Ginebra, (EFE).- Los niveles demasiado elevados de ozono en la atmósfera causan un fuerte estrés en muchas especies de plantas, que se traduce en una modificación de aspecto e incluso en la pérdida de sus colores naturales, según un reciente estudio.
Las especies más afectadas por la contaminación atmosférica han resultado ser las hayas, ciertos cerezos y los saúcos y las que menos, los robles y los castaños.
Los experimentos han sido realizados por un equipo de científicos del Instituto Federal de Investigaciones del Bosque, la Nieve y el Paisaje (SWL), que ha llevado a cabo una serie de pruebas en la localidad suiza de Sagno (en el cantón del Texino) para determinar los daños causados la contaminación atmosférica en medio centenar de especies.
Marcus Schaub, jefe del equipo de investigadores, compara los efectos del ozono sobre los vegetales a los de una gripe en el hombre: "el metabolismo se debilita y se vuelve más vulnerable a las enfermedades, y en el caso de las plantas, a los hongos y bacterias".