Tal parece que estamos viviendo una época en la que por desgracia es una constante que los efectos de la política y la economía, sean siempre en perjuicio de la sociedad. Esperemos al menos tenga razón el presidente Fox cuando dice que la “herida de la corrupción está supurando y pronto el cuerpo sanará”.
La verdad es que independientemente de que éste puede ser un buen deseo por parte del primer mandatario, no veo ni escucho una sola voz que trate de mediar ó atemperamentar las protestas ó reclamos que se escuchan por todas partes y que independientemente de justificarse pretextando una justa demanda de la sociedad, lo único que se está logrando tanto por los actores políticos y partidos incluyendo la mayoría de los medios de comunicación, es exacerbar a la opinión pública siempre en aras de la democracia ó de la libertad de expresión cuando lo único que se está logrando es crear un clima ominoso que a todos perjudica.
En mi opinión, todos éstos escándalos provocados por los videos en donde se observa a políticos en actos de corrupción, que suponíamos desterrados al menos en su estilo tradicional y que las cosas estaban cambiando pero desafortunadamente es sólo en los discursos que en los diversos foros escuchamos y vemos que desafortunadamente esto no es así; la credibilidad fue golpeada brutalmente y no sólo a la ciudadanía, sino también se ha vulnerado a las instituciones y se pone en duda el estado de derecho y hasta la gobernabilidad. Y es que no se trata sólo de los últimos casos que nos ocupa en éstos días, de hecho ya pasaron al olvido los problemas del Pemexgate, Los amigos de Fox, del Embajador de la OCDE con sede en París (dormimundo) con los gastos excesivos que realizó, el asunto no resuelto del Presidente y Senador del Partido Verde Ecologista y otros más en donde al parecer la simple restitución patrimonial deja resuelto el asunto de que se trate, todo ello a que siempre prevalecen los intereses político-partidistas y gremiales sobre el estado de derecho.
Estamos en medio de un caos provocado por acusados y acusadores que culpables o no lo importante es que parece ser que se litiga en los medios de comunicación, quienes también como es obvio una gran parte de ellos, conducen a la opinión pública a juzgar a quienes por alguna razón no les simpatiza. Lo que verdaderamente deberíamos de tratar y de lograr es que la ley se aplique con rigor y equidad, el estado de derecho debe prevalecer sobre cualquier interés, las instituciones no han sido creadas el día de hoy, forman parte de una historia de vicisitudes, luchas y pérdidas de vidas de millones de mexicanos, buenos y malos pero que nos dejaron las bases de un país digno que debemos de defender cada quien desde la posición que ocupamos; triste es ver que algunos están dejando ver a nuestra patria como si se manejara a base de traiciones, insultos, infundios y corruptelas que sin duda alguna es la imagen que estamos presentando al exterior, cuando hay millones de mexicanos dedicados al trabajo, a sus familias, al cumplimiento de una función social con honestidad, ética y moral.
Hoy conmocionados con tantos escándalos políticos y económicos se requiere alcanzar una participación más activa de todos los sectores sociales, para desarrollar múltiples mecanismos que fortalezcan las relaciones de solidaridad y responsabilidad en las instituciones políticas democráticas como la nuestra. Se requieren líderes que impulsen una cultura no sólo democrática sino además, que permita fortalecer las instituciones y un marco jurídico que garantice el cumplimiento de la Ley y evite la impunidad.
No hay otra manera, de lo contrario se aplicaría el aforismo: “Al hombre como el lobo del hombre” y a partir de ése momento la lucha por la existencia encadenará una agresión; insisto, no busquen despertar al México bronco.
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