A través del sudor excretamos aproximadamente medio litro de agua por día.
FILADELFIA, /PRNewswire/ .- La hiperhidrosis, o sudoración excesiva, es un problema médico común que afecta a aproximadamente 7 millones de estadounidenses a los que frecuentemente no se les diagnostica ese problema.
El cuerpo humano tiene de dos a cuatro millones de glándulas sudoríparas y muchos creemos que sudamos normalmente.
Sin embargo, cuando las personas sudan mucho más de lo necesario para regular su temperatura corporal, y por esa razón se sienten extremadamente apenadas, ansiosas y limitadas en sus actividades personales o laborales, es probable que padezcan una forma de hiperhidrosis.
Para ese problema, es obvio que se consulte a un médico con experiencia específica en su tratamiento.
"He vivido con hiperhidrosis durante más de 20 años, y ese problema ha afectado tremendamente casi cada día de mi vida, ya sea cuando le estrecho la mano a alguien o cuando mis pies chapotean cada vez que uso sandalias", contó Michael, un estudiante de medicina en Filadelfia. "A través de los años he acudido a muchos médicos y probado muchos tratamientos. Pero gracias al 'Physician Finder' de la Sociedad Internacional de Hiperhidrosis finalmente encontré un médico con muchos años de experiencia en el tratamiento de la hiperhidrosis, y confío en que encontrará la forma correcta de vencerla".
Al igual que muchos problemas médicos, un diagnóstico apropiado es clave para un tratamiento exitoso. Los pacientes con hiperhidrosis primaria se quejan de sudor excesivo en ciertas zonas del cuerpo: debajo de los brazos, en las manos, en la cara y en los pies. Algunas veces, existe un historial familiar de la enfermedad y con frecuencia los síntomas comienzan en la adolescencia.
"Hay muchos tratamientos altamente efectivos para esa enfermedad; sin embargo, los médicos deben informarse sobre las normas clínicas de cada uno de esos tratamientos. Como recurso central para la capacitación médica y la información pública sobre la hiperhidrosis, la Sociedad Internacional de Hiperhidrosis espera conectar a los pacientes con médicos experimentados que comprendan ese problema y puedan ayudar", señaló David M. Pariser, MD, presidente de la Sociedad Internacional de Hiperhidrosis, secretario y tesorero de la Academia Americana de Dermatología y profesor de Dermatología en la Escuela de Medicina de Eastern Virginia, en Norfolk.
Para más información sobre el 'Physician Finder' de la Sociedad Internacional de Hiperhidrosis, visite http://www.SweatHelp.org.
El sudor
El sudor es generado por miles de glándulas diseminadas por todo el cuerpo que se vierte a través de un número igual de poros sobre la superficie de la piel. Su principal objetivo es regular la temperatura corporal, sobre todo cuando ésta se eleva al realizar ejercicio físico o por causa del medio ambiente, pero en ocasiones alguno de estos factores puede provocar que se pierdan hasta 11 litros de líquido en un día, lo que sin duda es nocivo para la salud por la cantidad de sales que se desechan.
Los especialistas reconocen dos tipos de glándulas sudoríparas: las ecrinas, que producen mayor cantidad de sudor y que se encuentran uniformemente distribuidas en la piel. Las otras se denominan apocrinas, y se forman en axilas, ingles y el área genital antes del nacimiento, pero empiezan a ser funcionales hasta la pubertad y se activan cuando se experimentan fuertes emociones, desde coraje o miedo hasta excitación sexual.
El sudor en su origen no tiene olor molesto; éste se debe a las bacterias que proliferan en las zonas húmedas y cálidas del cuerpo, donde se acumula. Sin embargo, a lo largo de la historia del hombre se han empleado una serie de compuestos o fórmulas para ocultar el mal olor o para impedir que el sudor se manifieste.
Ahora bien, la humedad en las manos, al igual que la que baña el cuerpo entero, es producto de la emoción, fiebre, calor o ejercicio. En las palmas de las manos hay 400 glándulas sudoríparas por centímetro cuadrado, y su estimulación con frecuencia se asocia con estados de tensión y ansiedad. En cambio, el sudor frío que parece helarnos el cuerpo es resultado de un miedo que está al borde del pánico.