LOS ÁNGELES, EU.- Después de una temporada llena de altibajos, los Lakers de Los Ángeles buscarán un final digno de Hollywood cuando se midan a los Pistons de Detroit en las finales de la Asociación Nacional de Basquetbol (NBA), que podría marcar el fin de una era.
Como si fuera una serie de televisión, la gente de negocios que llena el Staples Center en Los Ángeles cada noche sabe que todo espectáculo, no importa lo exitoso que sea, debe terminar y esperan lo que podría ser el episodio final de la "novela de los Lakers".
Los Lakers, liderados por Kobe Bryant y Shaquille O’Neal, intentarán conseguir la cuarta corona de la NBA en cinco años y el último festejo antes que el equipo que dominó las últimas temporadas sea desmantelado.
Bryant afronta un juicio por agresión sexual en Colorado, mientras que Karl Malone, de 40 años, podría seguir su camino hacia el retiro y el Salón de la Fama.
Si los Lakers ganan, el veterano entrenador Phil Jackson sumará su décimo título, uno más que Red Auerbach y se convertirá en el más exitoso de la NBA.
Pero Jackson no tiene contrato para la próxima temporada y no dijo qué será de su futuro.
Después de haber pasado la etapa regular con lesiones, riñas y los problemas legales de Bryant sobrevolando al equipo, los Lakers lograron separar las diferencias y las distracciones y salieron adelante en los partidos de postemporada.
Un gran ataque contra una defensa brillante
Alternando sus apariciones ante la corte en Colorado y los partidos de postemporada, Bryant no dejó que la situación legal afecte su actuación, jugando grandes partidos que incluyeron un promedio de 25 puntos por juego, el mejor de su equipo.
O’Neal, el Jugador Más Valioso de los Lakers las últimas tres veces que el equipo de Los Ángeles ganó el título, tuvo un promedio de 20 puntos y 13.9 rebotes aunque aún debe dejar su marca en los partidos de postemporada.
Cuando está en etapa definitoria, O’Neal generalmente se eleva a otro nivel y suma un promedio de 34.2 puntos, una cifra que sólo es superada por las actuaciones de Rick Barry.
A pesar de haber ganado tres títulos en las últimas cuatro temporadas, a los Lakers no les falta motivación.
Malone y Gary Payton, las dos grandes adquisiciones de la temporada, llegaron con la intención de ganar el título por primera vez y no desaprovecharán la posibilidad.
Derrotar a los Lakers será una prueba difícil hasta para Detroit, el mejor equipo de la NBA en defensa, que pelea por el título por primera vez desde 1990.
