Las posturas y los intereses político-electorales de las autoridades en turno siguen siendo las principales causas de crecimiento anárquico.
En la anarquía total se ha dado el crecimiento urbano de la ciudad de Durango. Las invasiones de extensos predios ya no son comunes; pero ahora proliferan las “invasiones hormiga”, que se atomizan en la periferia de la mancha urbana.
El problema se acentúa ante la falta de opciones de vivienda propia de los duranguenses; sin embargo, esa necesidad ha sido el motivo perfecto para apoderarse incluso de casas de fraccionamientos, o de viviendas semiconstruidas que tienen dueño pero no las habitan.
Las posturas y los intereses político-electorales de las autoridades en turno siguen siendo las principales causas por las que grupos de presión logran su cometido con facilidad.
Y por otro lado, el problema de la vivienda y el crecimiento desordenado de la ciudad lo han propiciado, en muchos de los casos, los propios funcionarios encargados de regular el uso de suelo y el desarrollo de la mancha urbana, al permitir la instalación de nuevos fraccionamientos en lugares no aptos para construir y bajo dudosos estándares de calidad.
En la invasión abierta de un predio, sin mayores problemas, los “líderes” se apoderan de tierras ajenas, a veces por consigna o simplemente porque les gustaron para iniciar un nuevo negocio.
Las venden a sus seguidores, a través del esquema de lotes a crédito; luego, utilizan a los beneficiarios de su “gran bondad” como carnada para presionar y conseguir servicios básicos. La historia, seguramente, se volverá a repetir en otra zona de la ciudad. Es un negocio redondo.
La Iniciativa Privada local muestra su total desaprobación ante estas prácticas ilícitas que no en la misma magnitud que hace dos o tres décadas, pero siguen prevaleciendo en la capital del estado de Durango.
“Da coraje”, dicen los empresarios, “que esos líderes consigan mucho antes que cualquier otro asentamiento urbano establecido dentro de la ley, el suministro de servicios básicos por parte de las autoridades. Da coraje que sean impunes”.
Sin embargo, ordenar el crecimiento territorial, propiciar un desarrollo urbano que deje de contribuir a la anarquía que impera actualmente en ese sentido, implica, según el sector de los colegios de profesionistas de la materia, que la autoridad se imponga como tal ante cualquier situación contraria al Estado de Derecho.
Lo cierto es que en el municipio de Durango son muchas las necesidades para ordenar el territorio y el desarrollo urbano. De entrada, el Colegio de Ingenieros Civiles denuncia que es inoperante el Plan Rector del Desarrollo Urbano de la ciudad, porque no se adecua a la realidad del Durango de hoy, está desfasado por completo.
La propuesta más coincidente de la sociedad organizada hacia las autoridades municipales y estatales es invertir, lo antes posible, en la compra de reservas territoriales, amén de garantizar el rumbo del crecimiento ordenado y planeado de la ciudad, sin que afecte tanto el relevo de las administraciones.
Un estudio estratégico para la capital del estado, elaborado por el actual Ayuntamiento de José Rosas Aispuro Torres, define con claridad el problema: “La ciudad de Durango ha tenido durante los últimos años un crecimiento acelerado, desordenado y anárquico”.
URGE SOLUCIÓN
En las más recientes administraciones del Gobierno Municipal también han habido invasiones de tierras ajenas en la ciudad de Durango, pero han sido en la modalidad “hormiga”; no han sido de grandes extensiones, sin embargo, sí se sigue dando ese problema, reconoce el Colegio de Ingenieros Civiles del Estado de Durango.
Ernesto Rosales García, líder de dicho organismo, señala que esta problemática sigue vigente en las colonias de la periferia, en los anillos más marginados de la mancha urbana, donde incluso, el Municipio se ha visto rebasado para suministrarles servicios básicos, precisamente porque son asentamientos irregulares donde es mucho más costoso llevar esos beneficios.
“Nosotros, como Colegio de Ingenieros Civiles, debemos decirlo, ¿por qué no?, el Municipio debe apostarle a comprar grandes reservas de suelo, a fin de urbanizarlo y ponerlo a disposición de los desarrolladores de vivienda, pero que sea vivienda que abarque los tipos residencial, media y de interés social”, dijo.
“Incluso, que se tengan lotes adecuados para evitar la invasión propiciada por gente necesitada. Es decir, el chiste es que le cueste también a esas personas”, abundó el profesionista, quien consideró urgente que ya se ponga orden, y para ello propuso que la autoridad asuma su papel como instancia rectora, siempre en apego a la ley.
El Colegio de Ingenieros tiene una propuesta para crear, en la próxima administración, el Instituto Municipal de Planeación, cuya junta directiva estaría basada en la sociedad civil organizada, es decir, que sea ciudadanizada totalmente, incluso que rebase los tiempos de las administraciones municipales.
Otra propuesta del organismo es exigir que se le apueste a obras y proyectos de mediano y largo plazos, a pesar de que políticamente las autoridades no obtengan un rendimiento en el corto tiempo, pues el problema de Durango ha sido que se actúa en la inmediatez y se olvida la verdadera planeación del desarrollo urbano.
Los ingenieros civiles tienen muchas lecturas sobre este problema, pero el que más resalta tiene que ver con la visión del costo-beneficio en lo que respecta a la solución de los problemas que el Municipio tiene encima.
Esto es mientras se sigan resolviendo las invasiones urbanas, “hormiga” o de grandes extensiones de tierra, mediante la entrega o el suministro de los servicios básicos por parte del Ayuntamiento –agua, drenaje, alcantarillado, electricidad, alumbrado, seguridad, etcétera-, la tendencia al apoderamiento ilegal de la propiedad ajena seguirá latente.
NORMATIVA
Para hablar de un programa integral de ordenamiento del territorio en el estado de Durango, es necesario que ocurran al menos cinco normatividades con carácter de ley, un Plan Rector del Desarrollo Urbano para el caso de las ciudades, cuatro intervenciones de instancias federales, y los tres niveles de gobierno.
El marco de participación intergubernamental del ordenamiento territorial implica que se revise el cumplimiento de las siguientes leyes: Ley de Planeación, Ley General de Población, Ley General de Asentamientos Humanos, Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente, Ley de Información, Estadística y Geografía.
Pero también, según el concentrado de información hecho por el Comité de Planeación para el Desarrollo del Estado (Coplade) sobre el particular, se necesita la concurrencia de los tres niveles de gobierno: estatal, federal (Sedesol, Semarnat, Conapo, INEGI, Corett, Conacyt) y municipal (para el desarrollo urbano el Ayuntamiento, la Dirección de Obras Públicas, la Subcomisión de Desarrollo Urbano del Cabildo, el Plan Rector del Desarrollo de la Ciudad, entre otros).
La creación de un Proyecto Estatal de Ordenamiento Territorial (PEOT) se considera necesaria para estar en sintonía con el Plan Nacional de Desarrollo Urbano y Ordenamiento Territorial 2001-2006.
En el PEOT, a fin de encontrar una solución integral a este respecto, es necesario que participen el Gobierno Federal, la entidad federativa, los organismos intermedios, las asociaciones civiles, los institutos académicos, la Iniciativa Privada y la sociedad en general.
Son tres los parámetros clave que se deben identificar durante la elaboración del diagnóstico respectivo, la calidad ecológica, la presión de la población y de las actividades que se realizan sobre el territorio, y los niveles de estabilidad, equiparables a la fragilidad ambiental: zonas de riesgo, zonas de conflicto, niveles de estabilidad.
IMPUNIDAD
Desde el punto de vista administrativo, evitar las invasiones y facilitar el crecimiento de los desarrollos habitacionales para los distintos niveles socioeconómicos se convierte en un ahorro de recursos para el gobierno en turno, considera el Consejo Coordinador Empresarial de Durango.
Eleazar Gamboa Silva, presidente del organismo empresarial en la entidad, dice que hacer una gran inversión en reservas seguramente que se puede planear, porque comprar una gran cantidad de terrenos resulta carísimo para una autoridad municipal, y probablemente, aunque sea positiva la solución, es distante de la realidad financiera de dicho orden de gobierno.
Reconoció que el crecimiento de la ciudad se da de una manera anárquica, porque las invasiones provocan que se generen islotes de vivienda, muchas veces de bajo nivel económico, entre zonas cuyo suelo estaba originalmente destinado para otro objetivo.
Los empresarios del CCE, dijo, están en contra de que esos asentamientos irregulares se conviertan en tapones del desarrollo urbano de la ciudad.
RETO
“Si no participa la sociedad en lo que es la planeación del Durango que queremos; si no tomamos el reto de hacerlo en este momento, difícilmente alguien va a venir a hacerlo”, consideró en este sentido el coordinador del Coplade del Gobierno Estatal, Wilfredo Salas García.
Abundó: “Nosotros mismos tenemos que empezar a juntar nuestras fortalezas, porque, de lo contrario, nosotros mismos, como estado, estamos propensos a ser devorados por sociedades más organizadas, más competitivas, por centros de producción, por centros de concentración o de manejo de recursos financieros más importantes que los que pueden existir en Durango”.
“(...) Suena paradójico, pero eso es una gran realidad. Tenemos que hacer un gran esfuerzo ahora para poder disfrutar mañana”, concluyó al hablar de la importancia de planear el crecimiento ordenado del territorio local.
Casos recientes
Colonia Gobernadores– Mil lotes. Ya va a cumplir siete años de invasión.
Colonia San Juan– Casi seis años de posesión irregular de terrenos.
Colonia La Ponderosa– 150 familias. Asentada en un predio del Gobierno Federal. Va para tres años este problema.
Predio La Laguna– 60 casas. Ubicada en el perímetro del Predio La Virgen, que también fue invadido, pero hace casi 15 años.
Fraccionamientos San Luis y Las Nubes- donde grupos de presión se han apoderado arbitrariamente de casas ya terminadas.
Colonia El Alacrán, reubicación de gente que primero se instaló ilegalmente en las faldas del Cerro del Mercado.
Dato: Están vigentes invasiones en por lo menos 400 casas de distintos fraccionamientos.
FUENTE: Investigación El Siglo de Durango.
Consecuencias de una invasión
No se ajustan a los lineamientos del Plan Rector del Desarrollo de la Ciudad.
Llevarles servicios resulta mucho más costoso para la autoridad.
Los habitantes pueden estar en riesgo si se instalaron en zonas conflictivas (por inundaciones, principalmente).
Permitir un caso provoca que otros proliferen.
Roban energía eléctrica de donde les es posible.
Viven en la incertidumbre jurídica sobre sus posesiones.
Son usados electoralmente para fines políticos.
FUENTE: Investigación de El Siglo de Durango.