El arzobispo de Durango, Héctor González Martínez, llamó a los católicos duranguenses a preservar la institución de la familia en un entorno de valores, respeto y como base de la sociedad.
Ayer en la Catedral Basílica Menor de Durango, al celebrar la Santa Misa dedicada a la Sagrada Familia, monseñor González Martínez dijo que hay innumerables síntomas de descomposición y daño a la familia como instrumento de salvación.
En ese sentido puso de ejemplo varias anécdotas. Una de ellas la que vivió la segunda semana de diciembre, cuando visitó a las comunidades de duranguenses radicadas en Chicago, Illinois, en los Estados Unidos de Norteamérica.
?Un párroco de allá me hizo ver algo que me preocupa sobre los síntomas que hacen que se vaya diluyendo la institución familiar. Me dijo que al año se registraban unos 200 bautizos, unas 150 primeras comuniones, unas 80 confirmaciones y solamente de diez a 12 matrimonios religiosos al año. Las parejas se juntan y viven así, nomás?, manifestó a sus fieles.
El responsable de la Arquidiócesis Católica de Durango dejó claro que los organismos internacionales de la Organización de las Naciones Unidas se empeñan en sacar modalidades y nuevos esquemas acerca de la familia, al grado que a cualquier unión o relación de personas le quieren llamar matrimonio o familia.
?La familia cristiana no es así. De ahí que les comento que empiezan a aparecer detalles que dañan la institución familiar?, dijo en referencia a los enlaces matrimoniales o de familias entre personas del mismo sexo.
El Arzobispo reflexionó en la homilía dominical sobre la importancia de que las familias católicas sigan cultivando en el seno de sus hogares la Sagrada Familia que instituyó Jesucristo desde su nacimiento, pues éste se registró en un entorno familiar con San José como su padre y la Virgen María como su madre.
Pidió a los fieles que reflexionen en estos días aún navideños sobre la familia como célula básica de la sociedad, como escuela de humanismo y como centro de virtudes... ?es una pequeña Iglesia la familia?, aclaró.
Reprochó que muchas familias no tienen tiempo para rezar porque los niños quieren ver las caricaturas o jugar, los jóvenes se salen a la calle y las madres de familia pasan el tiempo con las novelas y el televisor.
Por eso el clérigo dejo en claro que rezar en familia es una de las formas más bondadosas y efectivas de acercar al núcleo familiar a la salvación espiritual.
NAVIDAD
La fiesta familiar
El sábado 25 de diciembre, fecha en la que se celebra la Navidad o el nacimiento del Niño Dios, el arzobispo Héctor González Martínez ofició la Santa Misa de 12:00 horas en el interior del Centro de Readaptación Social Número Uno de Durango.
Enseguida, el titular de la Arquidiócesis de Durango viajó a Miguel Auza, Zacatecas, de donde es originario, donde convivió la fecha navideña con sus familiares y amigos, sus hermanos y sobrinos.