Los Ángeles (EU), (EFE).- La llegada a San Diego del portaaviones "USS Ronald Reagan" vino cargada de una emoción "agridulce", ya que volvió a traer a la memoria el recuerdo del recientemente fallecido presidente que le da el nombre.
"Agridulce", así describió esta jornada su viuda, Nancy Reagan, la madrina encargada de dar la bienvenida a casa al navío más moderno de la Armada estadounidense.
"Ronnie hubiera estado encantado al ver este gran barco llegando a su adorada California", resumió la ex primera dama, que embarcó en el portaaviones antes de su llegada al puerto.
Bautizado en honor al 40 presidente de EU, el portaaviones es el más nuevo y el de mayor tamaño de la Armada de este país.
Su altura sobresale 20 pisos sobre el nivel del mar y su longitud, de 333 metros, es comparable a la altura del edificio Empire State de Nueva York.
Con una tripulación de tres mil 600 personas, el portaaviones partió en su viaje inaugural el 27 de mayo pasado de la base naval de Norfolk (Virginia) para dar la vuelta al continente americano, hasta el estrecho de Magallanes, antes de regresar al que será su hogar en el puerto de San Diego
El viaje estuvo marcado por la muerte del presidente Reagan, que falleció el 5 de junio pasado a los 93 años.
"Como es natural, éste es un momento triste, tan cercano a la muerte del presidente", afirmó el capitán Andres Brugal, a bordo del navío.
La viuda de Reagan no pudo evitar la emoción ya que este fue su primer acto público tras la muerte de su marido.
Sin embargo, eligió la sonrisa en lugar de las lágrimas y si bien reconoció que las pasadas "seis semanas han sido difíciles", el honor ante este navío es motivo de alegría.
"En mi corazón sé que nos está mirando y nos sonríe", aseguró ella con una sonrisa, en referencia a su esposo.
Desde su llegada al barco, Nancy Reagan quiso mezclarse con los marineros y la tripulación que la recibió con una cerrada ovación, todos en pie.
Vestida de blanco, como los marineros a los que saludó, la viuda también quiso visitar la habitación dedicada a su esposo y que lleva su nombre.
Se trata de un pequeño museo a bordo de este portaaviones donde está expuesto uno de los uniformes de Reagan, carteles de sus películas y un fragmento del muro de Berlín.
En el puerto, la tristeza también se vio difuminada por la alegría de los familiares de la tripulación del barco, congregados para recibir con gritos de júbilo a sus seres queridos.
Fue una celebración con todos los honores, ya que hasta el sol, ausente durante toda la jornada, acudió para iluminar el momento del recibimiento.
Ronald Reagan estuvo presente no sólo en el nombre del navío sino también reflejado en grandes pantallas instaladas en la cubierta de este barco, de unos 20 mil metros cuadrados de superficie.
El festejo continuará durante todo el día con una cena benéfica a bordo del navío que contará con el actor conservador Tom Selleck, como maestro de ceremonias.
Durante este acto, las pantallas mostrarán algunos de los momentos más importantes del legado del fallecido presidente, así como muchas de sus frases más memorables.
Entre ellas está: "A la paz mediante la fortaleza", parte de la doctrina de Reagan y ahora el lema de este navío.
El subsecretario de Defensa, Paul Wolfowitz, también presente en la ceremonia, afirmó que el navío será para siempre el símbolo del valor y de la libertad estadounidense.