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La visión desde el poder| Buenas relaciones, el secreto.- Anaya

POR LUIS GUILLERMO HERNÁNDEZ ARANDA

Conserva la sencillez a un año del poder. A Guillermo Anaya poco le preocupan los recortes presupuestales, su fórmula para llevar a cabo sus objetivos es llevarla bien con los Gobiernos Federal y Estatal.

Al Alcalde de Torreón no le preocupan los recortes: convierte un peso en tres

Torreón, Coah.- Guillermo Anaya afirma que un año en el poder no lo ha cambiado. Frecuenta a sus amigos de la Universidad Iberoamericana y acude a los centros comerciales acompañado por su familia. Ningún equipo de seguridad lo protege.

Asegura tener los pies en la tierra y no “creerse” demasiado el cargo que ostenta, no al menos para dejar de ser sencillo como él mismo se describe.

Acepta que su trabajo es desgastante y a los 37 años ya peina canas, las cuales aparecieron con el ejercicio del poder. Al preguntarle sobre su proyecto de ciudad, Guillermo Anaya no puede ocultar su entusiasmo. Son muchos los planes. Afirma que llevará a Torreón al progreso anhelado.

El Alcalde tiene un presupuesto de 730 millones para este 2004. El dinero ya está destinado a obras concretas: el Pabellón Hidalgo con estacionamiento incluido, la remodelación del mercado Alianza, además de la reubicación de los ambulantes. Guillermo Anaya afirma que a las administraciones anteriores les faltó voluntad para hacer estos cambios. Pero las ideas de progreso no terminan ahí, el Alcalde menciona el rescate del Centro Histórico -donde ahora el cableado será subterráneo- y la “Zona Rosa” ubicada en los alrededores de la Alameda Zaragoza.

Sentado en su despacho, Guillermo Anaya comenta que un tema importante a resolver en este año es el transporte público. Mismo que define como “dificilísimo”, debido al rezago histórico que existe.

“Estamos trabajando la base para la reestructuración de las rutas. Ganó el concurso una empresa seria con experiencia en la materia y tenemos muy claros los objetivos, metas y tiempos para ir logrando un transporte más digno. Ya tenemos los recursos apartados”.

Otro objetivo para 2004 es la ampliación a ocho carriles del Periférico y darle mayor fluidez al bulevar Diagonal Reforma, tal y como se hizo en el Independencia.

“Queremos lograr un Torreón moderno y sentar las bases para que las colonias marginadas salgan de la pobreza”, afirma entusiasmado.

Mientras que a la mayoría de los gobernantes del país el tema de los recortes presupuestales les produce dolor de cabeza, a Guillermo Anaya no parece preocuparle mucho. Afirma tener ya una estrategia para hacerles frente y así un peso convertirlo en dos o hasta tres. ¿Su fórmula mágica?: la buena relación con el Gobierno Federal y Estatal.

—Son muchos los planes que tiene, ¿qué obstáculos ve para hacerlos realidad?

—Pues solamente que pase algo extraordinario. Algo que no se tenga previsto en el Presupuesto de Egresos de la Federación y se hagan recortes sumamente grandes. Si no pasa así, vamos a ir sacando punto a punto todos nuestros objetivos como los hicimos en 2003.

Críticas y calificación

Antes de ser alcalde, Guillermo Anaya se había desempeñado como diputado federal y local. En esos días tuvo que lidiar con la prensa, pero su contacto no era diario como ahora. También la responsabilidad era menor. Además la agenda de los reporteros no siempre es la misma que la del Presidente Municipal.

“Hay veces que debes tener toda la información guardada en la mente para lo que te pregunten. Estar preparado para cualquier tipo de cuestionamiento que no sabes para qué lado vaya a ir. Tú traes tu agenda y piensas que eso es lo que va a surgir ese día y resulta que lo que tú traes en mente ni siquiera sale y aparece otra nota. Debes estar preparado para dar respuesta a ello de manera convincente, no solamente para los medios sino también para las personas que leen, ven y escuchan los medios”.

—¿Cómo toma las críticas Guillermo Anaya?

—Depende de quién vengan. Hay veces que sí te duele una crítica porque la piensas injusta, porque no se conoce todo. Somos humanos que a veces fallamos, que tenemos errores, pero todo esto lo tenemos que asumir con mucha madurez y con un cierto espíritu de aprendizaje. Si te equivocaste, pues a corregir, no podemos tomar las cosas personales porque éstos son los gajes del oficio.

Homosexuales, sexoservidoras, colonos, taxistas y muchos grupos más realizaron manifestaciones en la presidencia municipal en el año 2003. Guillermo Anaya relaciona las protestas a las elecciones celebradas el seis de julio. Confía que durante 2004 éstas desaparezcan.

—El primer año de su gestión no fue nada fácil. Sin embargo a cien días de estar en el poder en una entrevista publicada por El Siglo de Torreón el tres de abril se otorgaba un nueve de calificación, ¿ahora cómo se califica?

—Bueno, es muy difícil ponerse calificaciones, para muchos será muy baja, para otros alta, para algunos justificada e incluso injustificada. Yo me pongo en las manos de la sociedad, que ellos juzguen.

Imagen del Gobernador

Guillermo Anaya como todo político tiene aspiraciones. Sabe de la responsabilidad de su cargo y no las hace públicas, prefiere hablar de su administración. El futuro ya llegará, todo depende de los planes de su partido Acción Nacional, por ahora el cargo le absorbe toda su energía.

“La función de Alcalde es muy desgastante por la cantidad de tiempo que le debes dedicar a tantas cosas que pasan en una ciudad tan grande, tan importante como Torreón. Entonces la verdad es que voy a terminar mi período y esforzarme para que toda la obra planeada se realice y los hechos sean mi mejor carta de presentación por si llega una oportunidad en el futuro”.

Menciona usted la palabra desgastante ¿qué tanto ha cambiado la vida de Memo Anaya en el ámbito familiar al tener una responsabilidad como la de Alcalde? Perdóneme, pero ya aparecieron las canas.

—Fíjate que sí, ya aparecieron las canas. Eso ha cambiado, más arrugas y más canas. En lo personal trato de estar con los pies en la tierra, que no se despeguen ni un centímetro, para eso tengo una familia que siempre platica conmigo y me tiene muy bien ubicado. También están los amigos que fueron antes de que yo fuera Alcalde. Soy una persona sencilla, abierta, transparente y lo último que haría en la vida sería cambiar y creerme un Presidente Municipal, que soy una persona superior. Al contrario, ando siempre solo, rodeado de mi familia, de mis hijos y mis suegros.

El círculo de sus amigos de la Ibero y de la Pereyra ¿los sigue frecuentando?.

—Con menos continuidad pero nos seguimos juntando, a veces semanal o quincenalmente, a veces al mes, pero lo seguimos haciendo mis amigos de la infancia.

El gobernador, Enrique Martínez, habla de una muy buena relación con Anaya, donde existen puntos de identificación para trabajar en proyectos conjuntos.

—La verdad es que sí. Conocía al señor Gobernador por mi trabajo como diputado, en pocas ocasiones pude tratarlo de manera cercana, más bien tuve algunas reuniones institucionales con él. En ese tiempo yo tenía una opinión distinta a la que tengo ahora del Gobernador.

¿Tenía mala imagen de Enrique Martínez?

—No, responde el Alcalde mientras ríe, no era buena, pero no era mala, era simplemente diferente.

¿Cuando inició su gestión creyó tener tan buena relación?

—La verdad no. Pensé que no iba a ser fácil. Sobre todo porque Torreón es la ciudad más importante del Estado. Creí que iba a ser un constante golpeteo, un regateo de recursos y de desgaste por sacar adelante los proyectos. Pero desde el primero de enero que fue cuando tomé protesta, sentí una empatía natural con él y hablamos abiertamente de que cada quién tendría que hacer su función y que esa función tendría que ser responsable y no iba haber nada por debajo de la mesa. Al cumplir con esto la relación se ha facilitado, hemos tenido discusiones pero siempre llegamos a acuerdos.

Guillermo Anaya afirma que la desilusión en la población por la administración de Vicente Fox no afectará al PAN en las elecciones de 2006.

Ahora la gente vota más por los candidatos que por el partido, dice Guillermo Anaya.

- Ante ese planteamiento le hago una pregunta. Enrique Martínez quiere ser Presidente de la República, usted se lleva bien con él, ¿lo considera un hombre inteligente?, ¿tiene el Gobernador su voto?

Anaya no puede ocultar la risa, tal vez algo de nerviosismo por el cuestionamiento y tras una pausa responde:

“Él (Enrique Martínez) tendrá que hacer su lucha y trabajar dentro de su partido. Ojalá le vaya bien, pero yo ya tengo mi candidato dentro del PAN.

¿Quién es?

—Luego te digo.

¿No es Marta Sahagún verdad?

—No. Luego te digo a quién voy apoyar para que gane no sólo la candidatura sino la Presidencia de la República.

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