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Las laguneras opinan.../Lucrecia Martínez/Los deseos de Marta

severa crítica en “The New York Times” a Marta Fox en el que se afirma entre otras cosas que “no sólo la Presidencia de Fox está siendo debilitada por Marta sino también la novata democracia de México”; tal vez ha sido presionada desde diferentes frentes pero al fin, para beneplácito de muchos el lunes escuchamos a la señora Fox, que por cierto ya corrigió su ceceo, descartándose para la carrera presidencial; se notaba que leer el texto le costaba trabajo y que sus declaraciones en este momento no la descartan para algún otro sitio en la política nacional, afirmando su compromiso “con los más desprotegidos”. Y afirmando que ella no participa de las decisiones de Gobierno ni influye en las mismas, porque “sólo competen al Presidente”. O sea que niega algo tan notorio, a decir de algunos que les ha tocado ver de cerca a la señora, ésta mete sus narices en todo y su marido la protege, algo totalmente entendible de alguien tan enamorado pero muy lejos de comportarse a la altura de su investidura; esto disminuye totalmente al Presidente ante los ojos de sus subalternos y ante nosotros los gobernados definitivamente lo pone en evidencia.

No sé usted amable lector, pero la verdad yo no le creo, su discurso me pareció una total impostura. Resulta imposible que una declaración la haga cambiar de idea completamente, que dé un giro de ciento ochenta grados y que todas las ligas de poder que ha construido durante estos años se vayan al bote de la basura, la señora quiere la candidatura, eso es una realidad, sólo que se topa con un gran obstáculo; no tiene partido para que la postule en 2006, los integrantes del PAN han sido muy determinantes al afirmar que no creen conveniente la postulación de la señora Fox y si ella con la experiencia del madruguete que le dio su marido a su partido en 2000, pensó en un momento operar de ese modo, seguro cayó en cuenta que ya no es el mismo partido y que las cosas han cambiado.

La semana pasada en un arrebato feminista, arremetió contra los misóginos y retrógrados comentarios de Durazo y de todos aquellos que opinan en el mismo sentido, afirmando que México está preparado para tener una mujer presidenta, cosa que no dudo, después del Presidente del cambio que hemos tenido creo que estamos preparados para casi cualquier cosa, pero como diría Beatriz Paredes, una cosa son los misóginos y otra los dinásticos que no confunda sus muy personales aspiraciones construidas desde Los Pinos y del Gobierno de la pareja presidencial y los obstáculos a los que se enfrentan las mujeres día a día. Nadie niega que tenga derecho, para todo mundo sale el Sol, pero necesitaría salir del esquema presidencial y entonces sí buscar todas las candidaturas que quiera pero no buscar perpetuarse en el poder, se le olvida que es una República no un reino. Además ¿por qué vamos a querer una continuación del desastre que ha sido este Gobierno? ¡No vemos cuándo terminen y ya nos amenazan con una segunda parte! Definitivamente vivimos en un país maravilloso, en donde la cordura brilla por su ausencia y al fin no pasa nada.

Otro detalle que me llama la atención es que la señora se manifieste como representante de todas las mujeres no sólo de México sino del mundo y si alguien la descalifica no se cuestiona sobre los motivos de esa descalificación que podría ser de orden disciplinario, sino que los tacha de retrógrados. ¿Cuándo se nos hizo feminista la señora? ¿Cuáles han sido las acciones que ha tomado desde ese lugar tan privilegiado en el que está ahora y en que temas aparte de sus aspiraciones personales y hacerle de madrecita-esposa-abuelita-novia amorosa? Es fecha que hasta ahora nunca he oído que se manifieste en ningún sentido solidaria con las mujeres de todos los días, esas que trabajan fuera de sus casas y no tienen dónde dejar a sus hijos, esas que sufren marginación en sus trabajos por no entrar en otros temas, cuando se refiere a misoginia sólo es referente al “empoderamiento” político. Esa pose es una faceta de nueva cuña considerando que su acceso al poder real fue a través de su matrimonio con el presidente Fox no se pueden tener sólo las ventajas de ser mujer y romperse la vestiduras respecto a las desventajas porque siente que el ser mujer es el único obstáculo para sus aspiraciones.

Quien siembra viento cosechará tempestades, afirma la Biblia y tal parece ser la tónica de Marta Fox, falta ver cómo va a acabar todo esto, su Vamos México, el fideicomiso Transforma México, los negocios de sus hijos, los enemigos que ha creado y su gran pero gran protagonismo. Es loable que una esposa de presidente trate de ayudar a su marido con la sencilla idea de coadyuvar con la difícil tarea que debe ser gobernar, como también puede ser que a dicha esposa no le interese nada de trabajo social, como lo vimos con la señora Zedillo y también se vale, si no le nace, bueno pues que no lo haga, pero meterse de señora presidenta es otra cosa y tener organizaciones que han llamado la atención en el extranjero, por lo dudoso de éstas, como se lo han hecho saber a través de diarios tan prestigiados como el Financial Times, es peligroso. No Marta no es como ninguna primera dama esposa de un Presidente que esté hoy en funciones, las primeras damas de otros países ni las conocemos y menos algún periódico prestigiado internacionalmente se ocupa de ellas.

Marta tomó el lugar de una vicepresidencia dado que la presidencia no se ejerce en su totalidad y para ilustrar lo dicho por ahí anda un cuento que dice “oiga compadre ahora todos quieren ser presidentes, sí compadre menos el Presidente”, sí, tenemos un Presidente que lamenta ser Presidente y que no halla la hora de irse a su rancho, un Presidente que le fascinan las campañas, porque éstas no implican ninguna responsabilidad y todo lo que se diga queda flotando y si no es la de él será la de la señora.

Aún así yo aseguro que va a buscar mínimo una senaduría, algo que resultaría muy conveniente para que de esa forma tuviese fuero para no ser procesada y frenar cualquier acción que se desprenda de todas las presuntas irregularidades que ya conocemos y por las que no conocemos, tal vez el Presidente se vaya a su rancho pero a su mujer le gusta el poder y lo ejerce, no sé la verdad, por qué busca ser Presidenta si ya lo es, de facto y muy poderosa.

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