AGENCIAS
BAGDAD, IRAK.- Los dos japoneses que permanecían tomados como rehenes en Irak fueron liberados ayer, dos días después del rescate de otros compatriotas cautivos. La información de la liberación fue difundida inicialmente en Bagdad por un responsable del Comité de los Ulemas Musulmanes, dirigido por religiosos sunitas.
?Los dos fueron liberados. Están sentados a mi lado?, declaró el jeque Abdel Salam Kubeissi, uno de los líderes de la asociación, en la sede donde numerosos rehenes extranjeros fueron entregados en los últimos días. ?Ambos gozan de buena salud?, agregó.
Posteriormente, el Gobierno de Tokio confirmó que los dos japoneses fueron puestos en libertad, indicaron las agencias Kyodo y Jiji en Tokio.
Según Kyodo, los dos rehenes liberados se dirigirán a la embajada de Japón en Bagdad
El trabajador asistencial Nobutaka Watanabe, de 36 años y el periodista independiente Jumpei Yasuda, de 30, fueron entregados en una mezquita del occidente de Bagdad. De ahí, los rehenes fueron llevados a la embajada japonesa en la capital iraquí, dijo Jiro Okuyama, portavoz de la cancillería.
Aparentemente, los dos estaban secuestrados desde el miércoles. Ambos rehenes liberados dijeron a medios de comunicación que se les trató bien y que sus secuestradores señalaron que la liberación buscaba evitar daños a las relaciones entre Irak y Japón. Les pidieron además transmitir un mensaje de que Japón debe retirar sus fuerzas militares de Irak.
La cadena mostró imágenes de Yasuda y Watanabe, ambos con la barba crecida, quienes hablaban en inglés y japonés, acerca de su secuestro y liberación, con otras personas dentro de la mezquita.
?Comimos bien todos los días?, dijo Yasuda. ?No conozco el lugar. Teníamos los ojos vendados y nos cambiaban de lugar?.
?Es grandioso que estemos libres?, dijo Watanabe. Agregó que los captores no los amenazaron. Tokio tiene a unos 500 efectivos que ayudan con la reconstrucción en el sur de Irak.
La liberación de los dos rehenes ocurrió mientras otros tres japoneses secuestrados en Irak hace más de una semana se preparaban para viajar de Emiratos Árabes Unidos a su país, tras ser liberados el jueves.
Ante la creciente ola de secuestros y ataques de la resistencia iraquí varios Gobiernos de la Coalición han pedido a sus ciudadanos que abandonen el país.
El Ejército de Estados Unidos cerró ayer dos importantes carreteras que conducen a esta ciudad, una de las medidas más recientes después de una intensificación de los ataques de insurgentes contrarios a la coalición.
Partes de las dos carreteras de Bagdad, al norte y al sur de la capital, fueron cerradas para repararles daños debido a un creciente número de bombas colocadas en ellas. Los comandantes sugirieron que las rutas siguen siendo vulnerables a atentados de insurgentes que han estado atacando las vías de suministro de Estados Unidos.
?Tenemos que reparar esos caminos y protegerlos?, dijo el general brigadier Mark Kimmitt a periodistas en Bagdad.
El Ejército advirtió que civiles que sean encontrados en las secciones cerradas ?podrían ser considerados como fuerzas contrarias a la coalición? y ser atacados por fuerzas estadounidenses. Kimmitt dijo que se dirigiría el paso de civiles para que rodeen las secciones cerradas.
Por su parte, negociadores de Estados Unidos y de Irak reportaron avances en las conversaciones que buscan disminuir los combates en Fallujah, en el día más tranquilo hasta ahora en la ciudad sitiada.
Entretanto, infantes de Marina se enfrentaron a unos 150 milicianos en Quaim, cerca de la frontera con Siria, dijo el jefe de policía de la ciudad.
Seis efectivos norteamericanos y numerosos insurgentes murieron en la batalla, que duró 14 horas, dijo un reportero estadounidense que viaja con las tropas.
La televisora Al Yazzera reportó fuertes combates luego de un ataque con morteros al cuartel general estadounidense en el área de aduanas de la ciudad. Una columna de humo brotaba desde el edificio y los infantes de Marina enviaron helicópteros y patrullas en persecución de los atacantes, dijo la televisora.