París, (EFE).- Unos dos mil 500 invitados participaron en la fiesta de lanzamiento de "Pink TV", la primera televisión gay de Francia, que inició sus emisiones.
La representación institucional en la fiesta de lanzamiento estuvo encabezada por el ministro de Cultura, Renaud Donnedieu de Vabres, acompañado por al actriz Line Renaud, madrina de la celebración.
También acudieron el ex primer ministro socialista Laurent Fabius y el alcalde de París, Bertrand Delanoe, así como el ex ministro de Cultura Jean-Jacques Aillagon.
Una de las estrellas de la noche fue la tenista francesa Amelie Mauresmo, que ha confesado públicamente su homosexualidad y que este año se convirtió en la primera gala en alcanzar el número uno del mundo.
Los actores Michel Blanc, Claudia Cardinale y Nathalie Baye también formaron parte de los invitados a la fiesta de lanzamiento del canal.
Concentrados en el Teatro Chaillot de París, enfrente de la torre Eiffel, los invitados aparecieron vestidos de gala y todos ellos con un toque rosa, como les habían pedido los organizadores.
A las 20:30 horas, tras una cuenta atrás, el canal inició sus emisiones desde los estudios digitales de Lorient, al noroeste de Francia, con el programa de entrevistas que se convertirá en el buque insignia de la cadena.
Visible a través del satélite y del cable tras el pago de una cuota mensual de nueve euros, la primera cadena gay de Francia cuenta con un presupuesto de algo más de once millones de euros y con el respaldo de los principales grupos audiovisuales franceses privados, TF1, Canal+ y M6.
Además, de los debates, documentales películas de temática homosexual y de otro tipo, los organizadores han anunciado que habrá filmes pornográficos de temática gay cuatro días a la semana después de medianoche y con un sistema de doble descodificación.
Según los cálculos de los directivos, las cuotas de abono representarán el 80 por ciento de los ingresos de la cadena, que espera alcanzar la cifra de los 180 mil abonados que le daría el equilibrio financiero.
Para ello, los directivos cuentan con el público homosexual, que en Francia ronda los 3.5 millones de personas, según un estudio demoscópico de Sofres, pero también con público heterosexual que aprecia a los gays, los llamados "gay-friendly".