Al Sadr dijo que la resistencia continúa y seguirá hasta acabar con los ocupantes.
05 de julio 2004.
Madrid, (Notimex).- El clérigo radical shiita, Muqtada al Sadr, llamó hoy a los iraquíes a continuar la resistencia contra las fuerzas extranjeras, en un claro desafío a la amnistía que el primer ministro interino Iyad Allawi planea otorgar a los insurgentes.
En un comunicado distribuido por su oficina en la ciudad santa de Nayaf, 180 kilómetros al sur de Bagdad, horas después de conocerse los planes del gobierno para amnistiar a combatientes, Al Sadr dijo que la resistencia continúa y seguirá hasta acabar con los ocupantes.
El líder religioso instó a sus seguidores a "resistir hasta la última gota de sangre" y a desconocer el gobierno del primer ministro interino que consideró "ilegítimo", según informes de prensa conocidos en esta capital.
"Anunciamos que el actual gobierno es ilegítimo e ilegal ...
Demandamos nuestra completa soberanía e independencia a través de elecciones honestas", subrayó Al Sadr, quien libró una cruenta lucha contra las tropas estadunidenses en el sur de Irak en abril pasado.
El clérigo radical aseguró que la resistencia es "un derecho legítimo y no un crimen que deba ser castigado", en alusión a las advertencias de Allawi de que será castigado con "mano dura" quien rechace la amnistía.
El nuevo gobierno interino iraquí tenía previsto anunciar este lunes el plan de amnistía para los insurgentes iraquíes que combaten a las fuerzas de la coalición, el cual podría extenderse incluso a aquellos que han asesinado a soldados estadunidenses.
La medida, que busca poner fin a la violencia y alejar a los iraquíes que por falta de empleo se han visto obligados a unirse a la resistencia, fue criticada por Al Sadr, que la considera una manipulación más de Estados Unidos.
Analistas internacionales consideraron que el llamado del clérigo religioso podría ser considerado como una ruptura de la tregua que "el Ejército del Mahdi", la milicia armada que encabeza, alcanzó en junio pasado con las fuerzas estadunidenses.
La semana pasada, Al Sadr anunció su disposición de colaborar con el gobierno interino iraquí e impulsar la reconstrucción, aunque en su comunicado de este lunes aseguró que no puede existir una tregua con aquellos que cooperan con las fuerzas ocupantes.
Pese a que no es la primera ocasión en que el líder chiíta contradice sus declaraciones, sus afirmaciones son consideradas como un desafío al nuevo gobierno, que prestó juramento hace una semana luego que Estados Unidos traspasó la soberanía del país.
El comunicado de Al Sadr fue difundido poco antes de que el gobierno de Allawi canceló de manera sorpresiva y por tiempo indefinido el anuncio oficial del plan de amnistía por razones desconocidas.
La amnistía forma parte de las medidas que el primer ministro interino busca aplicar a Irak, entre ellas una ley de seguridad que contempla un toque de queda, y la reinstauración de la pena de muerte, para borrar cualquier vínculo con la coalición.
Como muestra de que sus decisiones son ajenas a la pasada administración estadunidense que guió a Irak durante 14 meses, el nuevo ejecutivo liberó este lunes a 317 iraquíes de la cárcel de Abu Gharib, conocida por las torturas cometidas por los estadunidenses.
En tanto, tres civiles iraquíes fallecieron y al menos ochos más resultaron heridos en las últimas 24 horas en ataques separados en las ciudades iraquíes de Baquba, Basora, Samawa y Mosul.
Uno de los hermanos y el padre de uno de los delegados del gobierno de Baquba murieron la víspera en un ataque con granadas perpetrado por tres desconocidos, que también dejó a otras tres personas heridas, según fuentes oficiales.
En Basora, 50 kilómetros al sureste de Bagdad, un civil murió y tres más resultaron heridos en una ataque contra una comisaría de la policía, mientras que un civil resultó herido en la vecina Samawa por la explosión de una bomba al paso de un convoy estadunidense.
Mientras en Mosul, en el norte de Irak, cinco civiles fueron heridos por la explosión de una bomba, según un reporte de la policía.