VILLARD DE LANS, FRANCIA.- El ciclista estadounidense Lance Armstrong, cinco veces ganador del Tour de Francia, arrebató ayer el maillot amarillo al francés Thomas Voeckler tras ganar la primera etapa alpina en Villard de Lans.
Armstrong se impuso a su principal rival, el italiano Ivan Basso, en un sensacional embalaje final en la decimoquinta etapa, de 180,5 kilómetros, y disfruta ahora de un minuto y 25 segundos de ventaja para lograr el récord de ganar su sexto Tour.
Con una decisiva cronoescalada de 15,5 kilómetros en el Alpe d’Huez, hoy, Basso parece ser el único hombre capaz de frenar al corredor del U.S. Postal.
Armstrong, sin embargo, dijo que no daba nada por garantizado.
"No creo que se haya terminado. Ivan es un supercorredor. No se ha acabado. Creo que Ivan puede hacer una gran etapa mañana", afirmó el tejano con una sonrisa.
"Basso está corriendo muy bien y hay posibilidades de que yo pueda perder tiempo mañana", agregó después de ganar la etapa 18 de su carrera en el Tour de Francia.
Fue también su maillot amarillo número 61, y Armstrong dijo: "Aún recuerdo cuando me lo puse por primera vez y era el hombre más feliz del mundo, que había sido suficiente para mí para llevármelo a la tumba".
"Espero tenerlo durante otros cinco días", agregó.
Los siete puertos de montaña de la etapa resultaron demasiado para el joven francés Voeckler, que en su undécimo día de líder desfalleció y perdió el maillot amarillo.
El campeón francés, que comenzó la etapa con 22 segundos de ventaja, terminó a más de nueve minutos de Armstrong. Basso, que otra vez volvió a llegar a la meta junto a Armstrong como en los Pirineos, es segundo en la general.
"No estoy demasiado decepcionado porque sabía que tenía que pasar. Cuando comenzó la lucha de verdad sabía que estaba perdido", dijo Voeckler.
El tercero en la general es el alemán Andreas Kloeden, a 3:22, después de que fuese ayudado por su compañero más famoso del equipo T-Mobile, el alemán Jan Ullrich.
Ullrich, vencedor en 1997, atacó a Armstrong en el puerto de primera categoría de Echarasson, consiguiendo rápidamente una ventaja de 1 minuto y 9 segundos, pero finalmente tuvo que conformarse con la tercera posición después de que los compañeros de Basso, del equipo CSC, trabajaron mano a mano con Armstrong para cazarle.
Cuando Kloeden intentó lanzar un ataque a 500 metros de la meta, Armstrong reaccionó con un estilo despiadado, emergiendo por detrás del alemán y Basso y demostrando que es aún el jefe indiscutido.