Reuters
NUEVA YORK, EU.- El secretario general de las Naciones Unidas, Kofi Annan, criticó ayer a Estados Unidos por buscar una nueva exención de la Corte Internacional de Justicia (CIJ), especialmente a la luz del escándalo de las vejaciones a los prisioneros iraquíes.
“La exención general es errónea. Tiene un valor judicial dudoso y no creo que deba ser alentada por el consejo”, dijo Annan a los periodistas.
El gobierno del presidente estadounidense George W. Bush, busca renovar por tercer año consecutivo una resolución del Consejo de Seguridad que dejaría exento de los procesos de la corte al personal militar y civil “relacionado con una operación autorizada por la ONU”, como la de Irak.
La inmunidad se extiende a todas las naciones que no están entre los 94 países que han ratificado el tratado que establece la nueva corte. La resolución vence a fin de mes.
“Sería desafortunado que uno presionara para semejante exención, ante el abuso de prisioneros en Irak”, dijo Annan.
“Desacreditaría al consejo y a las Naciones Unidas, que defienden el imperio de la Ley”, agregó.
Estados Unidos está investigando las vejaciones y humillaciones sexuales a prisioneros por parte del Ejército estadounidense tanto en Irak como en Afganistán.
Los representantes ante el Consejo de Seguridad dicen que Washington todavía no tiene suficiente respaldo, o que apenas alcanzará los nueve votos por la afirmativa, necesarios para que se apruebe la resolución en el cuerpo de 15 naciones.
Entre los quince miembros del consejo, Alemania, Francia, España, Brasil, Chile, Benin y Rumania se abstendrían. Pero algunos, como Rumania, son reticentes a verse responsables si fracasa la resolución, en caso de que falte un voto.
Una cuestión crucial será si China, que ha criticado la resolución, se abstiene. Los diplomáticos dicen que Pekín busca algunas concesiones de Washington con respecto a Taiwan, aunque el embajador chino en la ONU, Wang Guangya, lo niega.
La resolución es rechazada firmemente por las naciones europeas, excepto Gran Bretaña, que dice que si no se aprueba, Washington podría vetar misiones de paz de la ONU, como lo hizo hace tres años, aunque los funcionarios estadounidenses no han hecho esa amenaza.
