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La soya reduce el riesgo de cáncer

Se aconseja consumir 34 miligramos o más de la planta entera de soya en dos dosis diarias.

Londres, (EFE).- Una dieta rica en productos derivados de la soya reduce el riesgo de contraer cáncer de útero, según pone de manifiesto un estudio publicado en la revista "British Medical Journal".

El estudio hecho entre 1.700 mujeres en China revela que las que consumieron mayor cantidad de alimentos como tofu o brotes de soya, tenían menos probabilidad de desarrollar cáncer de endometrio (membrana que tapiza la cavidad uterina).

Científicos del Instituto de Cáncer de Shangai examinaron a 832 mujeres que habían sido diagnosticadas con ese mal entre 1997 y 2001 y a 846 mujeres sanas del mismo grupo de edad, entre 30 y 69 años.

Compararon la cantidad de alimentos a base de soya consumidos por todas durante cinco años y constataron que las enfermas habían tomado menos.

Los expertos concluyeron que la soya, que contiene isoflavonas, un componente vegetal que es un estrógeno natural y funciona como un posible agente anticanceroso, contribuía a reducir el riesgo de cáncer sobre todo en las mujeres con sobrepeso.

En general, la incidencia del cáncer de útero en las mujeres de los países asiáticos es un tercio menor que en Occidente, donde se consume menos soja.

Soya.

La Organización Mundial de la Salud ha otorgado a la soya el máximo valor que puede llegar a tener un alimento protéico, gracias a su alto provecho nutricional, similar al de carne, huevo, leche y pescado, además de que no contiene colesterol.

Su origen es China; fue usada en Japón hace más de 2000 años y fue traída a occidente desde principios del siglo XX. Este nutrimento milenario está constituido por 38% de proteínas, las que a su vez engloban todos los aminoácidos que necesita el ser humano, es decir, los llamados esenciales (fenilalanina, isoleucina, leucina, lisina, metionina, threonina, tryptophano y valina, entre otros), que sólo pueden ser adquiridos a través de los alimentos.

La soya, cuya producción es muy barata, es un alimento rico en vitaminas, especialmente del complejo B: vitamina B1 (tiamina), B2 (riboflavina), B3 (niacina), además de ácido fólico y minerales como calcio, hierro y fósforo.

Existen tres tipos: blanca, roja y verde. Esta última es la soya que aún no madura, por lo que no contiene grasa y se puede consumir en forma de germen; por otro lado, la soya roja es muy útil para sustituir leguminosas como lentejas, que contienen mayor cantidad de fécula (hidrato de carbono que se encuentra principalmente en las células de las semillas de muchas plantas) y menos ricas en proteínas.

Uno de los derivados de la soya que es muy apreciado gracias a su bajo precio y a su fácil proceso de refinación, es el aceite, ya que no contiene colesterol y es muy recomendable para las personas que sufren aterosclerosis (obstrucción de las arterias por cúmulo de grasa que dificultan el paso de la sangre).

La leche de soya, por su parte, es rica en proteínas, por lo que resulta ideal para los niños a quienes el lácteo de origen animal les produce problemas de digestión y cólicos.

Amiga de la mujer

Esta planta tiene alto contenido de fitoestrógenos (sustancias similares a los estrógenos que producen las mujeres en su vida fértil), por lo cual se recomienda para reducir considerablemente los trastornos del climaterio, como sofocos, irritabilidad, insomnio y sudoraciones.

Los mismos fitoestrógenos son actualmente producto de estudio, pues se considera que contienen propiedades anticancerígenas y que detienen la proliferación de células cancerosas en pecho y útero. Asimismo, se investigan sus cualidades antioxidantes (evitan el envejecimiento acelerado del las células por acción de agentes como tabaco, contaminación y otros) el papel que pueden jugar en la mejoría de la mineralización de los huesos, previniendo y combatiendo la osteoporosis, que aparece a partir de la menopausia

Tofu.

No es precisamente una planta, sino más bien es derivado de una de ellas, la mencionada anteriormente soya, cuyas semillas se ponen a remojar para posteriormente cocerlas; el líquido obtenido se llama leche de soya, y tras recibir un coagulante natural (generalmente vinagre de manzana o jugo de limón) da origen a un "requesón" que recibe el nombre tofu, el cual puede comerse de muchas formas, entre ellas en croquetas, paté o salchichas. Además de aliviar las molestias del climaterio, previene la descalcificación de huesos, la acumulación de grasa en las arterias, infartos y cáncer.

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