará a la historia por el triunfo de Checoslovaquia sobre Alemania gracias a su victoria en la tanda de penaltys con una pena máxima transformada por Antonin Panenka.
Acababa de fallar Uli Hoeness y Panenka, el líder de su equipo junto a Nehoda, se “inventó” un disparo picado, lento y por el centro, que dejó al guardameta alemán Sepp Maier boquiabierto.
Fue el broche a una tremenda final y el inicio de un mito en el lanzamiento de penas máximas. Checoslovaquia, crecida por su triunfo ante los holandeses, fue muy superior de salida y rápidamente se situó con un 2-0 con tantos de Svehlik y Dobias.
Alemania, de nuevo, no se rindió y recortó primero distancias por medio de Dieter Müller y tras una dura lucha Holzenbein logró las tablas (2-2) a un minuto del final.
En la lotería de los penaltys marcaron todos hasta que Hoeness falló el penúltimo lanzamiento germano y Panenka apuntilló con su bello y suave disparo que convirtió a Checoslovaquia en nuevo campeón continental.
Italia’80: Alemania recupera el trono
Alemania, pese a la profunda renovación de su plantilla, consiguió su segundo título continental en la Eurocopa de Italia’80, un torneo en el que se abrieron hueco en el olimpo futbolístico jugadores que a lo largo de su carrera hicieron historia.
Jupp Derwall contaba con futbolistas como el meta Michael Schumacher, Uli Stielike, Bernd Schuster, Karl Heinz Rummenigge, Klaus Allofs y Lothar Matthaeus y aún con apuros devolvieron a su país a lo más alto del trono europeo.
Por el otro lado, la victoria sobre España (2-1) y los empates ante ingleses e italianos metieron a Bélgica en su primera y única final, en la que tocaron la gloria con la yema de los dedos pero, como otras tantas veces, Alemania acabó por llevarse el partido y el trofeo.
Francia’84: España roza el milagro y Platini encumbra a Francia
Michel Platini lideró como pocas veces nadie lo ha hecho a la selección de Francia para, aprovechando su condición de local en la Eurocopa de 1984, lograr su primer título en detrimento de España, cuyo milagro se diluyó entre el cuerpo de Luis Miguel Arconada.
Los galos, adiestrados por Michel Hidalgo y con una media de lujo en la que estaban además de Platini, Alain Giresse, Jean Tigana y Luis Fernández, habían ofrecido buenas vibraciones en el reciente Mundial de España’82 y las ratificaron en el torneo europeo, aunque para ganar contaron con la diosa fortuna.
Y es que la final del Parque de los Príncipes, se decantó por una acción de suerte, ya que un flojo lanzamiento de falta de Platini lo detuvo Arconada, quien había cuajado un espectacular campeonato, pero una vez con el balón bajo su cuerpo lo introdujo en su meta al tratar de atraparlo y levantarse.
Fue el fin de un bonito sueño para la selección española, que luego, ya al final, cuando estaba volcada sobre el área gala, encajó el segundo tanto, conseguido por Bellone. España se plantó en esa final de manera sorprendente, a base de fe, coraje, lucha y hasta fortuna.
Alemania’88: La Naranja Mecánica II
La octava edición de la Eurocopa de Naciones se recordará por la estelar aparición en escena de la segunda versión de la “Naranja Mecánica”, de una selección de Holanda que no sólo recordó a la de la era de Johan Cruyff, sino que la superó con el título continental.
Era un equipo que, dirigido por Rinus Michels, contaba con grandes nombres -Frank Rijkaard, Ronald Koeman, Ruud Gullit, Marco Van Basten...- cuyo futbol volvió a encandilar al mundo.
Holanda, con estos mimbres dorados, acabó por fin con su maleficio de la mano de Gullit y Van Basten en una final en la que superó a la URSS de Rinat Dassaev, de Zavarov, Mikhailitchenko, Belanov y Protassov, otro gran equipo.
De hecho el gol que consiguió Van Basten en la final, con una volea que superó por alto a Dassaev, ha pasado a los libros como uno de los mejores de la historia.
uecia’92: Dinamarca, de la playa a la gloria
1992 fue el año de los Juegos Olímpicos de Barcelona, en los que España ganó el torneo de futbol masculino, pero también el que deparó una de las más grandes sorpresas en la historia de la Eurocopa, porque Dinamarca, que estaba eliminada y sus hombres de vacaciones, aprovechó la invitación por la baja de Yugoslavia tanto que se proclamó campeón de Europa en Suecia.
Eran los años en los que los fenómenos sociopolíticos y bélicos afectaban al este de Europa, tanto que la disgregación de la URSS provocó que su selección se presentara bajo las siglas de CEI (Confederación de Estados Independientes) y que Yugoslavia recibiera la prohibición de participar por el conflicto interno y la oposición de las repúblicas que estaban surgiendo.
Por ello, se dio la baja en la fase final a Yugoslavia, que había ganado el grupo IV de la fase previa y se cubrió su vacante con Dinamarca, que había sido segunda. Sus futbolistas estaban gozando de las vacaciones cuando recibieron la noticia.
La final, disputada en el Estadio Ullevi de Gotemburgo, fue la culminación y el estallido definitivo de la “dinamita roja” como es conocida la selección danesa. Dinamarca venció a Alemania... y a todos. De estar en la playa había pasado a encontrarse celebrando un éxito sin precedentes y casi sin la mínima preparación.
Inglaterra’96: Alemania logra la triple corona con gol de oro
El futbol volvió a casa, como rezaba la canción oficial de la Eurocopa de Inglaterra’96 y lo hizo con la ratificación de la frase del delantero inglés Gary Lineker: "El futbol es un deporte de once contra once en el que siempre gana Alemania".
Porque así ocurrió. Una vez más de nada valió que los rivales fueran superiores y mandaran. A la postre, de nuevo, ganó la selección germana.
Oliver Bierhoff, quien saltó al campo en el segundo periodo en sustitución de Mehmet Scholl, derrumbó el sueño de la recientemente creada selección de la República Checa, que presentó un equipo novedoso, joven y con mucho futuro.
Ahí estaban jugadores como Pavel Nedved, Karel Porbosky o Patric Berger, que fueron creciendo durante el torneo, el primero con dieciséis equipos, que quedaron divididos en cuatro grupos.
Fue un sueño muy bonito que casi se hace realidad. De no haber surgido el carácter luchador de los alemanes y el acierto de Bierhoff el éxito podría haber volado a Praga, pero, una vez más, ganó Alemania.
Bélgica/Holanda’00: Francia logra el doblete de oro
La selección francesa, que se había proclamado campeona mundial en 1998, consiguió el “doblete” con la obtención de la Eurocopa de Bélgica y Holanda 2000 gracias a un gol de oro en la final ante Italia, que rozó el título con los dedos de las manos.
El equipo galo, liderado por Zinedine Zidane, cumplió con su condición de favorito, asignada por su título mundial y por el potencial de una plantilla en la que Roger Lemerre, sucesor de Aimé Jacquet, supo aunar con eficacia veteranía y juventud.
Sin embargo en la final, en la que se midió a Italia, Francia tuvo el juego perdido. Pero cuando el partido alcanzaba el silbatazo final los galos encontraron la supervivencia con un remate de Sylvain Wiltord y en la prórroga lograron su segundo título europeo gracias a un gol de oro de un joven David Trezeguet.
Italia no podía creérselo. Lo había tenido ganado, pero Francia, con un gran equipo, no se rindió y entre la fe y la fortuna, le arrebató la gloria y confirmó su condición de mejor selección de la época.
Portugal 04: Acoge la gran fiesta del futbol europeo
Portugal, que acoge por primera vez una fase final de la Eurocopa de selecciones, reunirá del 12 de junio al cuatro de julio a las mejores estrellas del continente europeo en una competición en la que Francia, vigente campeón, parte como favorita para revalidar el título, aunque se encontrará con rivales de entidad como España, Inglaterra, Portugal, Holanda o Alemania.
La duodécima edición del torneo comenzará en el estadio Do Dragao (del Dragón) de Oporto (Norte) el 12 de junio con el partido Portugal-Grecia, aperitivo de los 31 encuentros que protagonizarán 16 selecciones, y que tendrá su final en Lisboa el cuatro de julio.
Francia favorita para ganar la Eurocopa de Portugal
Francia se ha resignado a perder a su entrenador, pero está decidida a defender su título de campeón de Europa a partir del sábado en Portugal.
El anfitrión Portugal, Italia (subcampeón en el año 2000), la República Checa, Inglaterra, Alemania, Holanda y España son los principales rivales de Francia para ganar la Eurocopa.
Sin embargo, Francia sigue siendo el equipo a batir, el favorito para retener el título por primera vez en los 44 años de historia de la competición.
Francia lleva sin perder 18 partidos y no ha encajado un gol en casi un año, la mejor marca de los dieciséis finalistas.
Decidida a tener éxito con su estilo después del fracaso del pasado Mundial 2002, Francia dejó ver una inusual tenacidad cuando se impuso a Ucrania por 1-0 con un gol de Zinedine Zidane en el minuto 88 del último amistoso.
Su próximo rival es Inglaterra en Lisboa el domingo, en el que será uno de los partidos más esperados del torneo.
Muchos de los jugadores franceses juegan en clubes ingleses, por lo que el partido tendrá la intensidad de un gran clásico e Inglaterra, que le ganó 6-1 a Islandia, estará igualmente dispuesta a comenzar con una victoria.
Inglaterra, además de Francia, tiene que preocuparse por sus propios seguidores.
La UEFA ha amenazado a Inglaterra con la expulsión inmediata si se repiten los incidentes provocados por los “hooligans” en la anterior Eurocopa, en 2000. El seleccionador de Inglaterra, el sueco Sven-Goran Eriksson, ha pedido a los hinchas que se comporten.
Croacia, que le ganó a Dinamarca por 2-1 en su último partido de preparación y Suiza, que se impuso 1-0 ante Liechtenstein, completan el grupo de Francia.
Portugal, encuadrado en el mismo grupo que España, abrirá el torneo contra Grecia en Oporto el sábado.