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La visión desde el poder | PRI: el enemigo en casa

Por Luis Guillermo Hernández Aranda

Para el mandatario las pugnas internas en su partido propician la autodestrucción .

Torreón, Coah.- Para el gobernador de Coahuila, Enrique Martínez, el PRI está en punto de quiebra. Los conflictos al interior del Revolucionario Institucional de los últimos meses provocados por el “divorcio” entre Roberto Madrazo y Elba Esther Gordillo lo hacen mostrarse escéptico sobre el futuro de su partido, al que está ligado para cumplir sus aspiraciones políticas: ser Presidente de la República.

Muchos lo pueden considerar un sueño sin sustento, para él no es así. El nombre de Enrique Martínez aparece cada vez con mayor frecuencia en medios nacionales, concediendo entrevistas por igual a periódicos que a noticiarios de radio y televisión.

La imagen de Enrique Martínez en espectaculares del Distrito Federal es ya cotidiana. Incluso se menciona el nombre de una asociación que apoya su candidatura: Amigos de Enrique. El fundador, René Chico Méndez, ex diputado federal y miembro del Consejo Político del PRI en el DF, anunció meses atrás que la estrategia para posicionar al titular del Ejecutivo estatal, será obtener el apoyo de la base militante y lograr una elección interna de consulta directa en condiciones democráticas.

“Es algo que me dio mucho gusto”, dice Enrique Martínez quien inmediatamente aclara: “nada tuve que ver para motivarla, fue espontánea y de manera natural llegó”.

Confiesa que no ha podido contactar a sus “amigos”, ha llamado varias veces para agradecer el apoyo pero el Gobernador ha tenido mala suerte.

La plática se desarrolla en un pequeño salón del edificio Arocena. El Gobernador llegó puntual a la cita y de buen humor, sabe que debe cuidar su imagen. Analiza las preguntas y sus respuestas son contundentes, concisas, el apasionamiento aparece cuando habla de su proyecto personal, de las obras realizadas; es un hombre que quiere llegar a la “grande” y ya trabaja para ello.

“Siempre he señalado que la circunstancia se está dando, que antes los gobernadores no podían aspirar porque era algo exclusivo para secretarios de Estado, así era el ritual, la tradición política. Cuando mi partido no gana la Presidencia de la República, desaparecen los cardenales que puedan esperar el humo blanco para el papado. Al no haber “cardenales”, secretarios de Estado, voltean a ver a los gobernadores y en ese momento te conviertes en una posibilidad. Posteriormente se hace un análisis de los tiempos, de los desempeños, de las edades, de todo un esquema para ver quién de esos 17 gobernadores priistas tiene el perfil para poder ser precandidato. Ahora únicamente quedan cinco de acuerdo a lo que señalan los medios nacionales y las corrientes de opinión. Dentro de esos cinco mencionados estoy yo”.

Y es que para el Gobernador, el tiempo sopla a su favor, casi a su medida.

“La mayor parte de mis colegas que son nombrados terminan sus gestiones antes del proceso sucesorio. En mi caso los tiempos se acomodan de tal manera que se vieran como casi hechos a la medida. Yo termino en diciembre de 2005 y el destape o la sucesión se da en noviembre de 2005. Entonces los tiempos ayudan. Esto no quiere decir que me encuentre en una posición desbordada, soy una persona con los pies en la tierra, no me subo a la silla voladora y me mareo”.

Días antes de visitar Torreón, el Gobernador participó en un evento con diez mil campesinos en Veracruz donde incluso estuvo presente Roberto González Barrera presidente del Grupo Maseca. Afirma que logró captar opiniones muy favorables a las propuestas realizadas durante su intervención. La carrera ha comenzado.

Balance positivo

El año 2003 terminó. Para Enrique Martínez el balance es positivo. Menciona que a pesar de los recortes, ninguna obra se canceló. En pocos días en Torreón se inaugura el Distribuidor Vial, del cual se expresa con orgullo, aunque reconoce que faltaron cosas por hacer.

“Me hubiera gustado realizar más obra pública. Hacer la carpeta de las carreteras estatales de la región que van a los ejidos, a los ranchos. Nos las han pedido con mucha insistencia y no hemos tenido la manera de hacerlo”.

El Gobernador confiesa que al no aprobarse las Reformas Estructurales el ánimo decayó, el panorama es oscuro para México. Los recortes serán más y los recursos menos. Enrique Martínez afirma que previó una situación así, por ese motivo se preparó para cualquier escenario. Presume que Coahuila es el único Estado de la República que no tiene deuda, las finanzas gozan de buena salud.

“De manera tal que si este año tenemos un problema financiero con apremio, o el año que entra, pues tenemos nuestra línea de crédito totalmente abierta, para eso es el crédito, cuando no abuses de él, cuando no estés quebrando a la tesorería del Estado o del Municipio”.

El Gobernador afirma que los recortes no “pegarán tan duro” a Coahuila.

Nada claro en el tricolor

El optimismo del Gobernador no es el mismo cuando se habla del Revolucionario Institucional. Y es que 2003 fue un año difícil para su partido. Enrique Martínez no visualiza un panorama claro, lo ve problemático.

“Soy muy escéptico del futuro del partido, generalmente mi posición ha sido de optimismo, pero ahora sí veo muy deteriorada la relación hacía el interior. Antes, cualquier problema que había entre los actores políticos había un juez, alguien que hacía la función de arbitraje, este era el presidente de la República quien era el líder moral. Ahora ya no lo tenemos, entonces es un golpeteo que no hay quien ponga orden, quien saque la tarjeta roja y nos ubique a todos. Siento que se han desbordado los ánimos, las ambiciones sucesorias y esto va a ser más complicado”.

—Utiliza usted la palabra escéptico, una palabra dura que da para muchas lecturas.

—La palabra escéptico se refiere al futuro del partido. En este momento no se ve muy claro el futuro, no veo que se pueda recomponer a corto plazo, ojalá y me equivoque.

—¿Podría llegar a desaparecer el Partido Revolucionario Institucional?

—No, no desaparición, pero lo que no han logrado hacer los partidos competidores, opositores en las elecciones, porque hemos seguido ganando, lo estamos haciendo nosotros hacia el interior, ¡es paradójico, inconcebible que lo que no pueden hacer tus oponentes nosotros lo hagamos! Que nos autodestruyamos.

—¿El enemigo está en casa?

—Así es, como si el enemigo estuviera en casa y eso es muy grave.

El proyecto

A pesar del panorama incierto del tricolor, los deseos de Enrique Martínez no disminuyen. Afirma que una de sus principales fortalezas para ser el candidato de su partido, es el ser una imagen nueva en el escenario nacional, la cual no está ligada a la corrupción, en palabras del Gobernador, “al viejo PRI” que la gente ya no quiere.

“Aparentemente la debilidad que yo pudiese tener es que no soy una figura nacional, mi carrera siempre ha sido local, nunca he sido subsecretario, ni secretario ni director de ninguna paraestatal, pero esa debilidad de no ser una figura nacional, también se puede convertir en fortaleza. La gente ya está cansada de los mismos rostros a nivel nacional. Soy un nuevo rostro, con una propuesta. Aquí lo importante es ¿cuál es tu proyecto? Y es en lo que estoy trabajando para ver si eventualmente tomamos la decisión con los coahuilenses de entrarle, de decir: esto es lo que yo le ofrezco a la nación, este es el proyecto de país y eso es lo que uno tiene que vender en términos políticos”.

—¿Y cuál es el proyecto de nación de Enrique Martínez?

—Tendría que tener una entrevista completa para darte esos datos.

El Gobernador parece no estar dispuesto a quemar sus cartuchos, su proyecto.

—Vamos Gobernador, puede adelantarnos en síntesis su propuesta para el país.

—La base fundamental es la competitividad, que México pueda tener acceso a todas estas reformas y cambios que nos hagan un país más competitivo. Un país donde dejemos y desechemos la demagogia, hablamos de que hay menos pobres, menos millones de pobres pero no es cierto, cada vez hay más millones de pobres. El sistema de combate a la pobreza en México es obsoleto, ha fracasado, tenemos que ser honestos y reconocerlo: la pobreza en México no se acaba cambiándole el nombre al programa, de Progresa a Oportunidades, es una falacia, es demagogia.

Enrique Martínez se queja de la distribución de los recursos. Afirma que cuando un Estado administra bien y logra abatir los rezagos, la Federación lo “premia” con menos recursos. Pareciera que en México se premia la ineficiencia.

“El principio está equivocado, ¿cuándo vamos a acabar con la pobreza así?, si es un negocio seguir teniendo al Estado pobre, porque te dan más dinero. Debemos premiar la eficiencia”.

En el rubro de la educación, el Gobernador advierte la necesidad de una mayor vinculación de las universidades con el aparato productivo y evitar así el desempleo. En materia económica afirma que no es posible tener todavía una política restrictiva. Enrique Martínez sabe que la carrera no es fácil, visualiza algunos obstáculos, los cuales van desde los económicos hasta los políticos.

“Vencer a las corrientes que evidentemente no quieren que se dé ese cambio, esa nueva visión de partido”.

—¿Cuál considera que es su carta de presentación?

—Mi propia experiencia de gobernante, eso es lo que yo propongo y lo voy a hacer con toda claridad. En materia de salud, de campo, de educación, de seguridad. Aquí están mis resultados.

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