EL SIGLO DE TORREÓN
CD. LERDO, DGO.- Como un “robo”, fue calificado el excesivo cobro por el monto de infracciones de la Dirección de Tránsito y Vialidad. Un ciudadano se quejó públicamente por el cobro de 474 pesos, por estacionarse en lugar prohibido.
“Estoy consciente que hay que pagar, pero casi una semana de trabajo, ¡óigame, no es justo!”, señaló molesto Erasmo López Quintero, afuera de las oficinas de la citada dependencia.
Al expedir la infracción, existe una condonación del 50 por ciento por pronto pago, en este caso, Erasmo López tiene que pagar 237 pesos, cantidad que todavía considera exagerada por la infracción cometida.
Sumado al alto costo de la multa, se detecta una severa irregularidad en las boletas de infracción, que al reverso de las mismas cuenta con todas las violaciones al Reglamento de Tránsito, pero carecen de un tabulador con el número de salarios mínimos.
López Quintero tiene su domicilio en la calle Lirios 127 de la colonia Villa Jardín y señaló que está de acuerdo en pagar, “Cometí una infracción, pero creo que deberían cobrar entre 80 y 120 pesos, no más”.
El lerdense señaló que lo infraccionaron en la esquina de avenida Matamoros y calle Allende a las 14:55 horas del lunes 20 del presente. “Mi mueble estaba mordiendo la raya amarilla, está bien, es una infracción, pero ¡por qué cobran tanto!”.
Diferencias
Como referencia del elevado cobro en las infracciones de Tránsito y Vialidad en Ciudad Lerdo, se observó una boleta expedida por la oficina similar en Gómez Palacio, donde sí aparecen las violaciones con tabulador.
En el caso concreto de la infracción por estacionarse en lugar prohibido, en Ciudad Lerdo de cobran 474 pesos (diez salarios mínimos) con 50 por ciento de descuento por pronto pago, en Gómez Palacio, se cobran dos salarios mínimos con 30 por ciento de descuento en los primeros cinco días hábiles.
Será el propio director de Tránsito, Héctor Esteban Garza o los integrantes de la Comisión de Regidores del Ayuntamiento, quienes deberán analizar la irregularidad detectada en el cobro de infracciones y la falta del tabulador, que deja indefenso al contribuyente.
