EDITORIAL Caricatura editorial columnas editorial

Las cabezas huecas

Gilberto Serna

lo veo tocando una puerta enrejada, en el aeropuerto, de acceso al hangar de una dependencia federal. Cada día que pasa se me acentúa la impresión de que es un hombre sabio, prudente y respetuoso de las funciones que tiene encomendadas como Procurador General de Justicia del Distrito Federal. Usa espejuelos para unos ojos, que adivino cansados de leer. Su hablar es reposado, tranquilo, exponiendo sus argumentos como lo haría un buen padre de familia. No le abrieron los muy mal educados de la PGR, que no querían molestias en un momento, duraría cinco horas, en las que tuvieron al recién llegado de Cuba para algo más, se supone, que preocuparse de su estado de salud. Eso los llevó a evitar que el alto funcionario del D.F. estuviese adentro del edificio donde estaban encerrados a piedra y lodo con Carlos Ahumada Kurtz. ¿Por qué cometieron la grosería de dejarlo parado en la banqueta?

Él permaneció impertérrito con su tweed favorito, barba entrecana, robusto sin llegar a la gordura, de estatura mediana, aguantó el mal momento disculpando a los del otro bando, con un gran sentido de prudencia. Es posible que por dentro estuviese como agua para chocolate, borboteando a punto de derramarse, pero supo guardar las formas. Ya habrá ocasión de devolverles la cortesía a estos tunantes, de seguro se dijo. O a lo mejor no. No parece ser un hombre de rencores.

Pues bien, el procurador Bátiz propone que se castigue con cárcel a los responsables de los despachos que se dedican a negociar con secuestradores, para el caso de que no den aviso del plagio a las autoridades. El procurador Rafael Macedo de la Concha acaba de proponer como medida contra el secuestro, que se congelen las cuentas bancarias de los familiares de los secuestrados.

Lo que evidencia, que no encuentran cómo desenredar la madeja. Algunos piensan que el incrementar las penas de prisión reducirá el crimen. Hay los que proponen medidas draconianas, unos la prisión perpetua, otros la pena de muerte, como una manera de terminar con la ola de secuestros. La cuestión de endurecer las sanciones no parece que persuada al delincuente para dejar de cometer el delito. Ya sea por que son empujados por la necesidad económica, ya por que están ardidos con el trato que reciben de una sociedad injusta, ya por que sean personas ignorantes que no alcanzan a comprender el daño que hacen a sus semejantes, ya porque sean hampones dispuestos a jugársela por conseguir un ingreso mal habido, encajando sus valores morales con un medio social en que la ambición, la codicia y el egoísmo reinan como virtudes.

¿Cuál es la solución? Por lo pronto, está anunciada una marcha multitudinaria para el domingo 27 de este mes, en la capital de la República, en un reclamo silencioso rogando a Dios que a quienes gobiernan les caigan las pilas poniendo alto a la delincuencia. ¿Le estarán pidiendo peras al olmo? ¿qué no se dan cuenta que estos políticos, cabezas huecas, están ocupados dirimiendo sus reyertas, cimentando barricadas para 2006? Además tome en cuenta que el flagelo de la inseguridad que aqueja al ciudadano tiene raíces en una sociedad concupiscente. De eso no hay la menor duda.

El Informe De Riqueza Mundial 2004 que elaboró la empresa consultora Capgemini, junto a la casa bursátil Merrill Lynch, en Washington y New York, descubre que de 100 millones de habitantes que hay en nuestro país, 85 mil son millonarios. La publicación recomienda, no sin cierto ludibrio “Si uno desea ser rico vale la pena mudarse a Estados Unidos. Pero si se es millonario y desea serlo aún más, regrese a México”.

Leer más de EDITORIAL

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de EDITORIAL

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 94390

elsiglo.mx