Alejandro Ahumada prepara un material bibliográfico en el que rescata datos que no están en la versión oficial
PRIMITIVO JAVIER GONZÁLEZ M.
EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- Con motivo del próximo centenario de la ciudad de Torreón -en 2007-, Alejandro Ahumada Rodríguez prepara un libro sobre su historia, en el que rescata información no considerada en la versión oficial, pese a que todavía no consigue financiamiento del Municipio ni alguna empresa lagunera para su publicación.
El detonante que impulsó a Torreón fue el ferrocarril. ?Toda la historia inicia poco antes de llegar el Ferrocarril Central que tenía que llegar a Lerdo, allá por 1883, cuando empieza a darse un movimiento por parte del gobernador de Durango, Francisco Gómez Palacio, para llevarlo a la capital duranguense?.
El ingeniero agrónomo de profesión, Ahumada Rodríguez, recuerda que incluso surgió una versión en el sentido de que Ciudad Lerdo no quería la estación del ferrocarril porque hacía mucho ruido y otras especulaciones.
?Llegué a los archivos de la Universidad Juárez del Estado de Durango (UJED), donde tienen periódicos de esa fecha y me van narrando cómo se fue dando esto. El entonces Gobernador Gómez Palacio intenta mover el ferrocarril, porque era la ciudad importante, pero el Ferrocarril Central Mexicano no tenía intenciones de llegar a Durango, por costos y tiempos?.
El ferrocarril llega a la Comarca en 1883 y pretendía entrar a Torreón pero en ese tiempo no se dio, en virtud de que Juan Nepomuceno Flores era el dueño de las tierras y en su momento no quiso. Ese fue el principal motivo.
?Santiago Lavín es el que hace llegar el ferrocarril a lo que se llamaba estación Santa Rosa y promueve la instalación de un tranvía de Lerdo a esa estación cuyo trazo era hacia Torreón?.
Las tierras que tenían que ocupar las vías férreas pertenecían a la señora Zuloaga, que en su momento las tenía hipotecadas y al llegar el ferrocarril hace tratos pero las pierde y luego son adquiridas por dos personas de México que conforman la Sociedad Rapp Sommer, que se queda con todas las tierras y las del rancho del Torreón.
Rapp Sommer hace un trato con el Ferrocarril Central y en lugar de vender el terreno le cede el paso de vía, pero a cambio de una estación grande de pasajeros y otra de carga para mover el algodón, ya que era el principal cultivo. El contrato se firma un mes antes de la llegada del Ferrocarril, que es el 23 de septiembre de 1883.
En base al contrato de referencia, el Ferrocarril Central instala una estación en Gómez Palacio y otra en Torreón, la cual, Andrés Sahuayo, representante de la señora Zuloaga y Andrés Eppen, de los otros propietarios, proponían un lugar específico para su ubicación, pero el Ferrocarril Central hace caso omiso y la instala donde quiere, sólo para cumplir con el contrato.
Ante las evidentes irregularidades, empieza un pleito legal promovido por la empresa Rapp Sommer contra el Ferrocarril Central, en un juicio que se ventila en México. El Ferrocarril Central pierde y es obligado a construir una estación grande, pero todo esto ya para 1988.
A partir que se pone la estación, empieza a tomar importancia el rancho de Torreón y se va edificando el Municipio, se instala el Registro Civil y luego de pertenecer a Viesca pasa a Matamoros. Más tarde se crea la Congregación, hasta 1907, que es cuando asciende a rango de ciudad.
Otro detonante del crecimiento vertiginoso de Torreón, resalta, es el Decreto de Exención de Impuestos, lo cual atrae la industria y comercios, dejando atrás a Gómez y Lerdo. Existen documentos periodísticos donde Lerdo y Gómez reclaman a Durango el hecho de no exentar impuestos, ya que la gente se iba a Torreón
Con dos años de documentarse sobre esa parte de la historia regional, Ahumada Rodríguez destaca que la estación no se llamaba todavía Torreón, como lo consigna la historia oficial, sino Matamoros, ya que todavía pertenecía al municipio matamorense. ?Yo atribuyo esa omisión a que no fueron encontrados esos documentos, ya que el juicio se realizó en la Ciudad de México?.
El nombre de Estación Torreón, dice, la toman como si fuera desde su origen, pero cambia en 1888, ya cuando empieza a crecer y tener mayor movimiento económico.
Por otra parte, señala, se habla que Francisco Gómez Palacio renuncia al perder el pleito mediante el cual quería llevarse la estación a Durango, pero no es así, ya que continúa como Gobernador cuatro años más y pretende reelegirse a través del fraude y acaba huyendo.
En la historia oficial, dice, no aparece la versión en la cual se le atribuye a Andrés Eppen la llegada del Ferrocarril Internacional, que debería cruzar el Nazas más arriba de la Comarca pero no consigue el presupuesto para construir el puente que atraviese el río, cuestión que obliga al ferrocarril ir bordeando el puente hasta llegar a Torreón.
?Al adentrarme más en la historia de Torreón, me di cuenta que el Archivo Histórico no tiene mucha información de 1883 a 1910, en virtud que durante la Revolución hubo quema de documentos, además que gran parte de la documentación está en archivos de la Ciudad de México o Ramos Arizpe, Coahuila?.
En 2003 el historiador presentó un proyecto al Municipio y diversas empresas con la finalidad de digitalizar toda esa información e incorporarla a Torreón, pero no ha sido autorizado por falta de interés o presupuesto, aunque no pierde las esperanzas de lograr su objetivo con la actual Administración Municipal.
Originario del Distrito Federal, pero con 20 años en La Laguna, Ahumada Rodríguez ya tiene documentación disponible en Internet en la página www.estacióntorreón.galeón.com, ahí también está otra página estacióntorreón, con galería de fotos a las que pueden tener acceso los interesados.