EFE
ROMA, ITALIA.- Centenares de miles de jubilados (un millón, según los organizadores) se manifestaron ayer en Roma, convocados por los principales sindicatos italianos, para protestar por la pérdida de capacidad adquisitiva y la carestía de la vida.
Pancartas, banderas y gritos contra la política económica del primer ministro, Silvio Berlusconi, acompañaron la marcha, que transcurrió con tono festivo desde tres puntos de partida distintos para confluir en la explanada de la basílica de San Juan de Letrán.
En un estrado montado en el punto final de reunión se sucedieron diversas intervenciones, que cerró Giugelmo Epifani, secretario de la mayor central sindical italiana, la izquierdista Cgil, con un “ultimátum” al Ejecutivo.
“La paciencia se ha acabado, la indignación está a punto de rebosar y no tenemos ninguna respuesta. O el Gobierno cambia o no nos representará más”, amenazó Epifani.
El líder sindical recordó las últimas movilizaciones contra la reforma de las pensiones, que eleva el tiempo y las condiciones para acceder a la jubilación, y la cuarta huelga general en dos años contra la política de Berlusconi, que se llevó a cabo el pasado mes de marzo.
Los pensionistas pidieron con insistencia durante la marcha que cambie el rumbo de las decisiones del Ejecutivo para recuperar su capacidad adquisitiva, que consideran seriamente penalizada, en un país en el que cuatro millones de ancianos cobran sólo 500 euros al mes.
En la manifestación participaron los principales líderes de la oposición de centroizquierda, que criticaron al primer ministro conservador por sus anuncios de los últimos días sobre una rebaja de los impuestos, que consideran un reclamo para las elecciones europeas de junio.
El secretario de los Demócratas de Izquierda (DI), Piero Fasino, recordó las dificultades de la economía italiana, con un bajo índice de crecimiento y el riesgo de que el déficit público sobrepase el tres por ciento del Producto Interior Bruto, como ayer alertó la UE.
Desde Milán, donde participó en un acto de la patronal italiana Confindustria, Silvio Berlusconi se defendió con el argumento de que que “hasta ahora no hay un sólo compromiso que haya adquirido que no haya mantenido”.
También desde la capital milanesa respondió a los sindicatos el ministro de Trabajo, Roberto Maroni, quien dijo que las reivindicaciones concretas planteadas hoy por los pensionistas hay que sustentarlas “con una cobertura financiera realista”.
Maroni, que dijo que la contestada Ley de reforma de las pensiones sigue su curso en el Parlamento, anunció que tiene previsto convocar en breve a los sindicatos para una reunión conjunta.