AGENCIAS
BAGDAD, IRAK.- Un grupo de insurgentes, cuyo nombre no ha sido revelado, ha puesto en libertad a ocho civiles extranjeros de diferentes nacionalidades que había secuestrado en Irak, todos ellos conductores de camiones que “trabajaban con las fuerzas de ocupación”, anunció ayer el canal de televisión qatarí Al Yazzera.
La emisora divulgó una cinta de video en la que se muestra a ocho hombres que afirmó que son tres paquistaníes, dos turcos, un nepalés, un hindú y un filipino.
La cadena no ofreció fechas, ni especificó el lugar de los hechos o cómo obtuvo la cinta, en la aparecen las ocho personas, cada uno con su pasaporte y detrás de ellos varios hombres enmascarados.
Uno de los supuestos captores leyó un comunicado en el que afirmó que la liberación de los ocho hombres “fue decidida en respuesta a un llamamiento en este sentido del Comité de Ulemas”, la más alta institución suní de Irak.
“Además, los hemos liberado después de que se comprometieran a dejar de colaborar con las fuerzas de ocupación. Nuestra decisión muestra que respetamos a quienes nos respetan, pero reafirmamos que continuaremos nuestra ‘Yihad’ (lucha santa) hasta la victoria”, aseguró.
El comité de Ulemas ha hecho varios llamamientos para que los insurgentes que secuestraron en los últimos días a civiles extranjeros liberen a sus rehenes y consideró que semejantes acciones son inaceptables para el Islam.
En este sentido se expresaron también varios religiosos iraquíes, entre ellos el jeque Yawad al Jalesi, orador de la mezquita de Yawadin, en Bagdad, quien exigió que todos los civiles retenidos en Irak sean liberados.
“El Islam prohíbe con claridad el secuestro de civiles inocentes. Además, semejantes acciones puede dañar la causa iraquí, porque muchos extranjeros en Irak simpatizan con el pueblo iraquí y no con los ocupantes”, añadió el jeque Yawad.
Estos llamamientos fueron hechos después de que otro grupo de insurgentes afirmara que no pondrá en libertad a los tres civiles japoneses, como se había anunciado ayer y amenazara con matarlos si Tokio no retira a sus tropas de Irak.
Uno de los mediadores, Mazhar al Duleimi afirmó que los “líderes de la resistencia” en Fallujah le han entregado un comunicado en el que amenazan con matar a uno de los secuestrados en 24 horas si Japón no retira sus tropas de Irak.
“Esta mañana hemos hecho una visita a los guerrilleros y nos hemos dado cuenta de que todo lo que se dijo ayer no era cierto y que los dirigentes de la resistencia no van a soltar a los rehenes”, afirmó Duleimi, presidente de la Liga para la Defensa de los Derechos Humanos en Irak.
Añadió que los captores advierten que matarán a un segundo rehén doce horas después de haber ejecutado al primero si sus exigencias no son cumplidas.
Además de las condiciones ya impuestas, los insurgentes exigen ahora que el viceministro japonés de Asuntos Exteriores, Ichiro Aisawa, que llegó a Amán el sábado, visite Fallujah para que sea testigo de “la destrucción y las matanzas perpetradas por las tropas de ocupación norteamericanas”, agregó.
En Nasiriya, en el sur del país, se informó ayer también de la puesta en libertad del británico, Gary Teeley, secuestrado hace seis días por insurgentes iraquíes en esta ciudad.
Hasta el momento se ignora con seguridad el número de personas en poder de grupos de la resistencia y a los tres japoneses hay que añadir dos ciudadanos árabes israelíes y un norteamericano. Además, dos soldados estadounidenses han sido dados igualmente por desaparecidos tras el ataque a su convoy al oeste de Bagdad.
Otro grupo armado desconocido hasta la fecha, las “Brigadas del Héroe Mártir Jeque Amhed Yassinn”, ha amenazado en un comunicado grabado en video con ejecutar a “30 rehenes extranjeros”.
Desaprueban órdenes
Un batallón del nuevo Ejército iraquí se negó a luchar con Estados Unidos contra los insurgentes en Fallujah, reconoció ayer el teniente general Richard Sánchez, comandante de las fuerzas de la coalición en Irak.
“Este ejemplo específico ha puesto de manifiesto de hecho algunos desafíos significativos en algunas de las estructuras de la fuerza de seguridad iraquí que han sido establecidas en los últimos seis meses”, dijo Sánchez desde Bagdad en una entrevista con el canal de televisión estadounidense “NBC”.
Los mandos militares estadounidenses quisieron hoy, por primera vez, incorporar a una fuerza del nuevo Ejército iraquí, al que han entrenado en los últimos meses, a operaciones de combate junto a sus propio efectivos.
El segundo batallón del Ejército iraquí se debía haber añadido a los marines que luchaban contra una rebelión en Fallujah.
No obstante, de camino a esa ciudad suní, el batallón, compuesto por 620 soldados, fue atacado en un barrio shii de Bagdad, según dijo el general Paul Eaton al diario “The Washington Post”.
El batallón decidió entonces regresar a su base en Taji, una ciudad al norte de la capital, según publicó ayer el diario.
“No nos alistamos para luchar contra iraquíes”, dijeron los miembros del batallón a los militares estadounidenses, según Eaton.
Sánchez afirmó que las autoridades estadounidenses eran conscientes de que “existían algunos riesgos en formar fuerzas de seguridad rápidamente”.
Una fuente no identificada del Ejército estadounidense afirmó a “The Washington Post” que “quizás entre un 20 y un 25 por ciento del Ejército iraquí, la defensa civil, la policía y las otras fuerzas de seguridad han dimitido, se han pasado al enemigo o no han cumplido con sus deberes”.