Lenny Kravitz dice que echa de menos al personaje anónimo que era antes de ser famoso
EFE
Madrid, ESPAÑA.- El cantante estadounidense Lenny Kravitz tiene asumido que es una “estrella del rock”, aunque le “gustaría algún día volver a ser normal”, ya que su fama le “reporta demasiadas complicaciones”.
Kravitz presentó ayer en Madrid su nuevo álbum titulado Baptism que, según dijo, pone “fin a un ciclo” y representa un nuevo principio en su carrera musical, aunque sin olvidar el pasado.
Con sus famosos rizos totalmente planchados, cargado de pulseras de piel de serpiente, un gran collar de soga adornado con piedras azules, varios “piercings” y una cruz tatuada en el brazo derecho, el músico estadounidense evitó ante los periodistas responder a cuestiones relacionadas con su vida privada.
Sin embargo, no desmintió que el tema Lady, incluido en el álbum, esté dedicado a la actriz Nicole Kidman, con la que se le atribuye un romance.
Entre 1999 y 2002, Lenny Kravitz ganó cuatro premios Grammy consecutivos y ha sido en este período de tiempo en el que ha llegado a la conclusión de que se gusta tal y como es.
“Me siento a gusto conmigo mismo”, aseguró. “Soy un hombre tranquilo y cuando me pongo a trabajar no me planteo lo que voy a hacer, sino que sale sin más. Eso sí, no me gusta repetirme, prefiero evolucionar. Me gustaría volver a ser normal algún día. Echo de menos al personaje anónimo que era”.
Neoyorquino de adopción, actualmente vive en Miami y se confesó muy influenciado por la cultura latinoamericana. “Allí fui buscando la tranquilidad y la cercanía de las Bahamas”, comentó, y es allí donde nacieron todos los temas de este disco.
Lenny Kravtiz acaba de terminar el guión de una película, inspirada en su persona, aunque no la protagonizará.
“La dirigiré con la ayuda de Woody Allen, porque es la primera y necesito la ayuda de alguien como él. Todavía no están elegidos los protagonistas, pero serán grandes estrellas”, adelantó, aunque dejó bien claro que ninguno de los papeles será para Kidman.
El nuevo álbum de Lenny se abre con el corte Ministry of Rock porque Kravitz dice que es a lo que se dedica desde hace quince años. “Vivo -dice- para la música y sé que con mi música glorifico a Dios”.
Lenny Kravitz ha recurrido al “espíritu” que marcó su álbum de debut, Let Love Rule (1989), aunque “con sonidos diferentes”. “Pero nada de esto es premeditado. La inspiración llega y yo lo aprovecho, todo va llegando y yo no lo puedo controlar”.
Multinstrumentista donde los haya -lo único que no toca él en el álbum es el saxo-, a Lenny Kravitz le interesa la música negra que domina actualmente el mercado norteamericano, como el hip-hop, aunque considera que “debería de evolucionar en los textos más hacia el campo de lo espiritual y no centrarse tanto en lo material”.
Lenny Kravitz, que apuesta abiertamente por la derrota de Bush en las próximas elecciones norteamericanas está a punto de comenzar una gira mundial, el músico estadounidense actuará el próximo 13 de junio en el Palacio Vistalegre de Madrid y el 14 de junio en el Palau Sant Jordi de Barcelona.
