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LA HABANA.- Cuba liberó ayer por razones de salud a uno de los 75 disidentes detenidos hace un año y le permitirá estar fuera de la cárcel hasta que se reponga.
“Me siento muy contento”, dijo Julio Antonio Valdez Guevara al bajar de un automóvil que lo llevó al Instituto de Nefrología de esta capital pasado el mediodía.
Vestido con un conjunto deportivo rojo y blanco, el disidente bajó por sí mismo y rápidamente se dirigió a una sala del establecimiento.
“Es una licencia extra penal hasta tanto me restablezca”, explicó brevemente.
El activista, de 52 años de edad, sufre de insuficiencia renal crónica e hipertensión y recibirá un riñón de trasplante de su propia hija en días próximos, confirmó Cruz Delia Aguilar, la esposa de Valdez.
“Espero que logre la libertad definitiva”, indicó Aguilar, quien indicó que bajo el artículo 32 del Código Penal “nadie con ese estado de salud puede estar recluido”.
La inesperada excarcelación del disidente, detenido en marzo pasado en medio de una redada de opositores y condenado a 20 años de prisión, se produjo el mismo día en que la Comisión de Derechos Humanos en Ginebra votó una resolución contra la isla.
Aprobada por 22 votos a favor, 21 en contra y diez abstenciones, la moción del foro internacional no condena directamente a La Habana pero le pide que acepte un relator especial para verificar la situación en la isla.
Esta fue la primera excarcelación de uno de los 75 activistas cubanos condenados por recibir dinero e instrucciones desde Estados Unidos y algunos gobiernos europeos para desprestigiar a la revolución.
Desde el comienzo de los encarcelamientos, esposas de varios disidentes reportaron que éstos padecen problemas graves de salud y exigieron su liberación bajo consideraciones humanitarias, pero el Gobierno rechazó el argumento.
En una conferencia de prensa, hace dos semanas, el canciller Pérez Roque negó que los detenidos estuvieran bajo condiciones infrahumanas de reclusión y sin atención médica.
Incluso, se ofreció a los comunicadores un video con entrevistas realizadas a algunos parientes de los detenidos confirmaban que los activistas eran visitados y atendidos por médicos.
