Resaltan la necesidad de hacerse una valoración oftalmológica periódica, ya que los ojos sufren desde visión borrosa, glaucoma, catarata o retinopatía, enfermedades derivadas de la diabetes..
Nada hay como la prevención y más cuando el organismo ha sido minado por alguna enfermedad crónico-degenerativa, como es el caso de la retinopatía, que afecta a muchos mexicanos, sobre todo a aquellos que padecen de diabetes, mal que los coloca en la primera línea del peligro.
Recientemente arrancó la Campaña Permanente de Orientación sobre Retinopatía Diabética, emprendida por la Sociedad Mexicana de Oftalmología y la Asociación Mexicana de Retina con el fin de informar sobre esta bomba de tiempo que amenaza con dinamitar la salud de los diabéticos.
Los especialistas dicen que quienes viven bajo esta amenaza deben estar informados sobre la posibilidad de desarrollar una retinopatía diabética, así como de estar conscientes de la importancia que tiene el control para su prevención.
También se resaltó la necesidad de hacerse una valoración oftalmológica periódica, ya que los ojos sufren desde visión borrosa, glaucoma, catarata o retinopatía, enfermedades derivadas de la diabetes.
La campaña incluye a la comunidad médica, toda vez que la pérdida de agudeza visual no se remedia con la prescripción de lentes o un cambio de éstos. El paciente diabético debe revisar la salud de sus ojos con un especialista.
En México cerca de 60% de las personas que han padecido diabetes durante más de 15 años presenta algún grado de retinopatía diabética, enfermedad caracterizada por un deterioro de los vasos sanguíneos provocado por las altas concentraciones de azúcar en la sangre.
Este problema se presenta en personas que han padecido diabetes por largo tiempo, es importante señalar que este padecimiento aparece más pronto y con mayor severidad en quienes desarrollan la diabetes desde la infancia o juventud.
La atención especializada y el diagnóstico oportuno son vitales para evitar la pérdida de la visión, toda vez que en México se estima que 8% de la población tiene diabetes mellitus, lo cual puede provocar otros padecimientos en los ojos como catarata, glaucoma y visión borrosa.
Existen circunstancias que pueden precipitar o agravar la aparición de la retinopatía diabética como la hipertensión arterial, el embarazo, los problemas de riñón causados por la misma diabetes, entre otros.
Esta enfermedad no tiene síntomas hasta que generalmente se encuentra muy avanzada. En estos casos puede presentarse como una baja progresiva o repentina de visión, sin dolor y sin causa aparente. Pero estos trastornos oculares pueden pasar inadvertidos y sólo descubrirse mediante un examen rutinario de la vista. De ahí la importancia del constante control de los niveles de azúcar, el uso adecuado de los medicamentos y la dieta prescritos, así como la revisión regular por el oftalmólogo.
De acuerdo con su severidad, la retinopatía diabética se ha dividido en dos: la retinopatía de fondo que es sólo la fase inicial de la retinopatía diabética y la retinopatía proliferativa, que es una etapa más avanzada y grave ya que, de no tratarse a tiempo, puede llevar a la ceguera definitiva.
En todos los casos, la mejor forma de vigilar la progresión de la retinopatía diabética es el examen ocular hecho por un oftalmólogo, quien podrá diagnosticar la retinopatía diabética, revisarla con cierta regularidad y dar tratamiento. S036
