EFE
COPENHAGUE, DIN.-Letizia Ortiz, la novia del príncipe Felipe de España y con el que contraerá matrimonio dentro de ocho días, llamó la atención por sus elegantes y vistosos modelos en los actos organizados para la boda del heredero de la corona danesa, que han sido su presentación internacional.
La futura princesa de Asturias fue una de las invitadas que más gritos y comentarios de admiración cosechó al llegar a la catedral de Nuestra Señora de Copenhague, donde ayer se celebró el enlace entre el príncipe Federico de Dinamarca y la australiana Mary Donaldson.
La familia real española asistió casi al completo a la boda real danesa, ya que además del príncipe Felipe y su novia, acudieron la reina Sofía y los Duques de Lugo y de Palma. Pero, lógicamente, la presencia de Letizia Ortiz fue la que más expectación despertó.
La novia del príncipe no defraudó al público y a los seguidores de las casas reales en los actos a los que asistió, una gala en el Teatro Real la víspera del enlace y la boda.
En la boda, Letizia Ortiz lució un traje sencillo de corte pero llamativo por su intenso color rojo. El modelo de Lorenzo Caprile era entallado, con escote de trapecio adornado simplemente con dos broches a los lados y mangas largas ajustadas. El traje, que tenía reminiscencias del Hollywood de los años cuarenta, era de seda lisa con los hombros y las mangas de gasa.
Tanto en la boda como en la gala Letizia Ortiz llevó pocas joyas y contrariamente a la mayoría de las invitadas, no lució ni diadema ni collar.
El moño bajo y los pendientes largos que llevó la futura princesa de Asturias con el vestido rojo de la boda hicieron que ofreciera una estampa española clásica.
También la infanta Cristina destacó en la gala, con un traje negro a tiras de diseño moderno que contrastaba con la clásica mantilla española rosa palo con bordados de colores que llevaba.
La reina Sofía acudió tanto a la boda como a la gala acompañada por los reyes de Bélgica, Alberto y Paola, ya que el rey Juan Carlos no viajó a Copenhague.