¡Qué momento tan difícil es el decir adiós a un ser querido! ¡Qué me toquen las golondrinas…!”, decía cantando Pedro Infante, aunque ahí hay un error, no necesariamente de Pedrito sino de todos los mexicanos que hemos adoptado esa canción como tema de despedida: Las Golondrinas. (1)
En primer lugar los hispanohablantes tenemos el clásico adiós que se creó como una forma rápida y concreta de encomendarte a Dios para que te vaya bien. Tanto fue así, que dicen que un grupo anticristiano creó el término agur para despedirse sin necesidad de encomendarte a Dios porque ellos no creen en él. (2)
“Hasta luego”, “hasta la vista”, “ahí nos vemos”, “hasta pronto” son algunas de las formas en que uno se despide en lenguaje cotidiano, aunque luego se ponen de moda expresiones como ¡chao! que nos viene de Italia o el “bay” que es una forma muy descompuesta del “good bye” de los anglo parlantes.
A veces los “chavos” buscando originalidad recurren a formas más rebuscadas como la de “este osito de peluche se va para su estuche” o “este muñeco se les cambia de aparador”.
Volviendo al tema musical le diré que ahora nos hemos encontrado con que “Las golondrinas” no son “Las golondrinas” porque esa bella canción no se refiere a varias sino a una sola golondrina y ése es su nombre correcto: “La Golondrina”.
¿A dónde irá veloz y fatigada
la golondrina que de aquí se va?
O si en el cielo se hallará extraviada
sin paz ni abrigo y no lo encontrará…!
Toda la letra va refiriéndose a esta ave en singular, pero al pueblo le gustó para pluralizarla y así lo hizo. Lo que pasó entonces fue que la triste canción se empató con otra no menos bella que sí se refiere a las golondrinas en plural:
Vinieron en tardes serenas de estío
cruzando los aires con vuelo veloz
y en tibios aleros formaron sus nidos
sus nidos formaron piando de amor…
Entonces el pueblo mismo estableció la diferencia llamándole a esta última “Las Golondrinas Yucatecas” porque según entiendo la canción es original de Ricardo Palmerín.
Finalmente tenemos que entender que todo lo que empieza, en algún momento se tiene qué acabar y eso es precisamente lo que está pasando con este comentario así que me despido… ¡Sayonara! (3)
Por si las dudas
1. ¿La golondrina? ¿Por qué digo eso? No sea desesperado o desesperada. Siga leyendo. Más adelante se lo voy a explicar
2. Agur. Todavía hay quien usa el vocablo agur, así o transformado en abur.
3. Sayonara. Adiós en japonés.
Pregunta: En un acto académico el conductor del evento anunció: "contamos en la mesa del presidium con las personas del poder en la educación estatal...". Quisiera saber las raíces de las palabras “presidium” y “poder”. Teodoro Flores Reyes
Respuesta: Presidium es un vocablo latino. Se le llama así a la mesa en la que están los que presiden, las autoridades. El que preside quiere decir “el que se sienta al frente”. La palabra “poder” deriva del latín “potere” que implica tener capacidad de dominio para mandar o ejecutar algo.
Frase loca... de remate
El dinero es mejor que la pobreza, aunque sólo sea por razones económicas.
Ayer le pregunté: Su novia lo cortó porque usted le pidió un ósculo. Tal vez ella no entendió bien su petición porque un ósculo es…
Un abrazo
Un verso
Un beso
Un mechón de su pelo.
Respuesta: c) Un ósculo es un beso. Déjeme decirle que su novia tiene la mente cochambrosa. No quiero imaginarme qué fue lo que entendió.
Ahora le pregunto: Si en su casa hay tejamanil ¿en qué parte de la casa puede encontrarse?
En el jardín
En el techo
En una cerca alrededor de la casa
En el piso
Ayer también le pregunté: ¿Cuál es el superlativo de antiguo?
Respuesta: El superlativo de antiguo es antiquísimo.
Ahora le pregunto: ¿Qué es más bueno que lo óptimo?
Las respuestas aparecerán mañana aquí mismo.
Frase de Woody Allen para terminar:¿Cómo dijo? ¡Hasta mañana!
donjuanrecaredo@hotmail.com