También en Bagdad dos civiles murieron por la explosión de un coche-bomba en la carretera hacia el Aeropuerto Internacional.
Bagdad, (EFE).- La gran ofensiva contra la insurgencia en el sur de Bagdad se ha saldado con 40 detenidos, pero mientras tanto la violencia continúa, y nueve personas murieron hoy miércoles en tres atentados separados en Bagdad y Kirkuk.
Uno de los atentados tuvo como blanco al jefe del Departamento Antiterrorista en el Ministerio del Interior, quien salió ileso, aunque dos de sus guardaespaldas murieron.
El convoy que acompañaba al coronel Diya (no se informó de su nombre de pila) fue atacado por desconocidos en el barrio de Al Dura (sur de Bagdad) que mataron a dos de sus escoltas, pero él pudo salir indemne.
En lo que parece haber sido una operación desatada para perseguir a los rebeldes, la Guardia Nacional mató a tres hombres armados e hirió a otros tres en el mismo barrio.
También en Bagdad otras dos personas, ambos civiles iraquíes, murieron esta mañana por la explosión de un coche-bomba en la carretera hacia el Aeropuerto Internacional, según confirmó a EFE el doctor Safa Salam, del hospital Yarmuk.
El coche tenía como objetivo un convoy militar estadounidense que se dirigía al aeropuerto en el momento de la explosión, según testigos en la zona, pero al parecer no se han registrado víctimas entre los soldados de EU.
En Kirkuk (250 kilómetros al norte de Bagdad), dos agentes de la Guardia Nacional murieron a tiros y dos más están heridos después de que una patrulla de este cuerpo cayera en una emboscada tendida por desconocidos la pasada noche cuando realizaban una ronda rutinaria.
Kirkuk, 250 kilómetros al norte de Bagdad y capital de una rica región petrolera, es una de las ciudades donde se producen últimamente más atentados mortales.
En la ciudad conviven con muchas fricciones kurdos, árabes y turcomanos, y estos dos últimos grupos acusan a los kurdos de promover emigraciones masivas a la ciudad para alterar su composición étnica y forzar su incorporación al Kurdistán iraquí.
En cuanto a la operación militar emprendida ayer contra reductos insurgentes en las ciudades que forman un cinturón al sur de Bagdad, se ha saldado de momento con cuarenta detenidos, dijeron a EFE fuentes oficiales.
Según explicó Sabah Kadem, portavoz del Ministerio del Interior, los detenidos son sospechosos de atentar "contra las fuerzas multinacionales y los partidos políticos en estas ciudades", consideradas un feudo de la insurgencia suní.
Las fuerzas polacas, estacionadas en la base Babel de la ciudad de Hila, también participan en la ofensiva, al igual que un número indeterminado de británicos, si bien el grueso de la operación la llevan a cabo los militares estadounidenses.
En Faluya se espera hoy un segundo convoy humanitario enviado por la Media Luna Roja iraquí, compuesto por siete ambulancias y dos grandes camiones llenos de medicinas, comida y mantas, según explicaron portavoces de la Media Luna Roja.
Sin embargo, los portavoces se niegan por el momento a facilitar ninguna información sobre la situación que su personal ha encontrado en Faluya, ya sea en el aspecto humanitario o estrictamente médico.
Allanan viviendas
Soldados de la Guardia Nacional de Irak dijeron el miércoles que habían allanado viviendas en Bagdad, en las que arrestaron a ocho insurgentes y descubrieron cantidades de armas y dinero.
"Las fuerzas iraquíes allanaron viviendas sospechosas en el oeste de Bagdad y capturaron a ocho personas que tenían en su poder miles de dólares", dijo uno de los guardias que no se identificó.
Las fuerzas de seguridad iraquíes, que usan máscaras negras para ocultar sus identidades, mostraron a los periodistas municiones de mortero, lanzagranadas, fusiles automáticos y granadas de mano, que según dijeron habían sido incautados en los allanamientos.
Los insurgentes a menudo atacan a las fuerzas de seguridad iraquíes, que ocultan sus identidades por razones de seguridad.
Las fuerzas estadounidenses e iraquíes han intensificado las operaciones por todo Irak antes de las elecciones nacionales previstas para el 30 de enero, las cuales son consideradas cruciales para el futuro del país.