EFE
SAN FRANCISCO, EU.- Los homosexuales de Estados Unidos tienen la vista puesta en Massachusetts donde, a pesar de la polémica y del rechazo de los católicos, hoy lunes, quedarán legalizados los matrimonios entre parejas del mismo sexo.
Esto marcará un hito en la larga lucha por la igualdad que han librado los homosexuales desde 2001, cuando siete parejas del mismo sexo presentaron una demanda contra el estado de Massachusetts porque les fueron negadas las licencias de matrimonio.
Estas siete parejas estarán en las filas de los que buscarán contraer nupcias a partir de hoy, mientras grupos conservadores planifican reuniones y foros públicos en Boston y otras ciudades para condenar lo que consideran una “calamidad” social.
Los partidarios del matrimonio homosexual de Massachusetts vencieron el pasado viernes el último obstáculo para comenzar a expedir licencias para parejas del mismo sexo: un tribunal federal de Boston rechazó el recurso en contra que habían interpuesto grupos conservadores y algunos legisladores estatales. El Tribunal Supremo de EU rechazó la solicitud de intervenir en el asunto.
De esta manera, Massachusetts seguirá los pasos de San Francisco, la ciudad californiana “rebelde” que concedió licencias de matrimonio a más de cuatro mil parejas homosexuales, sentando las pautas para otras ciudades en todo el país.
Las diferencias entre lo ocurrido en la costa pacífica y lo que previsiblemente sucederá en la atlántica son, no obstante, de bulto.
El ayuntamiento de San Francisco puso fin a esta práctica, comenzada a mediados de febrero, cuando el Tribunal Supremo de California prohibió la emisión de licencias no autorizadas por las leyes de California, que definen el matrimonio como la unión entre un hombre y una mujer.
El Tribunal Supremo de Massachusetts declaró, por su parte, que la prohibición de estos casamientos viola la Constitución estatal.
Es decir, mientras que en el primer caso se trata de una ciudad que actúa por su cuenta y riesgo, en el segundo es todo un estado con la venia de su máxima autoridad jurídica.
El derecho quedará restringido a los residentes de ese estado, en virtud de una obsoleta Ley de 1913, que establece que Massachusetts no puede casar a parejas de otro estado que prohíba algún tipo de uniones.
La citada Ley fue aprobada para no casar a parejas de distintas razas de otros estados cuando el matrimonio interracial estaba aún prohibido en muchos estados.
“Massachusetts no debe convertirse en ‘Las Vegas’ del matrimonio homosexual”, señaló el gobernador republicano Mitt Romney, quien busca limitar el alcance de la medida. Romney trató de combatir por la vía legal la decisión del máximo tribunal, pero cuando fracasó en este empeño optó por evitar que el derecho se extienda a personas de otros estados.
El arzobispo católico de Boston, Sean O’Malley, señaló la semana pasada que contempla lo ocurrido con “profunda tristeza” porque, “al final, la creación de este derecho para las parejas del mismo sexo no fortalecerá la institución del matrimonio, sino que la debilitará”.
Una opinión que no comparten los homosexuales, que preparan marchas de solidaridad en ciudades como San Francisco y Los Ángeles, en California, o Portland (Oregón).
“Creemos que la batalla por el matrimonio del mismo sexo es parte de la lucha por los derechos civiles en EU”, añaden los organizadores en “www.equalmarriagesolidarity.org”.