Roma, (EFE).- La torre inclinada de Pisa (norte de Italia) recuperará la más famosa y antigua de sus siete campanas de bronce, que data de comienzos del siglo XVII, mediante una réplica exacta fundida en la localidad sureña de Agnone.
La campana original fue mandada construir en 1606 por el arzobispo Carlo Antonio Dal Pozzo y con sus 652 kilogramos de peso y un diámetro de cerca de un metro, había dejado de funcionar hace más de medio siglo.
Los artesanos de la fundición Marinelli han recuperado con gran precisión las antiguas técnicas para la fabricación de campanas y gracias al uso de moldes han logrado una réplica de gran exactitud.
Durante los últimos siglos, el uso de las campanas de la torre se había limitado mucho porque se pensaba que podía causar vibraciones que afectasen a la estabilidad de la construcción.
La torre de Pisa es el campanario románico de la catedral, de 55 metros de altura, y junto con el baptisterio forma un armonioso complejo que se yergue en la plaza de los Milagros, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
En 1993 se prohibió el tañido de las campanas, pero este año han vuelto a sonar, aunque solo en circunstancias excepcionales.
La torre inclinada, uno de los monumentos más famosos de Italia, fue abierta de nuevo al público -en grupos limitados- en diciembre de 2001, tras más de once años de cierre motivados por el riesgo de hundimiento, que se subsanó gracias a trabajos de consolidación que permitieron enderezarla cuarenta centímetros.
Antes del cierre, más de 800.000 personas subían anualmente a la torre, cuya construcción se inició en 1174, y que tras siglos de descuido y visitas incontroladas, se había inclinado 4,5 metros respecto a su eje, por lo que las autoridades tomaron la impopular medida del cierre ante el peligro de derrumbe.
