El Siglo de Torreón
TORREÓN, COAH.- Leticia estaba dejando todo para seguir a su esposo Fabrice a París: su adorada Comarca Lagunera, su familia, sus amigos, el trabajo y el gran gusto de cantar.
Tenía sentimientos encontrados, por una parte estaba feliz de poder estar con el hombre del que se había enamorado en 1986 en una discoteca de la región, por otro, el dolor de separarse de sus seres queridos y de su naciente carrera como intérprete, la invadían.
“Cuando me fui a Francia creí que se había terminado lo del canto, pero cuál fue mi sorpresa que mi esposo me permitió seguir... no sé por qué, pero veo que le agrada (que cante), como que lo estimula”.
Ahora, al hacer un recuento de lo que ha sido su vida, no puede ocultar su alegría. Ya tiene 13 años viviendo felizmente en París con su marido, se hizo de amistades, pero sobre todo, ha logrado algo que nunca pasó por su mente: representar con su canto a México en diversos países de Europa.
De manera inconsciente, antes de contestar cada pregunta, menea su larga cabellera. Es sencilla, platicadora y coqueta; no aparenta tener un hijo de 24 años de edad a punto de casarse.
“Siempre pensé que de Torreón no iba a salir jamás, aquí estaba muy a gusto pero ya era mi destino. Cuando llegué a París no conocía a nadie, cambió mi mundo completamente; mi esposo como quiera, siguió trabajando y haciendo sus cosas, pero yo era volver a empezar. Me las ingenié para aprender francés, para arreglar mis papeles, el cómo ir a la Embajada. Todo era nuevo para mí...”.
Luego de un tiempo, Leticia conoció a una pareja de amigos de su esposo, quienes a sabiendas de su afición por el canto, le dijeron que acababan de abrir un restaurante tipo tex mex en donde estaban requiriendo una artista para que amenizara.
“El lugar se llamaba El Timbalero, el dueño era muy buena gente pero no hablaba nada de español. Había comprado un aparato de kareoke, y entre los discos iba uno de música mexicana en el que venían las canciones México Lindo y Querido, Allá en el Rancho Grande y temas de trío como Sin Ti”, dice para luego agregar con una gran sonrisa, “como que a partir de entonces me nació el espíritu patriótico”.
Ese fue el principio de una fructífera carrera. Con su carisma y gran voz, poco a poco Leticia se fue ganando a la gente y dándose a conocer. “Me encontré que había muchos músicos latinoamericanos pero pocos mexicanos; había de Puerto Rico, Argentina, El Salvador... son precisamente ellos, y unos cuantos de México, los que conforman el mariachi Mezcal, con el que trabajo”.
El restaurante El Timbalero tuvo mucho éxito, pero cerró un año y medio después debido a algunos problemas personales que tuvo el dueño.
“Te juro que después de eso jamás busqué trabajo, pero me fui haciendo de contactos al grado de que me invitaron –acompañada por el mariachi- a cantar en la sala de la UNESCO, en París. También he cantado en grandes manifestaciones latinoamericanas, incluso hace como tres años que fue a Francia el Grupo Límite, yo les abrí el concierto”.
Uno de los momentos más importantes y significativos para Leticia es haber cantado en 1998 durante los festejos del Mundial de Fútbol. “En la plaza principal de Saint Ettiene pusieron un gran escenario. En esa ciudad habían jugado México y Holanda, estuvo bien padre porque México había pasado a la siguiente ronda. Fue inolvidable, había pantallas gigantes a los costados, detrás de mi tenía 15 mariachis... la gente estaba feliz”.
Hasta el momento, Leticia Amador se ha presentado en escenarios de todo Francia, Suiza, Alemania, Holanda y algunos países árabes; también año con año participa en las fiestas del 15 de septiembre realizadas en el salón Wagram, de París. “Otro orgullo es que he cantando en la iglesia de Notre Dame los 12 de diciembre, para la Virgen de Guadalupe”.
EN NOMBRE DE MÉXICO... Y DE LA LAGUNA
Leticia Amador tiene 13 años de casada con Fabrice Demarty, los mismos que ha vivido en Francia. Su gran sueño es grabar un disco de música popular mexicana.
-Conoció a su esposo en 1986, en una discoteca que estaba ubicada sobre el boulevard Revolución.
-Se fue a vivir a París en 1990, luego de que se casaron.
-Le gusta cantar desde niña.
-Antes de irse a Francia trabajaba como intérprete en distintos lugares de La Laguna. Su fuerte eran los temas de Yury, Lupita Dalessio y otras baladas románticas.
-Se siente orgullosa por poder representar a México en Europa con su canto; para ello se prepara tanto en el vestuario, peinado y maquillaje así como con el repertorio.
-Le enoja que en Francia y otros países del viejo continente personas latinoamericanas ofrezcan espectáculos “mexicanos”. “Pero hacen puros desfiguros. Una vez fui a un teatro a ver un show de tradiciones mexicanas, pues me enojé mucho por lo que presentaron. Al terminar fui con la señora que lo estaba organizando, una argentina a quien le dije que México no era eso, que presentara un espectáculo de calidad”.
-No pierde la esperanza de regresarse con su marido, a vivir a esta ciudad.
FUENTE: Investigación de El Siglo de Torreón
