La palabra TABÚ nos viene de la Polinesia…(1) y significa prohibición. Debes evitar hacer algo, tocar esto o ver aquello porque así lo dice un mandato generalmente religioso. Muchas veces los tabúes (2) nos los imponemos nosotros mismos.
Hay palabras que por delicadeza, temor o algún otro sentimiento semi oculto, preferimos no decir. Por ejemplo, cuando fallece la mamá del director de la empresa, los empleados publican una participación luctuosa en el periódico pero no encuentran como redactarla: Nuestras condolencias al Señor Fulano de Tal por el fallecimiento de su mamá… no, así no. Por el fallecimiento de su madre… ¡menos! ¿de su progenitora? No, van a creer que es otra cosa… Entonces quizá salgan del apuro redactándolo así: Por el fallecimiento de la Señora tal y tal, madre de nuestro director general Señor tal.
Y es que con respecto a la palabra MADRE tenemos muchas reticencias, (3) muchos prejuicios. En una clase de secundaria o preparatoria, cualquier maestro sensato evitaría citar la Isla de Sumatra, porque la reacción natural de los alumnos será exclamar LA SUTRA.
Las palabras que se usan para sustituir a los vocablos tabú, se llaman eufemismos como es llamarle “palomita” al pene de un niño, o “partecita” a la vagina de una niña.
Yo tenía un amigo farmacéutico que le fue mal, hasta que un día tuvo qué cerrar el negocio porque “no le quedaba más remedio”. Bueno, pues me platicaba mi amigo que nunca hubo un cliente que llegara y le dijera abiertamente: Me da una caja de condones… y sin embargo, un purgante o un enema, lo podían pedir a gritos y nadie se sentía ofendido por ello.
Al ciego nadie le dice ciego en su cara… Por lo menos le dice invidente y en general, a los paralíticos, hemipléjicos, mancos, cojos, se les llama minusválidos, adjetivo que tampoco me parece muy edificante porque parece decir que los sujetos valen menos que los demás y lo que en realidad quiere decir es que tienen menos recursos físicos de qué valerse.
Imagínese que el empleado de una funeraria les participe a los familiares: “El muerto estará en la capilla en 30 minutos más” ¿El muerto? ¿Cómo? Ni siquiera “el cadáver”. En todo caso será el CUERPO de don fulano de tal y en algunas casas funerarias de pueblo todavía dirán el CUERPO MORTUORIO, que según ellos se oye elegantísimo y muy respetuoso.
En referencia con el mismo tema, jamás oirá usted que tal compañía le ofrece un seguro de muerte. No, dé por seguro que le voltearán la tortilla y le dirán que es un seguro de vida, pero en realidad el seguro es para que su familia pueda hacerlo efectivo después de que usted haya “cerrado los ojos”.
Por si las dudas
1.- POLINESIA: La Polinesia Francesa es un grupo de 115 islas con un área terrestre total de 400 kms. Cuadrados, esparcidas en una superficie de cuatro millones de kms. cuadrados en el Océano Pacífico Oriental.
2.- TABÚ: El plural de TABÚ no es TABÚS sino TABÚES, como los toros cebúes y los restaurantes con sus menúes.
3.- RETICENCIA: Acto de no dar a entender claramente, con malicia algo que debiera decirse.
Pregunta: ¿ Quién dijo la frase “cosas veredes”? Ismael Mendoza Barajas.
Respuesta: Es una frase que aparece en el Cantar del Mio Cid, el más grande poema de la épica castellana. “Cosas veredes, Mio Cid” en español de la época, quiere decir que en la vida pueden verse muchas cosas extrañas o increíbles.
Frase loca... de remate
Fuera del perro, el libro es el mejor amigo del hombre. Es que dentro del perro debe ser muy difícil leer. ¡Hasta la próxima!
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