EFE
LUXEMBURGO, LUXEMBURGO.- Los ministros de Asuntos Exteriores de la UE acordaron ayer levantar el embargo a la venta de armas a Libia, en vigor desde 1986, y abogaron por que Trípoli responda a la preocupación europea sobre la suerte de cinco enfermeras búlgaras y un médico palestino condenados a muerte por un Tribunal libio.
?Libia ha cumplido con las peticiones en cuanto a inspección, transparencia, desmantelamiento de las armas de destrucción masiva, y por tanto plenamente con los requisitos que así les exigía la Unión Europea?, explicó el ministro español, Miguel Angel Moratinos.
Los Veinticinco relacionaron su decisión, que se hará efectiva en cuanto sea traducida en un texto jurídico y publicada en el Diario Oficial de la UE -una cuestión de ?días?, según fuentes comunitarias-, con la búsqueda de una cooperación ?urgente? con Libia en materia migratoria y anunciaron el pronto envío de una ?misión técnica? que examine ?posibles acuerdos? en este ámbito.
De hecho, el fin del embargo posibilitará la venta a Trípoli de medios aéreos, marítimos y terrestres para el control de las fronteras.
Italia, el país que más ha promovido el fin de la restricción, ya ha firmado contratos para el suministro de este tipo de material al Gobierno libio cuya ejecución está pendiente del levantamiento formal del embargo, según fuentes comunitarias.
Además, el Consejo de la UE pidió al régimen del líder libio, Muamar el Gadafi, que responda a las preocupaciones de la UE en materia de derechos humanos, y en particular, que encuentre una salida a las cinco enfermeras búlgaras y el médico palestino condenados a muerte en mayo por su supuesta implicación en un caso de contagio masivo de sida en un hospital de Bengasi.
Moratinos avanzó que las instituciones de la UE y los Estados miembros mantendrán ?la presión sobre las autoridades libias para que den una respuesta satisfactoria a las inquietudes del Gobierno búlgaro y de la Autoridad Nacional Palestina?.
El Consejo apuntó asimismo que el ?objetivo general? de sus relaciones con Libia es conseguir la ?plena integración? del país en el proceso de Barcelona de cooperación entre la UE y los países de la orilla sur del Mediterráneo, lo que requiere ?la aceptación total e incondicional? de la declaración fundadora del proceso, y por tanto, de la presencia de Israel en el mismo.
?La mejor manera de anclar definitivamente a Libia en el proceso de modernidad y respeto a los derechos humanos es su participación en el Proceso de Barcelona?, consideró Moratinos, quien puntualizó no obstante que aún no hay ?una respuesta definitiva? del Gobierno libio sobre su voluntad de integrarse en este proceso.
Además de acabar con el embargo de armas, el acuerdo de ayer supone la derogación definitiva en la UE de las restricciones económicas contra Libia decididas por Naciones Unidas y que la UE mantenía en suspenso desde 1999.
El embargo de armas fue adoptado por la UE en 1986 a raíz de la vinculación del régimen de Muamar el Gadafi con el atentado en la discoteca berlinesa de La Belle.
Los ministros precisaron que el comercio de armamento con Libia seguirá sujeto al código de conducta de la UE en este ámbito y al futuro régimen especial para países que han sido objeto de embargo.
La decisión comunitaria supone un paso más en la dinámica normalización de las relaciones entre EU, la UE, y Libia, después de que el régimen de Muamar el Gadafi anunciase en diciembre de 2003 el desmantelamiento de sus programas de armas de destrucción masiva.
Gadafi también ha acordado el pago de indemnizaciones a las víctimas de los atentados de Lockerbie en 1988, en el que murieron 270 personas, y contra a la discoteca berlinesa ?La Belle? en 1986, en el que hubo tres víctimas mortales, y anunciado su intención de negociar la adhesión al Proceso de Barcelona de cooperación entre la UE y los países del Mediterráneo Sur.
Abandonan 700 bombas
La Policía india ha encontrado en los últimos días más de 700 armas bélicas explosivas en diferentes partes del país, al parecer abandonadas por importadores de chatarra procedente de los países del Golfo.
Desde principios de este mes la Policía india se ha incautado de cientos de obuses, bombas, cohetes, minas, morteros y otro tipo de munición, incluidos varios misiles antitanque, abandonados en ríos, parques, vertederos y otros lugares públicos, según los medios locales.
Los explosivos han empezado a aparecer después de la explosión, el pasado 30 de septiembre, de una bomba en una fábrica de acero en la localidad de Ghaziabad, cerca de Nueva Delhi, en la que fallecieron diez personas.
La bomba se encontraba entre un cargamento de chatarra importado de Irán y explotó al ser manipulada por uno de los trabajadores de la fábrica.
Desde la explosión, casi a diario ha aparecido gran cantidad de munición en los estados indios de Gujarat, Delhi, Utar Pradesh, Punjab, Chatisgarh, Rajasthan y Asam, casi siempre cerca de fábricas de acero.
La Policía sospecha que los explosivos, muchos en estado activo y otros vacíos o utilizados, han sido abandonados por las empresas de acero tras el incidente del mes pasado, por miedo a que se encontrase el armamento en sus instalaciones.
Se sospecha que la mayor parte de este material ha llegado a la India en los cargamentos de chatarra que importan los productores de acero de países del Golfo Pérsico, y se ha confirmado que varias de las bombas proceden de Irak.
Ayer mismo, dos cohetes activos y 15 obuses usados fueron encontrados en el estado norteño de Chatisgarh, otros seis obuses en la orilla de un río en el estado de Asam, en el noreste del país, y unos 60 proyectiles en el estado de Gujarat, fronterizo con Pakistán.
Los explosivos, que en algunos casos han sido encontrados en áreas residenciales e incluso muy cerca de colegios, están siendo desactivados por personal especializado de las Fuerzas de Seguridad indias.