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MÉXICO, DF.- Son imágenes y frases del día a día en la televisión. Una sensual mujer en bikini seduce ante las cámaras a uno de los invitados (La Vecina); otra (caracterizada por un hombre) hace reír al público con palabras altisonantes dichas a medias (Márgara Francisca); mientras que la frase: "arriba, arribototota", de Adal Ramones, que hace alusión a un momento pasional entre dos personas, ya forma parte del vocabulario diario de muchos jóvenes Para la Asociación Civil A Favor de lo Mejor, esto sólo es muestra del "uso de lenguaje vulgar, malsonante, de doble sentido y albures en televisión" que se ve en programas como El baño, Otro Rollo, No Manches y Big Brother, entre otros.
Pero para los representantes de estas producciones, su trabajo es una manera de entretener al público, al cual consideran con un criterio amplio; además, argumentan que requieren innovaciones para captar su atención. De cualquier manera, en su mayoría, coinciden en que debería ser modificada la Ley de Radio y Televisión, la cual fue creada en 1960 y tuvo una última reforma en 2000.
Según una lista elaborada por A Favor de lo Mejor, algunos programas como Otro Rollo, No Manches, El Baño y Big Brother, incurren en esto.
"Otro Rollo hace uso frecuente de lenguaje coloquial propio de jóvenes, están presentes con frecuencia frases en doble sentido con alusiones sexuales, lenguaje vulgar y malsonante parcialmente editado o suprimido, así como frecuentes deformaciones de lenguaje.
"En Big Brother, las vulgaridades son una constante, además de que los participantes hacen uso de lenguaje malsonante. Con No Manches se presentan vulgaridades y ocasionalmente están presentes situaciones escatológicas; mientras que El Baño recurre a la vulgaridad, el albur, al doble sentido con fuertes connotaciones sexuales", describe la asociación.
A Favor de lo Mejor indica que el número de quejas que reciben es variable; éstas llegan a través de su página de Internet; y oscilan entre las 600 ó 700 quejas por programa a la semana.
La instancia gubernamental asegura que actualmente ha hecho llegar varios extrañamientos a algunos programas e, incluso, otros se encuentran en un proceso administrativo (en un tribunal para determinar si son acreedores de alguna multa o no).
Opinan los protagonistas
Para Pedro Torres, director de Endemol México y productor de Big Brother, e Israel Jaitovich, conductor y productor de El baño, los tiempos cambian, y con ello, los gustos en televisión y la forma de pensar de las personas; por ello suponen que debería modificarse la Ley de Radio y Televisión.
"Como todas las leyes, ésta debe irse reformando, con mucha conciencia y la participación de todos los actores de los diferentes medios, pero sobre todo, el consenso de la ciudadanía. Los tiempos están cambiando y deben modificarse las leyes dentro de un marco legal", apuntó Torres.
El responsable de las cinco ediciones de Big Brother dijo sentirse "limpio", pues este programa "es de entretenimiento y los altos márgenes de audiencia indican que al público le está gustando este tipo de televisión".
No se la “bañan”
Jaitovich señaló que El Baño, programa que cumplirá un año el tres de junio, sufrirá cambios, debido a que ha crecido hacia un lado que no le satisface personalmente.
El conductor resaltó la situación en que muchos productores y realizadores de emisiones televisivas se encuentran al señalar que si bien "la ley debe ser modificada", gracias a la libertad de expresión que gozamos hoy día "sin que caiga en libertinaje. No conozco bien la Ley de Radio y Televisión, pero debe haber adentro tres o cuatro cosas que ya son completamente inoperantes que, tanto deben serlo, que suceden a diario en la televisión".
Destacó que México ha vivido una evolución en la libertad de expresión que antes no se había tenido, por lo que "ahora hay que darle una controladita". Y aún más, dijo estar de acuerdo con que se revisen los contenidos de los programas, "porque yo lo quería hacer en El Baño, el cual creció hacia donde no quería que lo hiciera". El conductor estrenará el próximo 17 de junio una nueva modalidad de su programa.
Defiende Omar sus “manchas"
Para Omar Chaparro, conductor de No Manches y Eduardo España, quien participa en Otro Rollo y personifica a la controvertida Márgara Francisca; el problema no es sólo el uso del lenguaje y contenido atrevido en diversos programas de televisión, sino la atención que deben poner los padres a lo que ven sus hijos. Coinciden los conductores que tanto No Manches como Otro Rollo, debido al horario en el que se transmiten, son programas dirigidos a mayores de 18 años.
"Creo que la gente pierde más la capacidad de admiración por lo que tienes que ofrecerle más cosas, aunque no por eso vamos a poner puro sexo, albures y malas palabras", explicaron.
El conductor, ganador de la emisión de Big Brother VIP 2, defendió su emisión al indicar que en ésta "no hay doble sentido, y si lo hay, es por medio de algún invitado que lo haga. En mi caso soy pésimo para hacer albures y el humor que he manejado es blanco, más bien lo llamaría humor extremo, un poco arriesgado".
Y abundó: "Creo que si los papás se quejan de que ven el programa sus hijos, a esa hora ya deberían de estar acostaditos".
En tanto, España comentó que su personaje Márgara Francisca a bajado de tono, sobre todo en los horarios matutinos en los que está expuesto a menores de edad.
Por otro lado aseveró que los mexicanos por naturaleza "somos pícaros y hacemos uso del humor negro". Por eso, "le he bajado de tono a mi personaje, pero no puedo cambiarlo en su totalidad porque así son sus características: es picaresco, como el mexicano".
Lalo España, quien saltó a la popularidad como uno de los comediantes de Otro Rollo, coincidió con Chaparro en cuanto a que es responsabilidad de los padres de familia lo que ven sus hijos por televisión.
"En lo personal me preocupan los programas amarillistas y sensacionalistas que para jalar auditorio transmiten imágenes violentas, que sean realmente dañinas para cualquier ser humano", concluyó.
Se vive en otra realidad
Monteserrat Oliver, quien junto Yolanda Andrade conducen Las Hijas de la Madre Tierra, programa que salió del aire por televisión abierta debido a que ambas irán a Atenas 2004, reflexionó sobre el caso y aseguró que es imposible no enseñarle el mundo actual a las nuevas generaciones.
"No podemos vivir en una esfera y no enseñarle nada a nuestros hijos porque tarde o temprano se topan con el mundo. Nosotras mostramos drogas pero hablamos de sus efectos y consecuencias, por lo que siento que tenemos que ser más abiertos pues hay de todo y tenemos que respetar a la gente tal y como es", refutó.
Vivimos en un mundo, acotó, donde existe la homosexualidad, las drogas, los discapacitados, la infidelidad, la poligamia y muchas otras cosas que si se hablan de ellas, deben mostrarse fuera de la vulgaridad y la falta de respeto.
"En México nos hace falta más apertura, pero tenemos que cuidar al mismo tiempo los mensajes que mandamos por un medio de comunicación", abundó.
Asimismo, explicó que los programas de televisión en la actualidad basan su éxito en el rating, debido a que hay un negocio de por medio, y para ello en algunos casos se utiliza la vulgaridad, "y al público lo acostumbran y lo único que quiere después es vulgaridad".
En la búsqueda de opiniones en torno a este asunto, se podrían citar a muchos otros involucrados en emisiones no sólo televisivas sino radiofónicas, no obstante la controversia entre lo que la televisión, radio u otro medio de comunicación puede o no transmitir, seguirá siendo tema de revisión en éste y los siguientes sexenios.
¿Qué dice la ley?
Según el Reglamento de la Ley Federal de Radio y Televisión, en materia de concesiones, permisos y contenidos, en el índice cuarto del artículo 34, capítulo VI del título quinto, a las personas que participen en la preparación o realización de programas y propaganda comercial por radio y televisión, se les prohíbe hacer uso de frases o escenas de doble sentido, así como palabras, actitudes o imágenes insultantes.
-La Dirección General de Radio, Televisión y Cinematografía, dependiente de la Secretaría de Gobernación, asegura que está pendiente de las anomalías en que puedan caer las diversas transmisiones; sin embargo, éstas siguen al aire sin que reciban una llamada de atención.
-No obstante, RTC destaca que antes de censurar un programa previo a su difusión, éste tiene que ser transmitido, y si una vez en el aire cae en alguna anomalía, la dependencia gubernamental realiza las observaciones o extrañamientos derivadas de su labor de monitoreo que procedan para que sean atendidas por los permisionarios (artículo 97, Ley Federal de Radio y TV).
-En caso de que éstas no sean atendidas, se imponen las sanciones administrativas correspondientes, desglosadas en el artículo 103 de dicha ley, que indica que se impondrán multas de cinco mil a 50 mil pesos en los casos de desobediencia a cualesquiera de las prohibiciones que para la correcta programación prevé el artículo 63 (Ley Federal de Radio y Televisión).
FUENTE: SUN-AEE
