Se les dejó en libertad debido a la debilidad de los indicios que hay contra ellos.
17 de junio 2004.
Madrid, España (EFE).- Tres de los primeros detenidos en relación con los atentados del 11 de marzo pasado en Madrid, los ciudadanos marroquíes Mohamed Chaoui, Mohamed Bekkali y Abderrahim Zabak, fueron puestos hoy en libertad ante la "debilidad de los indicios" contra ellos, informaron fuentes de la investigación.
La excarcelación de estas tres personas, según las fuentes, fue ordenada por el juez de la Audiencia Nacional Juan del Olmo -quien instruye el sumario por los atentados- a petición de la fiscal Olga Sánchez ante la "debilidad de los indicios" que hay contra ellos en la causa.
Según la fiscal, a pesar de haber sido considerados presuntos autores materiales, ninguno de los pasajeros de los trenes reconoció a Chaoui, a Bekkali y a Zabak con firmeza.
El 11 de marzo pasado, la explosión de varias bombas colocadas en trenes que unen Madrid y su periferia dejaron 190 muertos y cientos de heridos.
Estas tres personas había ido a prisión acusadas de pertenencia a banda armada, 190 asesinatos consumados, otros 1.430 en grado de tentativa y cuatro delitos de estragos terroristas.
Hoy, por otra parte, el magistrado del Olmo tomó declaración a cuatro de los imputados en la causa -tres marroquíes y un español- para concretar el papel que tuvieron en estos hechos los detenidos en Asturias la semana pasada.
El pasado día fueron detenidos los españoles Antonio y Carmen Toro, Iván Granados, Raúl González y Emilio Llano, el vigilante de una mina de la que pudieron salir los explosivos.
Los dos primeros son cuñado y esposa, respectivamente, del español José Emilio Suárez Trashorras, detenido el 18 de marzo y encarcelado desde entonces como presunto suministrador de los explosivos.
El juez interrogó hoy a los marroquíes Otman El Gnaout, Rafa Zuher y Rachid Adli y a Suárez Trashorras y decidirá el viernes sobre la situación en la que quedan Antonio y Carmen Toro, Granados, González y Llano, para los que la víspera decretó prisión incondicional.
También lo declarado por un joven español de 16 años detenido el pasado lunes en Avilés (Asturias) será determinante para aclarar la intervención de estas personas, según las fuentes consultadas.
Estas fuentes destacaron que, a tenor de lo manifestado por este joven, el nivel de conocimiento de Suárez Trashorras y su entorno sobre lo que iba a ocurrir es mayor de lo que el minero ha admitido hasta ahora.
Según las declaraciones del menor, parte de los explosivos fue trasladada a Madrid en autobuses de línea y que el grupo liderado por Suárez Trashorras no sólo facilitó la dinamita, sino también la metralla -clavos y tornillos- para aumentar la capacidad destructiva de los artefactos.
El juez tomará declaración el viernes al último de los arrestados en Asturias, Sergio Alvarez, de 23 años, detenido el pasado lunes y del que el menor de 16 años asegura que también transportó explosivos.