EL SIGLO DE TORREÓN
MATAMOROS, COAH.- El rastro municipal funciona con diversas irregularidades, que abarcan desde la higiene, la seguridad y el aspecto administrativo.
Las condiciones de higiene continúan similares a los últimos seis meses. Los tablajeros que están en contacto con la carne utilizan la vestimenta apropiada pero algunos fuman y hay moscas en el área de matanza porque se traslada a los animales del cuarto a la intemperie.
Aunque existe un acuerdo del alcalde, Felipe Medina Cervantes, con el administrador, Javier Burciaga, en cuanto a no permitir el consumo de bebidas alcohólicas a 100 metros del lugar, en un recorrido realizado por personal de El Siglo de Torreón se encontró a diversas personas con sus respectivas cervezas en las afueras del rastro.
El médico legista, Manuel Piedra, indicó que quienes consumen no tienen acceso al área de matanza y advirtió que la cuestión competía a la Dirección de Seguridad Pública Municipal (DSPM), por el consumo en la vía pública.
Sin embargo, no existe un control sobre las personas que se reúnen a consumir etílicos en el sitio.
El Ayuntamiento evalúa la posibilidad de concesionar el rastro municipal a un particular, pues representa un gasto mensual que asciende a más de 30 mil pesos, de los que se recupera menos del diez por ciento, según señaló el regidor comisionado en Salud, Miguel Ángel Ramírez López.
En las diversas visitas que se han realizado a este matadero, no se ha encontrado al administrador, pero uno de los señalamientos de los regidores y síndicos para rechazar la aprobación del informe financiero fue que no se incluyeran los ingresos del rastro a la Tesorería, pues Javier Burciaga no ha cumplido con ello.