“Cuidado con las Universidades globalizadoras que pretenden imponer su cultura a través de filiales mundiales (en clara referencia a algunas de E.U.A.), que en base a sueldos altos compiten con mucha ventaja sobre las más pobres”.
Este fue uno de los varios mensajes esperanzadores de Michele Gendrau-Massaloux, Rectora de la Agencia Universitaria de la Francofonía, durante el pasado XIII Congreso Bienal de la Organización Universitaria Interamericana, celebrado en Veracruz, Veracruz, en noviembre del dos mil tres.
El discurso, que en mucho dejó el sabor de denuncia, se refería a la grave responsabilidad que siente el movimiento universitario europeo en dar apoyo a los deseos legítimos de superación que tienen las universidades latinoamericanas, que enfrentan una faceta más de la globalización mundial: el intento de desarrollo de cadenas instituciones educativas que monopolicen el aprendizaje-conocimiento, con el control de la preservación (o no) y difusión del mensaje cultural (o su manipulación y cambio).
Hoy día, la universidad latina debe buscar sobrevivir e incrementar su calidad para cumplir con su función social: preparar profesionistas competitivos que trabajen a favor de sus economías y preserven su cultura y lo hacen en situaciones de grave limitación económica con la consecuente falta de apoyos y recursos educativos.
El mensaje de la doctora Gendrau-Mussaloux fue emotivo y claro, dijo a los rectores asistentes, representantes de más de 25 países de América, incluidos los de Estados Unidos y Canadá que: “La Universidad Cultural Mundial debe construir un nuevo mundo que deje a la pobreza en el pasado”, declaración romántica llena de pensamiento humanista que en un plano, tal vez visto como utópico, propone buscar la verdadera felicidad de los humanos a partir de la igualdad entre ellos, persiguiendo la adecuada atención a sus necesidades sin diferenciar entre ricos y pobres, que de lograrlo, terminarían para siempre con las diferencias económicas, sociales y políticas.
Ciertamente parece un sueño; pero: ¿no es una excelente definición de misión de la universidad del siglo XXI?
La propuesta que fue recibida con el beneplácito de los rectores y funcionarios universitarios asistentes, plena de sentimiento solidario y de propósitos humanistas, la hizo en un congreso de educadores que buscan encontrar fórmulas para alcanzar niveles altos de calidad académica y competitividad para sus egresados, quienes a su vez deberán lograr mejorar las condiciones de vida de todos los habitantes de los países del tercer mundo del Continente Americano.
El pensamiento humanista debe encontrar los medios para penetrar en el mundo materialista, hasta encontrar el cómo lograr la real integración del planeta, con oportunidades para todos, a través de la educación a distancia y continua, donde quepan desde los más viejos hasta los de menor edad, aquellos que no tuvieron la oportunidad de estudiar y superarse por razones ajenas a su responsabilidad.
Esta es una propuesta limpia y llena de esperanza para todos los pobres del mundo; lo más importante, es un nuevo frente de batalla intelectual contra el individualismo y el materialismo imperante.
El inicio del movimiento se dio hace cosa de veinte años, con lo que entonces se llamó “Proyecto Erasmo” y que hoy es una feliz realidad que favorece la educación de calidad de jóvenes universitarios europeos, que en igualdad de circunstancias, atendiendo las debilidades de aprendizaje en un continente unificado, da formación y reconocimiento de estudios, por igual, a todos los alumnos de las universidades de los países que lo componen.
En la actualidad el programa Erasmo es todo un éxito y ha formado a muchos nuevos profesionistas europeos, preparándolos para enfrentar la competencia del mundo actual.
La buena noticia para todos nosotros es que a partir de 2003, el programa se ha ampliado hasta transformarse en “Erasmus Mundus”, que en un acto académico solidario incluye a estudiantes de todo el planeta, los que ahora tienen una oportunidad más para poder prepararse con calidad internacional y con una visión humanista orientada al servicio del prójimo. Esta es otra buena alternativa para el desarrollo del tercer mundo.
Vale la pena explorar las posibilidades, especialmente por aquellos que tienen interés de realizar estudios en el extranjero, que pueden buscar alternativas en Erasmus Europa, que con ello se les abren horizontes más amplios, que simplemente los norteamericanos.
(http://www.esn.org/).
A través de la telemática los jóvenes estudiosos ahora podrán capacitarse en los distintos campos del saber; la única condición: tener firmes propósitos y aprovechar las oportunidades.
Este es un nuevo llamado de atención para los países desarrollados que piensan en términos de colonización e invasión de espacios ajenos por medio de la intelectualidad; que viven entre procesos globalizadores y de acaparamiento de la educación de los seres humanos, por medio de redes de universidades filiales, que en mucho parecen negocios del campo educativo y que además pretenden penetrar (aún más) las culturas regionales para moverlas y transformarlas a su conveniencia, hasta hacerlas satélites de las propias.
Esta es una lección para la humanidad, que no podemos ignorar y dejar pasar de largo. Es una oportunidad que debemos explorar y aprovechar para beneficio de nuestros estudiantes del nivel de educación superior.
Es la oportunidad que se nos presenta para tener alternativas educativas diferentes; más importante aún: es la posibilidad real de oponer fuerzas humanistas al materialismo que parece no tener oposición capaz de hacerle frente con eficiencia. ¿no le parece que vale la pena investigar más?
ydarwich@ual.mx