EFE
Lima, Perú.- La presentadora peruana de televisión Laura Bozzo dijo que considera ?un hito? que el Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas evalúe su proceso judicial en Perú, por el cual está en arresto domiciliario desde julio de 2002.
?Es un hito, es la primera vez que una entidad de esa envergadura toma mi caso?, dijo Bozzo, quien se mantiene bajo arresto en el estudio de televisión de Lima que eligió como lugar de reclusión.
?En un principio -agregó-, yo no quería un enfrentamiento con el gobierno peruano, confiaba en la justicia de mi país, pero ya son casi dos años de arresto, he demostrado que no recibí un centavo y sigo acá?.
El pasado ocho de abril, el Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas abrió un expediente judicial para examinar si la justicia del país andino le ha conculcado algún derecho a la conductora de televisión.
Además Naciones Unidas le otorgará al gobierno peruano un plazo de seis meses para que presenten las causales judiciales del arresto domiciliario de Laura Bozzo.
La conductora del programa de televisión Laura en América reveló que si su reciente pedido de libertad no es atendido por la justicia peruana acudirá a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y otros organismos.
Laura Bozzo está procesada por la presunta comisión de delitos de peculado (recepción ilegal de dinero público) y asociación ilícita para delinquir, ya que se le acusa de haber recibido tres millones de dólares del ex asesor presidencial Vladimiro Montesinos como pago por su apoyo a la reelección del presidente Alberto Fujimori (1990-2000).
?Ya no me queda otra, digamos que mi paciencia se agotó. Yo he tratado de proteger a mi país y no quejarme afuera pudiendo hacerlo con el éxito que tengo en 22 países?, indicó la presentadora.
?Creo que todo llego a su límite?, insistió.
La conductora de ?Laura en América?, programa que es transmitido por Telemundo, refirió que ?lo más sorprende? en el exterior sobre su caso es la prohibición que duró 22 meses y que le dictó la justicia de no hablar sobre su caso.
?Ese hecho fue una violación absoluta de mi derecho a expresarme, tuve que aguantar que me echaran barro con ventilador y quedarme callada?, comentó.
