AGENCIAS
WASHINGTON, EU.- El infante de origen libanés, Wassef Alí Hassoun, quien había sido tomado como rehén por activistas iraquíes “fue puesto en libertad”, según anunció su hermano desde Trípoli, capital de Libia Sami Hassoun confirmó que había una “clara señal” de que su hermano “está vivo y fue liberado”.
“Recibimos una señal, una señal segura de que está vivo y ha sido liberado y estamos muy contentos con la señal”, dijo el hombre.
En los últimos días hubo confusión sobre el destino de Hassoun, ya que informaciones en sitios de Internet atribuidas a un grupo islámico dijeron que el militar había sido decapitado, aunque luego aclararon que estaba vivo.
El Movimiento de Respuesta Islámica transmitió anoche a la televisión árabe Al Jazzera, que Hassoun estaba “seguro” después de haber prometido abandonar las fuerzas armadas.
En Líbano, su familia había rogado a sus captores para que tuvieran piedad de él por ser un árabe y musulmán y pidieron que interviniera un grupo religioso que negoció la liberación de rehenes capturados por rebeldes islámicos en Irak.
El Ejército de Estados Unidos confirmó en su momento que Hassoun desapareció de su unidad, pero rehusó comentar sobre las informaciones de prensa de que había dejado su base en Irak por un romance con una mujer árabe.
Por otra parte, un grupo terrorista iraquí anunció ayer, el secuestro de un ciudadano de origen egipcio que al parecer trabajaba como conductor civil en una compañía que proporciona combustible a las tropas estadounidenses desplegadas en Irak.
En una cinta de video emitida anoche por Al Jazzera, un hombre enmascarado que dijo hablar en nombre de un grupo insurgente denominado “Resistencia Legítima Iraquí” afirmó que el rehén egipcio fue capturado cerca de la frontera sur que separa Irak de Arabia Saudí.
El chofer, que se identificó a sí mismo como Mohammed al-Sayed al-Garabawi, aparecía flanqueado por varios hombres enmascarados con fusiles de asalto tipo “kalashnikov” entre las manos. Diferentes grupos insurgentes secuestran desde hace meses a soldados estadounidenses y trabajadores de empresas con intereses en Irak para forzarles a abandonar el país.