Durango

Las aulas en la UJED, nunca se quedan solas

Raúl Alejandro López Murillo baja una a una las angostas y rojas escaleras de cemento del segundo patio del edificio sede de la administración central de la Universidad Juárez; sus manos sostienen en un rítmico vaivén la escoba que arrastra polvo y basura.

Pasan de las 11 de la mañana de este lunes. Está realizado una de sus modestas tareas que tiene como vigilante: el aseo de pasillos y escaleras; el registro de visitantes y del personal de la UJED que entra y sale del Edificio Central, y en sí la vigilancia de este lugar.

Él es uno de los tantos jóvenes vigilantes de los edificios, oficinas, y escuelas que durante las vacaciones y días festivos realizan las sustituciones o suplencias del personal de base.

La presente temporada de trabajo eventual comenzó el 20 de diciembre y termina el 1 de enero de 2005.

Las labores son comunes entre ellos, así como el horario. Los que trabajan en la mañana lo hacen de las ocho de la mañana a las dos de la tarde; el segundo turno entra a las dos de la tarde y termina a las ocho de la noche; después siguen los veladores, que se mantienen en vigilía toda la noche, de ocho de la noche a ocho de la mañana

Raúl Alejandro López Murillo tiene 18 años, y es el segundo año que hace sustituciones dentro de la bolsa de trabajo del Sindicato de Trabajadores y Empleados de la UJED, y lo que le ha incomodado en este año es el intenso frío que se ha dejado sentir más en este vetusto edificio que tiene su historia, primero como Colegio de la Compañía de Jesús; después como Seminario Conciliar de Durango, como Colegio Tridentino, Como Colegio Civil del Estado, Instituto Juárez y ahora como oficinas administrativas de la UJED.

Emiliano Ramos Valenzuela y Luis Alberto Hernández Cabrales son otros dos vigorosos jóvenes, ambos estudiantes de la propia UJED, el primero en Veterinaria y el otro en Educación Física, que también pertenecen a la bolsa de trabajo del STEUJED y que están disponibles durante las vacaciones, cuando el personal de base opta por ir a disfrutar con su familia las fiestas decembrinas y de año nuevo.

La sede de su trabajo es el Museo Regional ?Ángel Rodríguez Solórzano?, mejor conocido como ?El Aguacate?. El horario es el mismo de Raúl Alejandro López Murillo, y sus funciones casi similares, porque les corresponde el cuidado de los jardines, controlar la entrada y salida de visitantes, realizar el cobro de los boletos, y estar al cuidado en el interior, sobre todo con el ?no tocar? para proteger las pinturas y las piezas de arte.

A las dos de la tarde que termina su turno entra otra pareja de vigilantes, José Rodrigo Soria e Iván Antonio González Peyro, que terminan sus labores a las ocho de la noche, hora en que entran los veladores José Ramón Rocha Flores, Ulises Uriel Deras Castrellón, Roberto Domínguez y una persona más.

Ellos también trabajan solamente en vacaciones y días festivos, o bien cuando algún empleado de la universidad pide permiso o se incapacita. Emiliano Ramos Valenzuela recordó que en las vacaciones decembrinas del año pasado le tocó vigilar en la Facultad de Medicina. Este año es el primero que está en ?El Aguacate?, que abre de martes a domingo, y durante esta temporada es cuando se recibe el mayor número de visitantes de la propia ciudad, de otros estados inclusive de otros países como Estados Unidos y Canadá.

Blanca Cisneros es la afanadora que tiene a su cargo el aseo del interior del lugar; en este sitio existen dos policías comisionados que los respaldan en la vigilancia. Jesús Gramillo Valenzuela es el agente ?A? de la Dirección Municipal de Seguridad Pública que cubre turnos de 24 horas.

En los jardines de la Escuela Preparatoria Diurna, Alfredo López Orona puso en funcionamiento el sistema automático de riego de las áreas verdes, mientras con un rastrillo barre el pasto.

El tiempo está apacible, y su familia lo acompaña en su labor de vigilante. Explica que su trabajo está comprendido del 20 de diciembre al 1 de enero. Recuerda que siempre durante las vacaciones y días festivos acude a este plantel. Sus tareas las realiza de las ocho de la mañana a las dos de la tarde.

Explica que hay basura así como ramas y cáscaras secas de los eucaliptos que rodean a esta escuela, que cayó con los fuertes vientos que se han dejado sentir en las últimas horas.

El lugar luce limpio, y expresa que hace su mejor esfuerzo para que no haya quejas de su trabajo. Y así piensan también sus demás compañeros.

A principios de diciembre, la Rectoría cumplió con la entrega de chamarras para veladores y material de higiene y seguridad a empleados administrativos de la Universidad Juárez.

El rector Rubén Calderón Luján y Sara Meraz Ibarra encabezaron la entrega de este material, con el cual las autoridades universitarias dieron cumplimiento a lo estipulado en el Contrato Colectivo de Trabajo.

?De esta manera cumplimos con las prestaciones a que tienen derecho todos los trabajadores universitarios, establecidas en la revisión contractual que en febrero de este año se llevó a cabo?, señaló Calderón Luján, quien se aseguró de que los artículos fueran de buena calidad.

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