La mayoría de las personas que siguen dietas bajas en carbohidratos adelgazan rápido sin pasar hambre.
Para nuestros antepasados la comida era un recurso preciado y escaso. El sobrepeso era apreciado porque se le asociaba con la acumulación de riquezas. Habían muy pocas personas gordas. Si a esto le añades que la esperanza de vida era de mas o menos 40 años es fácil deducir que la obesidad no era un problema.
En la actualidad casi todos queremos ser flacos pero entre mas delgadas se vuelven las modelos y artistas mas engorda la población general. ¿Qué esta pasando?
Según las últimas estadísticas en todo el mundo el sobrepeso y la obesidad son un problema epidémico.
Irónicamente así como el numero de personas con sobrepeso han aumentado también las dietas. Claro que es valido preguntarse ¿si las dietas funcionan porque el sobrepeso sigue en aumento? La respuesta tú ya la conoces las dietas no funcionan. Lo que funciona es cambiar nuestros hábitos alimenticios y tener una vida mas activa.
Las dietas de moda en estos momentos son por supuesto las dieta bajas en carbohidratos. Hay muchas versiones comenzando con la tradicional Atkins hasta las mas nuevas como The Zone. Te invitamos a conocer más sobre los carbohidratos. Si quieres adelgazar las dietas bajas en carbohidratos o las que controlan su consumo son muy efectivas. No hay estudios extensos sobre el tema, pero hasta estos momentos la mayoría de las personas que siguen dietas bajas en carbohidratos adelgazan rápido sin pasar hambre.
¿Que es una dieta baja en carbohidratos?
Esto inevitablemente nos lleva a otra pregunta ¿qué son los carbohidratos? Los carbohidratos son un grupo alimenticio así como también lo son las proteínas, y las grasas. Los carbohidratos son vitales para el funcionamiento del cuerpo porque son una fuente de energía y fibra. Los alimentos que los contienen aportan vitaminas, minerales, enzimas y en algunos casos proteínas a nuestro cuerpo. Como en todo los hay buenos, regulares y malos. En general podemos decir que los carbohidratos provenientes de alimentos refinados y/o procesados no son buenos para el organismo.
Los Carbohidratos Malos
Si te detienes a pensar un poco en los alimentos más fáciles de cocinar en un momento de apuro seguramente incluirás las patatas (papas), las pastas y el arroz. Casi todos los alimentos con excepción de las carnes y las grasas puras tienen carbohidratos. Pero generalmente los alimentos más ricos en carbohidratos provienen de granos tales como el trigo, el maíz, la cebada y otros. Además de los granos también todo tipo de fríjol o lenteja son ricos en carbohidratos. Las frutas, verduras y la leche tienen también tienen carbohidratos.
En realidad los carbohidratos no son malos, lo que pasa es que los carbohidratos simples (luego te explicamos mas sobre estos) en nuestro organismo se convierten en azúcar y después se almacenan en forma de grasa. Al convertirse en azúcar y pasar al torrente sanguíneo hacen que el cuerpo produzca insulina para contrarrestar su acción. La sobre producción de insulina hace que nuestro nivel de energía baje y sintamos hambre. Generalmente sentimos el deseo de comer mas carbohidratos y al ingerirlos el ciclo inicia de nuevo y crea un circulo vicioso. Entre mas comemos mas deseos de comer sentimos.
Las distintas dietas de moda tienen ideas diferentes de porque los carbohidratos son malos y cuales deben de comerse. Esta es una historia larga que trataremos de continuar en otro articulo pero por el momento sigamos con los carbohidratos.
Carbohidratos frente a calorías: la confusión continúa
Por si no fuera poco el bombardeo publicitario sobre los regímenes bajos en carbohidratos que tanto obsesionan a EEUU, nuevos estudios lían aún más el tema e indican que estas dietas son más efectivas, pero sólo a corto plazo.
La dieta que popularizó el fallecido doctor Robert Atkins, rica en carnes, huevos y queso, pero despojada de patatas, frutas o cereales, se ha convertido en objeto de una campaña de promoción sin precedentes.
Sin embargo, apenas ha recibido atención por parte de la comunidad médica.
"No podemos dejar de lado durante más tiempo el estudio de las dietas bajas en calorías", señaló Walter Willett, experto en nutrición de la Universidad de Harvard, en un artículo que acompaña la publicación de dos estudios sobre el asunto.
Sin embargo, las nuevas investigaciones, publicadas esta semana en la revista científica "Anales de medicina interna", arrojan poca luz sobre un asunto que se ha convertido en una obsesión nacional.
Los estudios coinciden en que, a pesar de que las dietas bajas en carbohidratos consiguen que se pierda peso más rápidamente, a largo plazo (un año) el efecto es similar a las bajas en calorías, con el agravante de que las dietas que reducen los carbohidratos son más difíciles de mantener más allá de los seis meses.
La primera investigación se llevó a cabo en un centro médico de Filadelfia con 132 adultos que pesaban como media 130 kilogramos. La mitad siguió una dieta baja en calorías, mientras que el resto redujo la cantidad de carbohidratos.
Al cabo de seis meses, el primer grupo había perdido sólo dos kilos, mientras que el segundo había perdido cerca de seis.
Sin embargo, al cabo de seis meses, los que seguían un régimen tipo Atkins ya no perdieron más peso, mientras que el otro grupo seguía reduciendo su silueta. Finalmente, al cabo de un año, ambos grupos se igualaron.
La segunda investigación, con financiación de la Fundación Robert C. Atkins, mostró mayor efectividad de los carbohidratos, pero también otros efectos secundarios no deseados como estreñimiento, dolores de cabeza o mal aliento.
De esta manera, los interrogantes en torno a una dieta baja en calcio, fibras y otros nutrientes necesarios, y alta en grasas -que pueden elevar el nivel de colesterol- continúan en el aire.
Mientras tanto, quien engorda a un ritmo vertiginoso es la industria de los productos bajos en hidratos de carbono.
En lo que va de año, se han lanzado al mercado unos 600 productos que siguen las recomendaciones de Atkins y similares.
El rango de productos bajos en hidratos de carbono va desde cervezas hasta pan de molde, y roza el surrealismo con guías sobre las ciudades "más bajas en carbohidratos".