Angelo de la Cruz agradeció al pueblo filipino sus rezos y a Gloria Macapagal cumplir con lo que pedían sus apresores.
20 de julio 2004.
Manila, (EFE).- El civil filipino secuestrado en Irak fue liberado hoy, cuando vencía el ultimátum dado por los secuestradores y un día después de que las autoridades de Manila concluyeran el repliegue de sus tropas del país árabe.
Angelo de la Cruz, un conductor de 46 años, padre de ocho hijos y natural de la provincia de Pampanga (isla de Luzón), fue apresado hace dos semanas por el autodenominado "Ejército Islámico de Irak" cuando conducía un camión cargado de combustible hacia Arabia Saudita.
Hoy fue puesto en libertad, cuando cumplía el ultimátum dado por los secuestradores para que el Gobierno replegara sus tropas, una exigencia que Manila concluyó ayer cuando salió de Irak el último de los 51 soldados y policías desplegados.
"Estoy bien", dijo de la Cruz a la presidenta Gloria Macapagal Arroyo desde la Embajada de Filipinas en Bagdad y durante una conversación telefónica que fue televisada en directo por la televisión nacional.
En esa conversación, el rehén liberado también agradeció al pueblo filipino sus rezos y sus plegarias, ya que desde hace dos semanas las vigilias no han cesado en el único país con mayoría católica de Asia.
En torno a una hora y media después de que un portavoz del Congreso Nacional Iraquí anunciara la liberación desde Bagdad, la presidenta confirmó en Manila la noticia mediante un discurso televisado a la nación.
Fue un periodo de tiempo corto pero al mismo tiempo eterno para los familiares de Angelo de la Cruz, quienes el pasado 10 de julio celebraron su libertad tras un anuncio erróneo que le ha costado al Gobierno duras críticas.
En su intervención, Macapagal Arroyo, elegida presidenta del país en los comicios del pasado mayo, tuvo palabras de agradecimiento para todos los filipinos y extranjeros que han facilitado las negociaciones y han permitido la liberación de este civil.
"Han sido momentos de tormento y triunfo", recalcó la presidenta, tras defender su decisión de retirar a los efectivos de Irak para asegurar la vida del rehén.
Una decisión no exenta de polémica y que se ha ganado las críticas de Estados Unidos y sus aliados, a quienes Macapagal Arroyo respondió hoy que un millón de civiles filipinos trabajan en Oriente Medio y salvar la vida de Angelo de la Cruz era una prioridad.
El Ejecutivo de Manila tenía previsto replegar a sus policías y militares el 20 de agosto, pero aceptó las condiciones de los secuestradores sentando un precedente en el conflicto de Irak, un país en el que han sido secuestrados en los últimos meses varias personas, de las que al menos cuatro han sido ejecutadas.
"Ahora debemos celebrar las buenas noticias, sin olvidarnos que hay que trabajar para crear un mundo más humilde y pacífico", concluyó Macapagal Arroyo en su discurso a la nación.
Mientras tanto, los familiares, amigos y vecinos de Angelo de la Cruz recibieron la noticia por televisión entre lloros y sollozos, a sabiendas que el rehén liberado ya se ha convertido en un héroe nacional.
Angelo de la Cruz es hoy para los filipinos el representante de los ocho millones de emigrantes, en torno al diez por ciento de la población del país, que con sus remesas en dólares permiten el desarrollo de la economía nacional.
Este humilde camionero de Pampanga será el próximo lunes el invitado de honor de la presidenta durante el Discurso sobre el Estado de la Nación que ofrecerá Macapagal Arroyo en el Congreso, y en el que planea detallar su programa de Gobierno para los próximos seis años.
Aunque algunos analistas ya han advertido de que la decisión de retirar las tropas de Irak perjudicará al flujo de ayuda económica que el país asiático recibe de Estados Unidos, la sociedad filipina celebró hoy por todo lo alto la liberación de Angelo de la Cruz.
