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Las Palabras tienen la palabra/Lo tengo en la punta de la lengua

Juan Recaredo

Hoy, si usted me lo permite, quiero hablar de la lengua... pero no el órgano bucal sino la lengua que tengo qué utilizar necesariamente para comunicarme y que es la lengua española, el lenguaje que utilizamos los que somos parte de la llamada gente de habla hispana. (1)

La lengua es el órgano principal del sentido del gusto aunque a veces no nos guste reconocerlo. Luego se va uno “de la lengua” y acaba por decir cosas que tenía en la punta de la lengua y que finalmente las deja salir, aunque luego se arrepienta y sienta que hubiera preferido “morderse la lengua” para no decirlas.

Al que “se va de la lengua” se le dice que es muy lenguaraz lo cual significa que es “muy lengua suelta” porque dice cosas que no debería decir y le advierten que “calladito te ves más bonito”.

En el mundo hay muchas lenguas hablando de sistemas para comunicarse a través de las palabras. Pero también hay muchas otras lenguas como las lenguas de fuego que se ven en los incendios, las lenguas de terreno que existen en algunas playas y los lenguas que son aborígenes que habitaban la región sudamericana del Chaco, quienes se adornaban el labio inferior con aretes. (2)

En cuanto a los animales se destaca el perro que no es raro que ande con la lengua “de fuera” y las lenguas viperinas, como se les llama a las lenguas de las víboras, refiriéndose a ciertas personas que acostumbran “viborear” al prójimo, derramando veneno a raudales por los nueve orificios naturales de su cuerpo.

El español es la lengua con la que mi madre me enseñó a hablar o sea que es mi lengua materna y el hecho de que mi “jechu” (forma abreviada de la expresión jefecita chula) esté en el cielo, no quiere decir que mi lengua materna haya pasado a convertirse en una lengua muerta.

Lengua muerta es por ejemplo el latín que más que muerta debería ser considerada lengua en agonía porque seguimos utilizando muchas voces latinas en nuestro español de uso cotidiano, con lo cual parecería que al latín le estamos dando respiración “de boca en boca” como dirían tal vez las malas lenguas.

Finalmente le recomiendo recordar siempre que no es lo mismo tener una cosa “en la punta de la lengua” que tener la punta de la lengua en alguna cosa.

Por si las dudas

1. Lengua. Resulta irónico que para hablar de la lengua, no utilice la lengua como órgano del habla, sino los dedos porque la verdad es que no estoy hablando sino tecleando las palabras en una computadora.

2. Piercing. El famoso “piercing” (perforación) deriva de una costumbre primitiva que algunos “chavos” acelerados están practicando y consiste en ponerse un objeto metálico de adorno, colgando de una perforación, que algunos se hacen exactamente en plena lengua.

Pregunta: Ma. Marcela Reyna de Tampico pregunta si es cierto que llamarle a una persona don con el apellido y sin el nombre, es un insulto. “De hecho, -dice Marcela- me comentan que si por ejemplo yo le dijera don González a mi jefe sería como decirle don Tontejo”.

Respuesta: Sabemos que en algunas regiones existe esa creencia pero no es una regla gramatical ni idiomática. Simplemente es una costumbre.

Frase loca... de remate

Cuando veas una luz al final del túnel... ¡Córrele, ahí viene el tren!

donjuanrecaredo@hotmail.com

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