EFE
KURÚ, FRANCIA.- La puesta en órbita del satélite europeo Helios IIA se realizó ayer con éxito y abre la puerta a la mejora de este dispositivo de observación militar en el que participan directamente Francia, España y Bélgica, e indirectamente Alemania e Italia.
Un cohete Ariane-5, que despegó de la base espacial de Kurú, en la Guayana francesa, se encargó de poner el Helios IIA en camino de su órbita polar a unos 700 kilómetros de altura, y lo mismo hizo con otros seis micro-satélites que también llevaba como carga, entre ellos uno del Instituto Nacional de Técnica Aeronáutica (INTA) de España.
La lanzadera, que llevaba una carga de 155 toneladas de hidrógeno y oxígeno que le sirvió de combustible durante la primera veintena de minutos de la fase de ascenso, se separó de los satélites apenas una hora después de su despegue y sus restos acabaron en el Ártico, como estaba previsto, al Norte de Canadá.
?Con Helios II, nuestras fuerzas armadas podrán beneficiarse de capacidades adicionales de imágenes más precisas?, señaló la ministra francesa de Defensa, Michele Alliot-Marie, en una primera reacción política en París, donde había seguido toda la operación por video-conferencia.
Tras subrayar que este programa de observación militar es ?un nuevo ejemplo de la calidad de la cooperación europea en materia de Defensa? y ?el éxito de la cooperación entre gobiernos e industrias?, pidió a sus socios europeos que se sumen a los trabajos para preparar los dispositivos que en el futuro sustituirán los satélites Helios.
La definición y la ejecución del programa Helios II ha corrido a cargo de la Dirección General del Armamento (DGA) de Francia, país que tiene el control mayoritario con un 95 por ciento de la participación, mientras que España y Bélgica se reparten un 2.5 por ciento cada uno.
Aunque la participación española es inferior al seis por ciento que tiene en la primera generación de estos satélites de observación, fuentes militares españolas subrayaron que es suficiente para las necesidades del país.
Las fuerzas armadas españolas utilizan las imágenes de los satélites Helios para planificar sus operaciones en el exterior -así se hizo en Afganistán, Irak, Bosnia o Haití-, pero también para la gestión de catástrofes naturales o problemas medioambientales -se recurrió a sus imágenes durante la marea negra tras el naufragio del ?Prestige? frente a las costas gallegas-.
El éxito de este décimo séptimo vuelo de un Ariane-5 también supuso un respaldo para Arianespace, cuyo director general, Jean-Yves Le Gall, anunció la fecha de la reanudación de las misiones de las lanzaderas para llevar cargas de hasta diez toneladas.
