EFE
LISBOA, PORTUGAL.- La última jornada del festival Rock in Río Lisboa terminó con el maleficio de la escasa audiencia y los conciertos de Sting, el español Alejandro Sanz y la nueva reina del soul, Alicia Keys, fueron seguidos por casi cien mil personas.
Pero fue el principal rockero portugués, Pedro Abrunhosa, quien puso el broche de oro a seis días de música y unas 70 actuaciones Por un Mundo Mejor, según el lema del festival, que tendrá continuidad en 2006, anunció el empresario brasileño Roberto Medina.
El promotor firmó un acuerdo con el alcalde de Lisboa, Pedro Santana Lopes, para celebrar un segundo Rock in Río en la capital lusa en 2006, año de elecciones municipales y presidenciales en Portugal, en las que el primer edil aspira a ser candidato.
"Rock in Río vino para quedarse", manifestó Medina, que hizo un balance muy positivo de esta edición, primera fuera de Brasil, con una audiencia total estimada en 385,000 personas, que tildó de "espectáculo de fraternidad y organización".
Medina dijo que espera que "en la próxima edición la presencia de españoles sea mayor, después de notar que este festival es diferente a los demás y "una convivencia, un acto de fraternidad entre los pueblos".
Público de todas las edades acudió en masa al lisboeta parque de Bela Vista, convertido en "Ciudad del Rock", para disfrutar con la música de los mencionados artistas, así como del portugués Luis Represas y la brasileña Ivete Sangalo.
El presidente luso, Jorge Sampaio, acudió con su esposa e hijos a seguir en directo la actuación de la brasileña Ivete Sangalo, ex vocalista de Banda Eva, que llevó los ritmos de la samba a Bela Vista, y mostró su sorpresa por el elevado número de asistentes.
La cantante brasileña interpretó temas como Carro Velho, Beleza Rara o Festa.
Tras ella subió al escenario Alejandro Sanz, que presentó 12 de sus canciones, entre las que brilló Corazón Parti’o, coreada por la numerosa audiencia, para terminar con el tema que da nombre a su último álbum, No es lo Mismo.
Le siguió la estadounidense Alicia Keys, considerada la "nueva reina del soul", que interpretó composiciones de sus dos álbumes, sin olvidar la que la hizo más famosa en todo el mundo: Fallin.
Pero el público aguardaba al británico Sting, el único de los artistas que han pasado por el escenario de Lisboa que asistió a todas las ediciones anteriores, en 1985, 1991 y 2001.
Sting cantó temas actuales y otros de su época en Police, como Roxanne, Every Breath you Take, Sacred Love, If I Ever Lose my Faith in You, We’ll be Together e Englishman in New York.
Luego llegaron temas más electrizantes, como Send Your Love, Dead Man’s Rope, Fragile, Fields of gold, This war y 1000 Years.
El último artista en el escenario fue Pedro Abrunhosa, mientras parte del público buscaba la salida sin esperar al cierre oficial del festival.
Durante seis días han cantado en Rock in Río Lisboa artistas de la talla de Metallica, Ben Harper, Paul McCartney, Peter Gabriel, Evanescence, y el cantante y ministro de cultura de Brasil, Gilberto Gil.
