La obesidad puede reducir años de vida, y mientras más joven se es, más años se pueden perder, dijeron investigadores.
"Nuestros resultados confirman que la obesidad es un importante problema de salud pública que, al parecer, reduce notablemente la esperanza de vida, en especial entre individuos en grupos de edad más jóvenes", escribió el autor del estudio.
Quienes padecen de sobrepeso pueden presentar síntomas como ser grandes roncadores debido al reflujo gastroesofágico; en ocasiones despiertan ahogados, es lo que se llama apnea del sueño, por la grave dificultad respiratoria que significa el tener los pulmones prácticamente colapsados.
También los obesos mórbidos -exceso de más de 40 kilos- son menos fértiles, las mujeres padecen trastornos menstruales y una incidencia mayor de cánceres como el de mama y uterino. Además, son víctimas frecuentes de infarto cardiaco y ataques cerebrales, a esto hay que agregar problemas psicológicos que arrastran habitualmente, especialmente si han sido obesos desde niños.
El doctor José Manuel Covarrubia, presidente de la Sociedad de Obesidad de Baja California, dice que un aspecto básico para bajar de peso es hacer más ejercicio. "Caminar 10 mil pasos es lo adecuado para considerar un día levemente activo. La idea es tratar de hacer un ejercicio de leve a moderado en un tiempo prolongado", agrega.
Para la nutrióloga Araceli Suverza Fernández, coordinadora de Nutrición Clínica de la Universidad Iberoamericana de la ciudad de México, una dieta no puede ser utilizada para todas las personas, depende de su constitución, actividad, de su metabolismo, no puede ser algo general. Comenta que para bajar de peso se debe tener en cuenta que el fin debe ser disminuir la grasa corporal.
A este respecto expresa que: "La proporción ideal es que por cada kilogramo que la persona baje de peso debe perderse 750 gramos de grasa y el resto es entre agua y masa muscular que se pierden con cualquier dieta".
Y lo más importante, señala, es saber seleccionar los alimentos y siempre será posible comer rico.
El doctor Alpízar Salazar asegura que en el mundo sólo hay tres fármacos autorizados para el tratamiento de la obesidad. La mayoría son elaborados con tres tipos de sales, una de las cuales es orlistat, cuyo nombre comercial es Xenical de los laboratorios Roche. Este medicamento trabaja localmente en el intestino para impedir la absorción de grasa en 30%. Es el fármaco con mayores estudios científicos de extremo rigor en los que han participado más de 30 mil pacientes, y desde su lanzamiento al mercado en 1998 ha sido utilizado por 16.5 millones de personas en todo el mundo.
Los pacientes que utilizan Xenical, dice el especialista, y siguen una dieta baja en grasas pueden perder dos veces más la cantidad de peso que las que sólo siguen un régimen alimenticio.
Se indica que este medicamento ataca a otras enfermedades que acompañan a la obesidad como es la diabetes, la hipertensión, aumento de lípidos y un importante número de factores de riesgo cardiovascular.
El doctor Manuel Portillo, cirujano general gastroenterólogo, asevera la cirugía bariática se puede emplear cuando han fracasado los tratamientos como dietas y ejercicio. Se trata, apunta, de la opción final, aunque muchos pacientes la como primera elección.
En Estados Unidos, afirma, se estima que más 100 mil obesos adultos han utilizado éste procedimiento. En México no se tienen estadísticas pero "según lo que he observado de los pacientes obesos entre 6% y 7% llegan a un procedimiento quirúrgico.
"La cirugía que hacemos es el bypass, consiste en disminuir el volumen de la cámara gástrica: eliminar del 60% al 70% el volumen gástrico. Es un procedimiento irreversible. Además, en la mayoría de los casos, se requiere cirugía plástica en el abdomen, pecho y cara." Un nuevo dispositivo se llama "estimulador gástrico" y es algo parecido a un marcapasos cardiaco, pero en lugar de estimular el corazón, se adhiere a la pared del estómago para reducir la sensación de hambre.
El invento consiste en un generador de impulsos eléctricos poco más grande que una moneda de cinco pesos, que se injerta en la piel del abdomen y se conecta al estómago con dos alambres. La operación toma menos de una hora y es un proceso laparoscópico con pacientes ambulatorios.
