Gland (Suiza), (EFE).- El turismo en torno a las tortugas marinas genera tres veces más dinero que el comercio de los productos derivados de esos quelonios como el caparazón, la carne o los huevos, utilizados como alimentos.
Así lo asegura un informe sobre los "aspectos económicos del uso y la conservación de las tortugas marinas" publicado por el Fondo Mundial para la Naturaleza (siglas en inglés WWF), con sede en esta localidad suiza.
El informe demuestra que el rápido declinar de las poblaciones de tortugas marinas en distintas partes del mundo pone en peligro muchos empleos en el sector turístico de numerosos países en desarrollo.
El estudio del WWF compara los ingresos derivados del sacrificio de las tortugas o de la colecta de sus huevos con el generado por el turismo en un total de dieciocho lugares de África, Asia, América Latina y el Caribe.
En nueve de esos lugares, donde se comercializa la carne, los huevos o el caparazón de las tortugas, los ingresos medios anuales derivados de la venta de esos productos es de 582 mil dólares mientras que en otros nueve donde esos reptiles constituyen, por el contrario, una atracción turística, los ingresos llegan a 1.650 millones.
En el Parque Nacional Tortuguero de Costa Rica, el de mayor tradición, el turismo marino relacionado con los citados quelonios genera al año 6.700 millones de dólares.
Desde que comenzó a finales de los años ochenta, ese tipo de ecoturismo ha ido ganando en popularidad, según el Fondo Mundial para la Naturaleza.
Actualmente llegan a 175 mil las personas que participan en las visitas organizadas para ver a las tortugas en más de noventa lugares de una cuarentena de países.
"El estudio confirma lo que siempre habíamos sospechado: a saber, que las tortugas marinas son más beneficiosas vivas que muertas para las comunidades locales", afirma Carlos Drews, coordinador regional para la conservación de tortugas marinas en América Latina y el Caribe.
"Los responsables del desarrollo turístico, los políticos y los dirigentes comunitarios deberían ver en las tortugas marinas una importante fuente de ingresos y de creación de empleo", agrega el experto.
Las poblaciones de tortugas se han reducido drásticamente en muchas áreas por culpa de la construcción de hoteles en las playas donde muchas de ellas anidaban, pero también de su caza para fines alimentarios o comerciales, denuncia la organización ecologista.
Seis de las siete especies de tortugas marinas existentes están amenazadas de extinción, de ellas tres de modo crítico, señala el estudio del WWF.
Todas las especies de tortugas marinas están actualmente incluidas en una lista de la convención CITES (sobre comercio internacional de especies amenazadas de la flora y la fauna silvestres).
La inclusión en esa lista significa que el comercio internacional está prohibido entre los 160 países signatarios, pese a lo cual persiste el comercio entre los países que no han firmado el documento además del ilegal.
Según Susan Lieberman, directora del programa global de conservación de especies del WWF, el declive de las poblaciones de tortugas marinas tendrá consecuencias económicas muy graves especialmente para las comunidades costeras de los países en desarrollo.
En los nueve lugares estudiados por el WWF, situados en los océanos Atlánticos, Indico y Pacífico, donde se utilizan la carne, caparazón, huevos, los huesos y la piel de las tortugas para consumo humano, los ingresos anuales generados oscilan entre 158 y 1.7 millones de dólares y el medio está en 562 mil.
En los otros nueve casos, donde las tortugas son objeto de curiosidad turística, los ingresos anuales mínimos son de 41 mil dólares y los máximos llegan a 6.7 millones mientras que la media es de 1.65 millones.